Fotos: Javier Noceti / @javier.noceti

José Decurnex (59), a contrapelo de cualquier niño uruguayo, no quería ser futbolista del cuadro de sus amores. Él quería ser el presidente de ese cuadro, a la sazón, Nacional. Los consejos de su tío, “el Gaucho” Rospide, le fueron inculcando ese interés por preocuparse por los temas chicos y grandes que atañen a una institución deportiva. Atajó en Nacional Universitario entre los 80 y los 90, hasta que en 1997 —cuando Peñarol ganaba el Quinquenio—, nuestro entrevistado tomó el camino del mundo empresarial. Estuvo unos años en Chile como gerente de IBM y viajaba cada tanto a ver a su familia.

Ya en este siglo, retomó aquel consejo de su tío bolso: meterse “en los intestinos” del club, dirá él en esta charla en el hotel Aloft de Punta Carretas. Lo hizo y agarró el fierro caliente de presidir al club tras la pobre gestión de José Luis Rodríguez. Dice que el club estaba “quebrado” y hubo que “sacarlo del pozo”. Ganó dos de tres Uruguayos posibles y llegó a avanzar a Cuartos de Final de Libertadores, mientras, además, mejoró las obras del club.

Este 14 de diciembre habrá nuevamente elecciones en Nacional y Decurnex va por el oficialismo. En tal sentido, en esta charla le contestó a su competidor, el ex representante de jugadores Flavio Perchman: “El otro día dijo: ‘Hay un 5% de probabilidades de que venga Marcelo’. Dijo que había un ‘5% de chances de traerlo’. Capaz que con un 5% de Marcelo, un 4% de Benzema y un 2% de Ter Stegen armamos un jugador dentro de 6 meses. Vamos a sacarnos la careta, y dejar de vender humo”, afirmó. Fue aún más duro: dijo que su adversario desconoce la realidad del club y que busca “engañar” a los votantes.

Es curioso, de niño no soñaba con jugar en Nacional, soñaba con presidir Nacional...

Mirá, yo jugué en Nacional Universitario, de arquero. Aparentemente no era demasiado bueno, entonces había que elegir por otro lado. A mí me empezó a llevar al fútbol mi tío, Ignacio Rospide, él estuvo muy vinculado a Nacional, pero en realidad nunca participó de ninguna directiva, por distintas razones. Desde chico siempre nos inculcó a mi primo y a mí esa vinculación con Nacional, de ayudar al club, de tratar de estar cerca. Era chico, pero vos te acordabas de aquellas directivas donde Nacional estaba con problemas y era difícil conseguir gente que se metiera a ayudar, y siempre me quedó eso, de que, en algún momento de mi vida, si lo podía hacer, si le podía dedicar el tiempo, lo iba a hacer.

A fines de 2018 Nacional estaba muy complicado, al borde de la quiebra. Era el momento. Yo había vuelto a Uruguay, y fue un buen momento para candidatearme como presidente.

Jugó en Nacional Universitario, en los años 90. ¿Cómo jugaba? ¿Cómo quién?

Yo llegué a Nacional Universitario en el año 84. Hicimos una gira por Europa de dos meses y medio, una gira espectacular de campeones sub-18, y jugaban equipos profesionales de Europa. Yo trabajaba en IBM, estaba yendo y viniendo a Buenos Aires, y en ese momento me fui a vivir a Chile, con lo cual ya era imposible seguir con la actividad de fútbol. Jugué desde el 84 al 97. En el colegio me decían “Pantera”, por Rodolfo [Rodríguez], capaz que por la altura y por flaco. No sé si atajaba tanto como él, me parece que no, pero bueno…

Es ingeniero en computación y fue gerente general de IBM. Ya en 2019 me contó que vivía en San Pablo y tenía su familia acá, era socio de algunas empresas y participaba de directorios de empresas de aquí y del exterior. Pero que Nacional le llevaba el día entero. ¿Cómo se comulgan los tiempos de un empresario con el presidente de un club grande, que insume tanta energía? ¿El empresario queda en un segundo plano?

Cuando vos asumís la presidencia es una tarea 24/7. Y no solamente en la actividad privada de tus empresas, sino también en la parte familiar, porque el mundo del fútbol además son todos los días, incluidos los fines de semana, y el fin de semana es con bastante actividad. Tenés que pensarlo muy bien, tenés que hacer un análisis muy profundo acerca de si querés, realmente, tomar esa decisión, porque tenés que dejar todas las actividades de lado. Es difícil conjugarlo, hay momentos donde es mucho más que otro (períodos de pases, por ejemplo), hay etapas en la vida del club donde se necesita mucho el presidente. El fútbol es presidencialista, el 80% de las decisiones las toma el presidente.

Ahora, hay algo que no me cierra. Como empresario, si le va bien en las empresas en las que está, gana buena plata, tiene un buen pasar. Pero ser presidente de Peñarol o Nacional son cargos honorarios, entonces económicamente no hay discusión. De seguro tiene que haber una carga de pasión, una motivación importante, o hasta de vanidad, para seguir el camino de la presidencia de un grande.

Sí, creo que hay una pasión muy fuerte. Gracias a Dios he tenido la oportunidad en la vida de tener una muy buena carrera en IBM. Eso me generó una situación económica que me permite estar con cierta tranquilidad. Y ahí empezás a ver otras cosas en la vida que no son solamente la ecuación económica de una empresa, sino, como vos decís, la parte pasional. Pensar a qué le puedo dedicar mi tiempo. Por eso creamos la Fundación Nacional para dedicarle tiempo a la gente. Hoy tenemos 150 chicos que estudian en Los Céspedes, tenemos relación con las familias del barrio, en un barrio con mucha vulnerabilidad. Estoy en una etapa de la vida, con 59 años, donde vos querés, de alguna manera, dejar algo. Y me pasó que pensé: “¿Voy a tirarme a presidente de Nacional ahora, que está complicado?”. Sé que me va a llevar mucha energía, y que va a llevar gran parte de mi tiempo y gran parte de las canas que tengo son por ese cargo. Pero me pareció que era un momento importante para hacerlo, a dejar un poquito de lado el mundo empresarial.

“‘¿Voy a tirarme a presidente de Nacional ahora, que está complicado?’ Sé que me va a llevar mucha energía, y que va a llevar gran parte de mi tiempo y gran parte de las canas que tengo son por ese cargo. Pero era el momento para hacerlo”

Nacional sigue en un proceso de crecimiento, pero hay muchas cosas a resolver. Muchos socios se me acercaron para que yo me postulara, porque están de acuerdo con el plan de trabajo que se ha seguido durante todos estos años, donde se sacó a Nacional del pozo. Nacional estaba realmente quebrado, no tenía forma de salir. Y pensándolo muy bien, sobre todo en esta etapa, con hijos también más grandes, acepté el desafío.

A propósito de tener una visión empresarial, ¿es de los que cree que Nacional debe ser gestionado como una empresa?

Vale la pena aclararlo: yo creo que Nacional no debería ser una sociedad anónima deportiva (SAD) nunca. Nacional es uno de los movimientos socioculturales más importantes del país, y me parece que eso lo define por sí mismo como una asociación civil sin fines de lucro. Así se creó y me parece que tiene que seguir siendo así. Dicho esto: creo que hoy cualquier actividad que no sea manejada como una empresa o con los conceptos del mundo empresarial, va a tener problemas en su actividad, cualquiera sea el rubro.

Y el fútbol no escapa a eso, porque el fútbol hoy es una actividad donde los niveles de facturación han crecido, han crecido exponencialmente. Nacional ahora se presenta al balance el viernes 29 [hoy], y es un año récord de ingresos: de 27,2 millones de dólares. Vos tenés una empresa que tiene 170 empleados, tiene complejidades en distintas áreas, que tiene 60.000 socios, que tiene sponsors con los cuales trabajamos permanentemente, tenés un Parque Central que tenés que atender, tenés palcos que tenés que atender… Hay una dinámica en el club que te lleva a que si vos no lo manejás como una empresa, donde vos fijás los presupuestos, establecés estrategias, donde cada una de las áreas tenga claro lo que tiene que hacer, yo creo que hoy sería inviable manejar a Nacional de otra forma.

Y a eso yo le pondría el condimento fútbol, que no es menor, porque es ese condimento de pasión es difícil de cuantificar. Es el condimento humor-tribuna que hace que muchas veces las presiones, las decisiones, las alternativas que vos manejás, estén muy influenciadas por ese humor deportivo. Por eso insisto mucho en que manejar a Nacional no es para cualquiera. Vos tenés que tener experiencia, tenés que conocer el club por dentro. Yo cuando llegué ya había estado en una directiva, había estado en un par de comisiones. Es un club complejo, muy político en muchos de sus estamentos. Y la verdad, nosotros ya tuvimos presidentes que no conocían el mundo fútbol y que no conocían a Nacional, y eso nos llevó a aquel 2018 donde Nacional estaba prácticamente quebrado. Por eso el mensaje al socio es: tengamos cuidado, el presidente es una figura muy importante. Si bien tiene que tener un equipo atrás, al final es el que dedica realmente la vida al club.

En mayo de 2019, cuando llevaba cinco meses de gestión, le pregunté para este espacio qué debería pasar para que al terminar el 2021 usted se sintiera satisfecho con su gestión. Y me contestó: “Creo que tendrían que pasar tres cosas: tener un club balanceado económicamente, con una estructura robusta interna tanto desde el punto de vista de proceso como de talento y capacidades. La segunda es que tengamos una base estructural en el mundo de formativas aún mejor de la que tenemos hoy, y que Nacional sea un club exportador de talento en serio a los grandes mercados del mundo y que se nos pague por ese talento como se pagan en otros mercados. Y la tercera es que esta iniciativa de Fundación Nacional sea algo que se arraigue profundamente”. Pasando raya, ¿cómo cree que le fue en su pasado mandato?

Quedé muy satisfecho. Nacional salió del pozo económico en el que estaba y logró balancear sus cuentas. La prueba de ello es que nosotros logramos restablecer el vínculo con proveedores para reconstruir el Parque Central, proveedores a los cuales le debíamos 5 millones de dólares cuando yo llegué. Tuvimos la oportunidad en plena pandemia de hacer un club social que hoy tiene 4.000 socios y que le permite a Nacional volver a jugar al básquetbol en La Blanqueada. Eso tuvo un financiamiento externo, Nacional puso cero peso y hoy tenemos una realidad. Tuvimos la oportunidad de llevar la Ciudad Deportiva de Los Céspedes a ser una de las mejores concentraciones de Latinoamérica, al nivel de Europa (dicho esto por los jugadores que han vuelto de Europa).

Desde el punto de vista del balance financiero, infraestructura, crecimiento del club, crecimiento patrimonial, fue muy bueno, muy exitoso. Desde un punto de vista deportivo: estructuramos las formativas, incorporamos a Fernando Curuchet para empezar esa reestructura. Con la reestructura en formativas, hoy Nacional puede decir que en cada una de sus divisionales tiene el talento que esperamos. En aquel momento nos faltaba talento en posiciones críticas, que son, básicamente, del medio de la cancha para adelante. Hoy están, y lo vemos en los chicos que están jugando en Primera división: [Gonzalo] Petit, Bruno Arady, [Exequiel] Mereles, Renzo Sánchez… Estamos empezando a ver el resultado de toda una inversión que se hizo durante años.

“Con la Fundación Nacional estoy extremadamente satisfecho. La fundación tiene hoy 150 chicos que están estudiando en Los Céspedes, tenemos un ciclo básico de UTU, un bachillerato, y un centro juvenil del INAU. Atendemos chicos que van a desayunar y a merendar, que estudian”

Nacional vendió por 52 millones de dólares brutos (durante todos estos años, del 2020 a 2024), pero no hemos tenido todavía la chance de vender jugadores de media cancha hacia adelante, que es donde se paga más en los mercados grandes. Vendimos jugadores como [Matías] Viña, Santi Rodríguez, Emiliano Martínez, [Franco] Fagúndez, a muy buenos valores. Pero cuando vos vas a los valores grandes en Europa, son esas posiciones ofensivas que estamos empezando a trabajar ahora, y hay que validar ahora.

Y, desde un punto de vista de la Fundación Nacional, estoy extremadamente satisfecho. La fundación tiene hoy 150 chicos que están estudiando en Los Céspedes, tenemos un ciclo básico de UTU, tenemos un bachillerato, y tenemos un centro juvenil del INAU. Atendemos chicos que van a desayunar y a merendar, que estudian. Tenemos deserción prácticamente cero, es de las pocas UTU que están en ese nivel. Hemos sido pioneros, porque otros clubes deportivos se han enganchado con este modelo. Estamos impactando en la familia, estamos dando cursos de Inefop. De un Nacional en Los Céspedes que estaba, desde finales del 60, de espaldas al barrio, hoy tenés un Nacional de cara al barrio, de puertas abiertas, ayudando a las distintas escuelas. Y a mí me parece que en el movimiento sociocultural Club Nacional de Football es muy importante ese impacto social.

Y económicamente, ¿cómo dejó al club? ¿Saneado o con muchas deudas?

El club, desde 2020, tiene hoy balances positivos, lo cual es muy importante porque te genera un club balanceado, que gasta menos de lo que le ingresa. A nosotros nos lo dejaron con un pasivo de 31 millones de dólares, y estamos cerrando con un pasivo de 34 o 35 millones. Básicamente, las diferencias son obras que se hicieron en el Parque y en Los Céspedes, y es una mochila que cargás. Nosotros tenemos un plan de abatimiento escalonado de ese pasivo, en varias cosas que se han trabajado, en el incremento de la masa social. Nacional, cuando llegamos, tenía un ingreso de 4 millones de dólares por cuota social, y hoy tiene un ingreso de casi 8 millones de dólares. Este año estamos terminando en 8 millones de dólares netos para Nacional de ingresos. Hay todo un trabajo que se va a hacer el año que viene con respecto a la televisión. Esos son oportunidades de ingresos adicionales que te permiten, de alguna forma, empezar a manejar ingresos diferenciales para abatir ese pasivo. Nacional debería manejarse con un pasivo de la mitad de lo que está hoy, unos 16 a 17 millones de dólares.

Hace unas semanas entrevisté a Flavio Perchman para este espacio, quien será candidato a vicepresidente, acompañando a Ricardo Vairo, en la fórmula de Nacional Infinito, y él me decía que el oficialismo está “desgastado” y “cansado”, que incluso ve cierta “desidia” y que el actual presidente, Alejandro Balbi, “no siente gestionar”. Usted representa al oficialismo. ¿Coincide en algo con su competidor?

No coincido en nada. Yo creo que tendría que ir al diccionario y leer el significado de “desidia”, porque eso es lo único que no hay en el club. Desidia es desinterés o falta de energía. Este es un club que ha crecido consistentemente desde el año 2019. Un club que va a tener un ingreso récord de 27 millones este año, que tiene un Parque Central soñado, en el cual se invirtieron más de 15 millones de dólares, que tiene un club social con 4.000 socios, que tiene una ciudad deportiva en Los Céspedes que es de primer nivel internacional, una fundación que atiende a más de 150 chicos. Es el club más ganador de los últimos cinco años, independientemente del resultado de este Campeonato Uruguayo, a nivel local ganamos tres de cinco, somos ganadores clásicos por excelencia [8 de 11].

“Lo que dijo Perchman es mostrar un desconocimiento absoluto del club, y establecer relatos que no condicen con la realidad. Lo escuché hablar del tema socios… Una falacia total. Nacional tiene hoy más socios de los que tenía cuando nosotros ingresamos”

Yo creo que lo que dijo es mostrar un desconocimiento absoluto del club, y es establecer relatos que no condicen con la realidad. Lo he escuchado hablar del tema de socios… Una falacia total. Nacional tiene hoy muchos más socios de los que tenía cuando nosotros ingresamos. Hicimos un cambio de matriz social.

A mí me dijo: “Hace seis años que no se haca una campaña de socios, y no se interactúa con ellos”…

Es mentira. Hubo tres campañas de socios en los últimos años. Es engañar al socio. Pero lo que más me sorprende es el desconocimiento total que tienen del club, tanto Vairo como [candidato a] presidente como de Flavio como candidato a vicepresidente. Y la verdad es que eso a mí me preocupa, porque ya estuvimos ahí en el 2018. Nosotros ya tuvimos un presidente que no tenía idea de lo que era Nacional [N. de R.: se refiere a José Luis Rodríguez], que no iba a ver a Nacional. Vairo lo reconoció el otro día: en los últimos cinco años creo que canjeó seis o siete veces las entradas para ir al Parque. Entonces, esas situaciones son muy delicadas, porque el club hay que conocerlo, hay que entenderlo, hay que meterse realmente en los intestinos del club.

Me sorprendió mucho esa aseveración, porque está lejísimos de la realidad, lejísimos de los resultados que se pueden ver. Hoy tenemos 60.000 socios, cuando nosotros llegamos había 100.000 socios había 44.000 morosos con más de cinco años de antigüedad, había fallecidos en el padrón, era un descontrol Nacional. Después de tres campañas de socios, campañas específicas de morosidad y limpieza de la base, hoy tenemos 60.000 socios de verdad, pagantes. El ingreso era de 4 millones de dólares, hoy es de 8. Entonces yo creo que nosotros podemos demostrar claramente que lejos de que haya una desidia o un desinterés, este grupo de trabajo ha trabajado denodadamente para que el club siga creciendo. ¿Referencias? Hablen con [Diego] Polenta, vino [Luis] Suárez. Yo me hubiera preguntado: si hubiera habido desidia o desinterés, el club no hubiera traído a Suárez, no hubieran llegado el Mauri [Pereyra], el Diente [Nicolás López], [Sebastián] Coates. La verdad… es instalar un relato que está lejísimos de la realidad. No me sorprende, porque no es el único relato que han instalado. Es un desconocimiento brutal del club y de la realidad de lo que pasó los últimos cinco años.

Recuerdo que en su mandato se enojó con su par de entonces, Jorge Barrera, porque Peñarol sin consultar a Nacional avanzó para llevar los clásicos al Campeón del Siglo. ¿Es de los que cree que los clásicos deberían jugarse en el Centenario con ambas parcialidades? ¿O qué postura tiene?

Mi postura es que Nacional tiene que jugar de local siempre en el Parque, contra cualquier rival. Particularmente los clásicos. El Parque genera una presión adicional en la localía. Es una localía bastante pesada, es un estadio en donde la gente está muy cerca y eso se nota cuando vienen equipos internacionales, o cuando viene nuestro tradicional rival. Entonces nuestra postura es jugar siempre en el Parque. ¿Con o sin visitantes? Si eso implica, por razones de seguridad, que no haya público visitante, no lo habrá. Yo creo que eso es una decisión más del Ministerio del Interior, no tanto de los clubes. Pero no voy a negociar salir del Parque para jugar un clásico.

¿Pero prefiere que haya hinchas de Peñarol o que no? Porque Ignacio Ruglio tiene un matiz con usted: coincide en que Peñarol debe ser local en el Campeón del Siglo, pero él siempre dice: “Yo quiero que vendan hinchas de Nacional, sean 2.000 o 3.000, pero que haya hinchas visitantes”.

¿Sabés qué pasa? Cuando las restricciones de seguridad son tantas, yo creo que no tiene sentido que haya hinchas visitantes, porque, en definitiva, prefiero darle, en el caso nuestro, la tribuna Scarone a socios e hinchas de Nacional para que disfruten de la fiesta, y no para dársela a un puñado de hinchas que vienen del cuadro rival. Creo que es más una discusión de seguridad. En lo que sí me quiero enfocar es: nosotros vamos a jugar en el Parque, y lo otro es secundario.

Cuando lo entrevisté hace cinco años decía “el estadio Peñarol”. ¿Le sigue costando llamarlo Campeón del Siglo?

No, el nombre del estadio es Campeón del Siglo. Para mí es el estadio de Peñarol, porque es lo que me sale. No tengo ningún problema con eso.

Tengo entendido que el oficialismo en Nacional lleva 13 directores técnicos en seis años, a un promedio de dos por año. ¿No son muchos entrenadores? ¿Por qué cuesta tanto apostar a un plazo prolongado por un proyecto de cuerpo técnico?

Hay distintas razones. La primera es que algunos de los técnicos se fueron por decisión propia, caso [Álvaro] Gutiérrez en el 2019, caso [Pablo] Repetto. No es que hubiera habido una decisión de la directiva de turno de sacarlos. Es importante precisarlo, porque capaz que la historia hubiera sido distinta si esos técnicos se quedaban. Lo que priorizo es ganar.

“Para tener un presupuesto balanceado tenemos que vender por 5.500.000 dólares, y cuando vos analizás los últimos años, hubo años que vendimos nueve, otros 10, otros cinco, otros seis, otros ocho”

Muchos de los técnicos de esos que hablan tanto fueron en el 2019 y 2020, y nosotros salimos campeones en el 2019 y en 2020. Entonces, lo que le pregunto al hincha es: ¿Qué hubiera preferido? ¿Tener un solo técnico en tres años y no ganar un campeonato? ¿O tener en esos dos años cuatro o cinco técnicos, pero salir campeones? Porque algunos de ellos son interinatos, y no tenía sentido poner un DT porque te faltaban tres partidos para terminar un campeonato. Entonces a la hora de ir a una campaña política suman peras con bananas, pero yo le digo al hincha: yo prefiero ganar a contar los técnicos que tuve. En tres años de mi mandato, ganamos dos, y llegamos un Cuartos de Final de Copa Libertadores en el 2020 con jugadores, básicamente, formados por Nacional. En aquel momento no solo cortaste un bicampeonato de Peñarol, sino que generaste un bicampeonato de Nacional.

Es sabido que acá explota un juvenil con un puñado de goles y, seis meses después, ya lo están vendiendo, y así no hay plantel que aguante. ¿No hay forma de retener a los talentos jóvenes que da el club?

Yo creo que sí hay forma, y es lo que estamos planificando ahora: la venida de Mauricio Pereira, de Coates, del Diente [López], no es casualidad. Y por algo se les firmó, además, por dos años. Porque nosotros ya veníamos viendo una generación de jóvenes que estaban prontos para jugar en el plantel de Primera división. Algunos que ya lo están haciendo hoy, y otros están alternando, pero ya para el año que viene van a tener la madurez suficiente. Y yo creo firmemente que Nacional, para lograr ir por una gloria deportiva, necesita una altísima identificación de los jugadores y del cuerpo técnico del club. Yo lo vi bien en el 2020: con jugadores muy jóvenes vos lográs un diferencial deportivo que, de repente, no lo lográs con muchas fichas extranjeras.

Cuando vos tenés una ecuación armada, eso te permite empezar a retener algunos talentos. Dicho eso, también es verdad que vos necesitás vender, porque el fútbol uruguayo es vendedor por definición. El tema es vender en el momento justo, en los momentos en donde no te impacta deportivamente y, sobre todo, no tener que vender por necesidad. Creo que Nacional hoy está parado ahí. Para tener un presupuesto balanceado tenemos que vender por 5.500.000 dólares, y cuando vos analizás los últimos años, hubo años que vendimos nueve, otros 10, otros cinco, otros seis, otros ocho. Vos podés vender cinco jugadores a un palo [un millón] o uno solo por cinco o seis. Entonces, cuando vos ves tu plantel, tenés que buscar la manera de conformar esos cinco millones y medio de distinta forma, y eso te permite retener los talentos más importantes.

El presidente de Peñarol, Ignacio Ruglio, dijo: “Decurnex miente”, y lo invitó a debatir. Habló de 4 millones de dólares que Nacional recibió de adelanto de la Conmebol, dijo que usted intentaba explicar esos montos como adelantos por clasificación a copas y él dijo: “Él [Decurnex] está hablando de adelantos Conmebol, pero no tiene nada que ver con el plan presentado en Fiscalía que se llama Convenio Nacional. Es un convenio por un dinero que fueron a pedir de 4 millones de dólares a descontar con el 25% de sus ingresos por año, sin garantía, sin intereses. A eso se suma que, además, tomó el fondo de fortalecimiento por otros tres millones. Es decir que al final de 2022 le dieron 7 millones de dólares. Al resto del fútbol uruguayo le dijeron: ‘Ellos este año van a jugar con 7 millones más que ustedes’. Por tanto, alteraron la deportividad”, afirmó en Último al arco de Sport 890. ¿Qué tiene para decir?

Que cada uno tiene su visión de los hechos. Obviamente en fútbol hay una grieta importante, y cada uno está tirando para su lado, y teniendo su visión. A Nacional se le dieron cuatro millones de dólares sí, lo sabe todo el mundo. Y el descuento es por clasificación de las siguientes fases o de la Copa Libertadores. Y después, cuando Nacional planifica la Copa, eso ya está pago. De esos cuatro millones, nosotros ya hemos devuelto la mitad. Yo no miento. No es mi estilo de trabajo, no es mi forma de proceder.

¿Y los otros tres que dice Ruglio?

Los otros tres son fondos que podría cualquier otro club levantar de la AUF. Son 167.000 dólares por mes que todos los clubes de AUF estaban habilitados para levantar. Algunos lo hicieron y otros no lo hicieron.

¿Por qué nadie levantaría el dinero que le corresponde? ¿Y por motivo de qué?

Muchos lo levantaron. Es que no es solo Nacional. Ese dinero es un fondo de asistencia que AUF puso a disposición de los clubes, un fondo de asistencia que llegó de Conmebol, es como una donación, de 12 millones de dólares a cada una de las asociaciones de fútbol de Sudamérica. Eso es parte de lo que se planteó en su momento como asistencia financiera para las distintas asociaciones Como Nacional ha clasificado a copas internacionales, hay una parte que ya se devolvió. En esta Copa Libertadores, cuando competimos contra San Pablo, ese canon ya no lo mandaron, se lo quedó Conmebol.

¿Y aceptará esa invitación a debatir?

Yo no tengo por qué debatir ni con Ruglio, ni con nadie. No me interesa un debate con nadie. Nosotros somos conscientes de lo que hemos hecho. No me interesa entrar en dialécticas. Podría debatir otros temas también, bastante más importantes, como que él dijo que era “hincha de Tenfield”. Pero no me interesa debatir esas cosas. Creo que cada uno tiene su visión, cada uno defiende a su club. Mi rol es defender al Club Nacional de Football, y es lo que yo voy a hacer desde donde me toque estar. Y voy a debatir con quien yo quiera debatir, y que produzca o tenga un beneficio para Nacional.

¿Cuáles son las urgencias para Nacional? En caso de ganar, ¿qué es lo más urgente?

Lo primero es mantener el equilibrio financiero que nosotros tenemos. Trabajar muy fuertemente en tres áreas. Para generar un ingreso adicional que son socios, como venimos trabajando, que fuimos de 4 millones a 8 millones. Nuestro plan es llevar eso a 12 millones de dólares de ingresos. Trabajar muy fuertemente el contrato de la televisión, que el año que viene se va a dar, y para mí es una gran pelea que todos los clubes debemos de dar. Y bueno, particularmente yo me siento en la silla de Nacional, y Nacional tiene que dar para al menos, duplicar el ingreso por televisión, que hoy es de 3 millones de dólares y llevarlo, por lo menos, a 7 millones de dólares. Eso trae aparejado que a Nacional le vuelve la marca Nacional. Hoy esa marca Nacional está en un contrato cedido a Tenfield. Y al volver esa marca, nosotros entendemos que por lo menos hay un millón adicional de ingresos que vos podés tener. Entonces, estamos hablando de 8 millones más.

Y después seguir trabajando en este mundo de formación de jugadores, para seguir generando jugadores en las posiciones que los grandes mercados compran, para generar ese diferencial. Y eso es lo que te lleva a un plan que nosotros tenemos de abatimiento de pasivo de los siguientes 3 a 5 años. El segundo tema importante es la inversión que tiene que hacer Nacional en la ciudad deportiva de Los Céspedes. Alrededor del mundo de formativas se hizo mucho trabajo con el plantel de Primera. Nosotros tenemos que hacer una inversión para generar, dentro del plan maestro, un ala que es una nave central, que te permite tratar a los chicos de acuerdo a las edades que tienen.

El aspecto económico dista mucho de ser bueno, me dijo Perchman. ¿Cuán alicaídas están las arcas del club?

Nacional gana dinero todos los años. El problema que tiene Nacional es el pasivo endémico que nos quedó en el 2018 por un mal uso del dinero en las obras del Parque Central, y en la operación de Nacional. El pasivo hoy es de 34 millones de dólares. El desafío que vos tenés año con año —porque operativamente vos ganás plata— como vos no podés cancelar el pasivo, tenés que renegociar ese pasivo todos los años. Y lo vas a achicar paulatinamente. Si vos lo vas achicando paulatinamente, el superávit operativo que te va a ir quedando, cada vez te va a rendir más, para que la plata te quede en el bolsillo.

Y en lo deportivo, que es lo que le importa al hincha: ¿Quién puede venir?

Nuestro slogan de campaña es “Vamos por la gloria”.

Vairo y Perchman también dicen que van por la gloria. Perchman me dijo: “Si fuera por dinero, me quedaba donde estaba. Yo voy a Nacional por la gloria”.

No sé cómo lo va a hacer… Como dijo ayer: “Hay un 5% de probabilidades de que venga Marcelo” [N. de R.: se refiere al exlateral brasileño de Real Madrid que viene de jugar en Fluminense]. Dijo ayer que había un “5% de chances de traerlo”. Capaz que con un 5% de Marcelo, un 4% de Benzema y un 2% de Ter Stegen armamos un jugador dentro de 6 meses. Vamos a sacarnos la careta, y dejar de vender humo.

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“Perchman dijo: ‘Hay un 5% de probabilidades de que venga el brasileño Marcelo’. Capaz que con un 5% de Marcelo, un 4% de Benzema y un 2% de Ter Stegen armamos un jugador dentro de 6 meses. Vamos a sacarnos la careta, y dejar de vender humo”

No es casualidad que hoy Coates, el Diente [López] y el Mauri [Pereyra] estén acá, y estén con un contrato de dos años. Nosotros creemos en la identificación, no solamente de los referentes, sino de los formados en el club y, sobre todo, también del cuerpo técnico, que es el diferencial que vos vas a tener a la hora de ir a competir internacionalmente. A base de billetera no vas a competir nunca con Botafogo, Flamengo o River argentino. A estos referentes que volvieron se les firmó por dos años, se habló con ellos de un proyecto deportivo, sabedores de que teníamos una camada de jóvenes que estaban subiendo y que van a estar listos para Primera. Hay que incorporar alguna ficha internacional, obviamente lo tenés que hacer. Nosotros estamos renegociando la extensión de [Luis] Mejía, de [Cristian] Oliva, de [Gonzalo] Carneiro, que son jugadores muy importantes en el andamiaje de Nacional. Y queremos ir por algo grande, porque creemos que tenemos hoy la base para poderlo hacer. Pero la base fundamental es la que está, con algún complemento.

¿La familia quiere que vuelva a ser presidente o le recriminan que vuelva a meterse en este baile?

Y… esa fue un poco la dinámica de la charla familiar. Yo tengo una familia espectacular: mi esposa, los tres hijos que siempre me han apoyado en los proyectos de vida. Por eso hemos recorrido el mundo. Y cuando me presenté en su momento en Nacional, también lo hicieron, y en este momento también lo hacen. Hoy, con una perspectiva y un aprendizaje de lo que fueron aquellos tres años —que fueron muy duros, de mucho desgaste para mí—, bueno, eso hace que muchas veces no estés presente donde tenés que estar. Te contesto con lo que me dijo mi hija, Julieta, que hoy tiene 27 años. Julieta me dice: “Mirá, papá, te apoyamos todos. Es lo que te gusta, es tu pasión, pero tomátelo con un poco más de calma. Sé que le vas a dedicar las 24 horas, porque es tu forma de ser, pero tratá de estar presente en casa”. Al final, el apoyo está y por eso tomé la decisión.

¿Es feliz?

Sí, muy feliz. Tengo una familia espectacular, un grupo de amigos increíble y hago lo que me gusta hacer. Soy un poquito hiperactivo a veces, pero soy muy feliz.