La cumbre de presidentes y cancilleres de América del Sur y su declaración final terminó satisfaciendo a las autoridades uruguayas que viajaron a Brasilia tras ser invitadas por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Esa sensación se generó gracias a los cambios que se pudieron concretar en la declaración final que se dio a conocer públicamente, producto de una intensa negociación durante este “retiro” de mandatarios, pero también en la previa del encuentro, donde Uruguay hizo valer su postura en varios aspectos.
El diario El Observador detalló que las autoridades de nuestro país incidieron en varios puntos de los nueve en total que tuvo el documento final, información que Montevideo Portal confirmó.
Uno de los conceptos que Uruguay, junto a otros aliados, logró quitar fue el que vertió Brasil en el documento inicial, que hablaba de un “mundo multipolar”, un término que utilizó el presidente ruso, Vladímir Putin, en sus diferentes alusiones públicas intentando disminuir la imagen e importancia de Estados Unidos en el concierto internacional.
En concreto, en el inciso seis reconocía la contribución de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) —otro de los aspectos que Lacalle Pou criticó— y reafirmaba el objetivo compartido de “contar con un mecanismo de concertación” sudamericano “inclusivo y eficaz”, de “naturaleza permanente”, con capacidad de “mantener e impulsar” el proceso de integración de América del Sur y de “proyectar a la región” como “fuerza colectiva en el mundo multipolar”.
El documento final simplemente habla de la importancia de mantener el “diálogo regular”, con miras de “impulsar el proceso de integración” de América del Sur y “proyectar la voz de la región en el mundo”. El concepto de multipolaridad fue retirado, pero también el destaque a la Unasur.
Este último punto (el de la Unasur) fue una posición que Uruguay rechazó incluso públicamente, algo que se conoció por el vivo de Instagram que realizó Lacalle Pou con la cámara frontal de un celular cuando se confirmó que Brasil solo proyectaría en vivo la apertura de Lula.
El presidente Lacalle públicamente le dijo a Lula que hay que “parar esa tendencia a la creación de organizaciones” y que es necesario ir a las “acciones”. El mandatario señaló que se debe apuntar a las acciones bilaterales, como las que llevan a cabo Uruguay y Brasil en la hidrovía Laguna Merín-Laguna de los Patos, y recordó que los países sudamericanos ya cuentan con organizaciones del tipo de las que apunta Lula.
“Tenemos al Mercosur. Muchos conocen que nuestra posición no es de satisfacción con lo que ha hecho el Mercosur, ni en la agenda interna ni en la externa. Tenemos a la Aladi [Asociación Latinoamericana de Integración]. Yo creo, colegas, que estamos desperdiciando el instrumento de la Aladi, que tiene una antigua tradición”, dijo, recordando la institución que dirige el excanciller uruguayo Sergio Abreu y cuya sede es Montevideo.
Finalmente, otro punto que fue modificado fue el 7, que hablaba de establecer un “grupo de contacto”, encabezado por cancilleres para hacer una evaluación de las experiencias de los mecanismos sudamericanos de integración y la colaboración de una hoja de ruta para la integración de América del Sur. En el documento original se hablaba de que esta se presentaría en un plazo de 120 días, pero la versión final menciona que va a ser sometida a la consideración de los jefes de Estado. El Observador detalla que esa fecha coincide con las elecciones en Argentina, donde eventualmente podría llegar a darse un cambio de signo político en el gobierno.
A modo de resumen, Uruguay se fue con “satisfacción” de una cumbre que en la previa parecía ser incómoda para Luis Lacalle Pou por la presencia del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y por las posturas que tuvo el país en las cumbres del Mercosur posteriores.