Decenas de bebés con lágrimas en el rostro se enfrentaron el sábado en un ritual tradicional japonés llamado "sumo llorón" que, según las creencias, brinda buena salud a los niños y que regresó por primera vez después de cuatro años de pandemia.
Acompañados por sus padres, los niños pequeños llevaban el tradicional delantal ceremonial de los luchadores de sumo y compitieron en templo Sensoji en Tokio.
El triunfador es el que rompe a llorar primero.
Para alentarlos, los empleados caminan alrededor de ellos, usando máscaras de demonios "oni", con el objetivo de asustarlos.
"Podemos conocer la salud de un bebé escuchando cómo llora", dijo a la AFP Hisae Watanabe, madre de un bebé de ocho meses. "Hoy puede estar nerviosa y no llorar mucho, pero quiero escuchar su llanto saludable".
El "sumo llorón" se lleva a cabo en santuarios y templos de todo Japón y atrae a un gran número de espectadores.
Shigemi Fuji, presidente de la Federación de Turismo de Asakusa y organizador del evento, admite que algunas personas pueden pensar que es terrible hacer llorar a los bebés a propósito.
"Pero en Japón, creemos que los bebés que lloran en voz alta también crecen con buena salud", dijo.
Un total de 64 bebés participaron en el ritual, dijo el organizador.
Sin embargo, las reglas varían de una región a otra: en algunos lugares los padres esperan que su hijo sea el primero en llorar, en otros, el primero en llorar es el perdedor.
AFP