María Josefa Bonazza, la única sobreviviente del derrumbe de un hotel en la localidad costera argentina de Villa Gesell el pasado 29 de octubre, murió este jueves debido a complicaciones de salud en su recuperación y se convirtió en la novena víctima fatal del siniestro.
El fallecimiento de Bonazza, de 79 años, fue confirmado por fuentes médicas del Hospital Felipe A. Fossati de la localidad de Balcarce (provincia de Buenos Aires), donde había estado internada y cuyo personal constató hoy su deceso en su domicilio particular, en el que pasó sus últimos días tras abandonar el centro médico.
La mujer, que fue la única persona rescatada tras el derrumbe del Aparthotel Dubrovnik, pasó durante el último mes por varios hospitales tras un difícil proceso de recuperación. Al ser dada de alta, fue internada nuevamente en la clínica de Balcarce por una descompensación, según informó la prensa local.
Bonazza fue rescatada el mismo día del derrumbe junto al cuerpo de su esposo, Federico César Ciocchini, que fue hallado muerto.
Ambos fueron encontrados entre los escombros del departamento en el que residían temporalmente, que lindaba con el hotel y que sufrió graves daños.
En los días posteriores, los servicios de emergencia hallaron los cuerpos de otras siete personas, incluyendo el de María Rosa Stefanic, expropietaria del hotel y que aún residía allí; Nahuel Stefanic, su sobrino; y varios trabajadores de una obra que se estaba llevando a cabo en el Dubrovnik.
Según el Gobierno municipal de Villa Gesell, la obra no estaba autorizada, acusación que está siendo investigada por la Fiscalía.
El pasado 6 de noviembre, Bonazza dio su testimonio al canal C5N. “Yo no tuve desesperación. Tuve tranquilidad, porque desde el principio tuve la certeza de que me iban a salvar”, explicó la mujer, y agregó que “estaba expectante” y “tratando de hacer todo lo necesario” para que la encontraran.
En cuanto a la pérdida de su esposo, la anciana contó que se dio cuenta de que Federico había fallecido porque no recibió ninguna respuesta. “Cuando se nos cayó todo encima escuché un ‘ay, ay’ y nada más”, explicó Josefa.
“Yo le hablaba”, dijo la anciana. “Yo le dije: ‘Federico, por favor, amor mío, quedate tranquilo que nos van a venir a salvar”, contó. Josefa explicó que no volvió a escuchar su voz, “ni una respiración agónica”.
Casi entre lágrimas, Josefa expresó que le queda “el consuelo de que lo de él fue instantáneo” y “que no alcanzó a sufrir”.“Vivimos una vida hermosa juntos, 48 años”, contó.
Con información de EFE
Acerca de los comentarios
Hemos reformulado nuestra manera de mostrar comentarios, agregando tecnología de forma de que cada lector pueda decidir qué comentarios se le mostrarán en base a la valoración que tengan estos por parte de la comunidad. AMPLIAREsto es para poder mejorar el intercambio entre los usuarios y que sea un lugar que respete las normas de convivencia.
A su vez, habilitamos la casilla [email protected], para que los lectores puedan reportar comentarios que consideren fuera de lugar y que rompan las normas de convivencia.
Si querés leerlo hacé clic aquí[+]