Tal como informáramos, el fiscal de Delitos Sexuales de 8º turno Maximiliano Sosa recibió una denuncia por el accionar de dos jugadores profesionales del plantel principal de Peñarol en una fiesta privada.
El hecho ocurrió el 8 de marzo en un salón de fiestas infantiles y dos trabajadoras del lugar realizaron la denuncia, informó radio Universal y confirmaron fuentes de la investigación a Montevideo Portal.
Valentina Díaz, abogada de los denunciantes, dijo a Subrayado (Canal 10) que “nunca hay que poner en tela de juicio cuándo las víctimas deciden denunciar”. “La denuncia se demoró en un tiempo simplemente por un tema de agenda de la Fiscalía, si bien quisimos presentarla en el mes de marzo cuando fueron los hechos, se dilató en el tiempo y tuvimos fecha para el día de ayer”, aseveró.
El director de Comunicación de Fiscalía, Javier Benech, informó que la solicitud de la agenda para presentar la denuncia fue realizada el 26 de abril y la denunció se presentó el pasado lunes. “Hay una demora importante en dar hora para la agenda para presentar las denuncias”, señaló.
“Las víctimas tienen un tiempo para presentar la denuncia debido al impacto que este tipo de delitos implica y no se cuestiona ese tiempo”, expresó Benech. Estas denuncias “pueden presentarse las 24 horas, los 365 días del año en cualquier seccional o dependencia policial”, pero “a veces con este tipo de delitos de índole sexual se recurre a la vía penal, en Fiscalía”, dijo Benech.
“Hay una demora importante en la agenda, que alcanza un mes, pero no de tres meses”, comentó el director de Comunicación de Fiscalía.
Valentina Díaz comentó que después del hecho “no hubo ningún tipo de contacto” entre jugadores del club aurinegro y las víctimas. En ese sentido, señaló que ambas “están con tratamiento psicológico” y desde la Unidad de Víctimas y Testigos de Fiscalía General de la Nación se contactaron “para contenerlas en el proceso”.
“Estamos a la espera de que Fiscalía recabe las evidencias necesarias”, expresó la abogada. “Hay filmaciones, Fiscalía aún no las tiene, pero el salón de fiestas tiene cámaras de seguridad”, acotó.
Además, Díaz dijo que las víctimas, que tienen entre 30 y 35 años, continúan trabajando en el salón, que es su única fuente de ingresos.
“La denuncia radica en delitos sexuales y amenazas. No hubo un intento de violación, pero sí un intento de abuso sexual”, aseveró la defensora al citado noticiero.