En un nuevo Monitor de Coyuntura Económica de la Universidad Católica del Uruguay (UCU), el economista Javier de Haedo analizó la evolución de la situación fiscal a lo largo del actual período de gobierno.

Según el profesional, el manejo de las finanzas públicas ha tenido “dos mitades bien diferentes en el quinquenio”.

“Las dos mitades del presente período de gobierno vienen siendo muy diferentes en la materia fiscal. En la primera mitad, hasta setiembre de 2022, hubo una performance muy satisfactoria, con una clara reducción del gasto a pesar del impacto en él de la crisis sanitaria. Por el contrario, a partir de entonces, ha habido un firme deterioro fiscal que ha llevado al déficit, a mayo, a una magnitud similar a la ‘heredada’ de 2019”, resumió el economista.

En esta línea, se señala que el déficit fiscal a setiembre de 2019 era de 4,4% del Producto Interno Bruto (PIB), y que el mismo deterioro fiscal se ve si se considera cerrado a mayo de este año: 4,4% del PIB.

“En la primera mitad del período de gobierno, hasta setiembre de 2022, el ajuste fiscal fue contundente: los egresos primarios del sector público no financiero (SPNF) se redujeron 1,2% del PIB (o sea que nada menos que 1,8% del PIB, sin contar los gastos extraordinarios referidos a la crisis sanitaria) mientras que sus ingresos (que incluyen al resultado primario y corriente de las empresas estatales) mejoró 0,6% del PIB”, apuntó De Haedo.

Sin embargo, aclara, “las características del ajuste permitían prever que la mejoría fiscal se daría vuelta tarde o temprano”.

“La caída inicial del salario real, que con cierto rezago también afectó a las pasividades, más la habitual contención de las inversiones, auguraban que la situación fiscal cambiaría. Máxime cuando se prometía que los salarios y las pasividades (en términos reales) volverían a los niveles previos a la crisis sanitaria, y era claro que la inversión crecería”, añadió.

En este orden, De Haedo concluye que, en el presente, Uruguay tiene el mismo resultado fiscal que tenía en 2019, producto de una suba del gasto primario, pese a que hubo también crecimiento de los ingresos.

“Pasando raya, hasta ahora, al cabo del actual período de gobierno, los ingresos del SPNF mejoraron 1,2% del PIB y sus egresos primarios subieron 1,0% del PIB. A esa mejoría del SPNF, de dos décimas del producto, se suman otras dos del resto del resultado primario, pero se restan cuatro décimas por mayores pagos de intereses del sector público, llegándose, por ahora, al mismo resultado fiscal del año 2019”, finaliza el informe.

Para considerar la situación fiscal se toman en cuenta las cifras del sector público vinculadas al gobierno central, al Banco de Previsión Social (BPS), las empresas estatales, los gobiernos departamentales, el Banco de Seguros del Estado y el Banco Central del Uruguay.

Imagen: Observatorio de la Coyuntura Económica