Por The New York Times | Leah Askarinam
El gobierno de Biden se está enfrentando a las consecuencias políticas de ponerle fin al Título 42, una política de la era de la pandemia instaurada durante el mandato de Trump que no dejaba pasar a la mayoría de los migrantes en la frontera. Hablé con Zolan Kanno-Youngs y Michael D. Shear, quienes hace poco tiempo realizaron un reportaje sobre las divergencias dentro del gobierno en torno a la política de inmigración.
Por cuestiones de espacio y precisión, nuestra conversación ha sido editada.
P: ¿Por qué no comienzan por contarnos un poco acerca del Título 42? ¿Por qué ahora se está hablando de él tanto?
ZOLAN KANNO-YOUNGS: El Título 42 es una medida de salud pública que el gobierno de Trump —y yo creo que de esto no se habla lo suficiente— trató de instaurar antes de la pandemia en un intento por rechazar de prisa a los migrantes. Ahora lo conocemos como una política fronteriza que ha usado el gobierno de Biden para rechazar a la mayoría de las personas que solicitan asilo.
MICHAEL D. SHEAR: Así es, creo que los lectores de The New York Times recordarán que el expresidente Donald Trump y Stephen Miller, el arquitecto de su programa de inmigración, siempre estaban buscando modos de restringir la inmigración.
Así que encontraron esta disposición en la normativa de salud pública que les permitió decir: “Neguémosles la posibilidad de solicitar asilo por motivos de salud pública”, en esencia, para que la enfermedad no entre a nuestro país. Intentaron instaurarlo antes de la pandemia y no lo lograron, pero cuando llegó la pandemia, fue bastante lógico para ellos tratar de usarlo.
También hubo muchos defensores de la inmigración que creían que, aunque era evidente que había una pandemia, las verdaderas intenciones detrás de por qué lo implementó el gobierno de Trump en realidad eran la oscura voluntad de mantener fuera del país a los migrantes que Trump había criticado tan duro, usando como excusa el reglamento de salud pública.
KANNO-YOUNGS: A menudo, Biden hablaba en su campaña sobre desprenderse de las políticas fronterizas restrictivas del gobierno de Trump. Esta fue una política que no mencionó tanto durante su campaña. El gobierno ha seguido esa política hasta este mes, cuando ha dicho que el 23 de mayo sería derogada.
P: ¿Cómo se aplica? No es una medida administrativa, ¿cierto?
SHEAR: El Título 42 es una sección muy amplia del Código de Estados Unidos que consta de decenas de miles de páginas de reglamentos y leyes federales. La parte relevante del Título 42 es la sección relacionada con la salud pública.
En algún momento, el Congreso aprobó una serie de leyes que prácticamente delegan al director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades la facultad de restringir la entrada a Estados Unidos cuando el titular de la agencia considere que alguna emergencia de salud pública empeoraría al dejar entrar a migrantes al país.
Con el fin de aplicarla, después entran en acción las demás instancias del gobierno, incluyendo las autoridades de la Patrulla Fronteriza. Es un poder muy amplio que solo se ha usado unas cuantas veces. P: Ustedes dos han informado acerca de la vida útil del Título 42, dieron la noticia original de que Trump la estaba invocando y han escrito sobre las políticas fronterizas de los gobiernos de Trump y de Biden. ¿Cómo ha sido la cobertura de ese recorrido?
SHEAR: Ha sido una curva en verdad interesante. SI nos remontamos al principio, había muchísima suspicacia sobre por qué lo estaba haciendo el gobierno de Trump. Eso ocurrió al principio de la pandemia y se hicieron muchas comparaciones con los primeros días del gobierno de Trump cuando impuso a las personas que procedían de varios países musulmanes, principalmente, la prohibición de viajar.
Si consideramos el periodo intermedio, ya con Biden en el cargo y con la pandemia todavía azotando, veremos que hubo un mayor debate. Muchas personas, entre ellas funcionarios del gobierno, volvieron a analizar el asunto del Título 42 y dijeron: “Esto no es tan descabellado”. Con las variantes delta y ómicron, no es descabellado pensar en algunas restricciones para mantener fuera a la gente. Desde luego que había personas que no estaban de acuerdo, algunas que discreparon muchísimo.
Y ahora hemos llegado al final del círculo hasta donde tal vez la pandemia ya se esté replegando un poco y muchas personas estén vacunadas. La gente vuelve a preguntar: ¿Cómo dejan entrar a personas de otras partes del mundo, pero siguen con la lógica del Título 42 y dicen que no van a dejar entrar a personas que cruzan a pie la frontera?
KANNO-YOUNGS: Mike, me da curiosidad saber lo que piensas. ¿Hubo una política de inmigración que —si el indicador de éxito es reducir los cruces por la frontera y rechazar a los solicitantes de asilo— cumpliera su objetivo de modo más eficaz que el Título 42?
SHEAR: La cuestión sobre el Título 42 es que es la política más contundente y radical. La mayoría de los demás intentos por parte del gobierno de Trump eran complicados cambios a políticas cargadas de terminología legal.
El Título 42 es algo mucho más blanco y negro. En general, no dice que haya que ser un tipo de inmigrante u otro, ni venir de un país u otro, ni estar huyendo de una cosa u otra. Solo dice que no dejaremos entrar a nadie. El gobierno de Trump por fin encontró una modalidad que no se podía rebatir en los tribunales.
KANNO-YOUNGS: Lo que lo hace todavía más confuso es que el gobierno de Biden lo haya adoptado. No nos sorprende que un gobierno demócrata utilice medidas disuasivas o restricciones. Pero es sorprendente por lo contundente que fue esta política, sobre todo después de que los demócratas criticaron durante meses al gobierno de Trump por adoptar políticas que exponían a los migrantes a actos de violencia, abusos y secuestros al sur de la frontera.
También vale la pena señalar que las facultades del Título 42 para disminuir los cruces fronterizos han sido contraproducentes. Anteriormente, los migrantes eran detenidos por un periodo largo mientras esperaban para solicitar protección, pero usar este reglamento para rechazarlos al instante tuvo el efecto no deseado de darles más oportunidades de cruzar la frontera de manera ilegal. En los últimos años, muchos migrantes han cruzado la frontera en repetidas ocasiones.
Estamos viendo un verdadero viraje en la dinámica, en el cual no son solo los demócratas moderados, sino alguien como Beto O’Rourke, un importante detractor de las políticas de inmigración del gobierno de Trump, quienes dirigen su atención al gobierno de Biden por su falta de preparación. Los demócratas están en un atolladero.
P: ¿Entonces, qué nos revela la historia del Título 42 acerca de los desafíos que enfrentan los políticos con la política de inmigración?
KANNO-YOUNGS: Creo que lo que el Título 42 demuestra, además de lo que nos dijeron nuestras fuentes, es que sabíamos lo que quería el gobierno de Trump con respecto a la frontera: expulsar a las personas, usar al máximo las medidas de disuasión —incluso llegar a la crueldad— con el fin de que la gente no entrara al país.
Pese a que el gobierno de Trump dejó muy clara su postura, no estoy seguro de que los demócratas sepan con exactitud cuál sea su situación con respecto a la frontera. Hacer campaña contra las políticas de Trump es una cosa, pero es mucho más difícil llegar a la presidencia y tener que establecer una postura propia. Una familia hondureña es deportada de El Paso, Texas, hacia Ciudad Juárez, México, el 18 de marzo de 2021. (Daniel Berehulak/The New York Times)
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