La diseñadora de modas Carmela Hontou presentó una denuncia ante la Justicia uruguaya a mediados de marzo de este año contra el diario argentino La Nación y el periodista uruguayo Nelson Fernández por la publicación, en el medio argentino, de una noticia que el documento, al que accedió Montevideo Portal, califica de “totalmente falsa”.
La demanda es por daños y perjuicios causados por dos notas, publicadas el 16 y 17 de marzo de 2020, que hablaban sobre la llegada a Uruguay de la pandemia del coronavirus (Covid-19) a través de Hontou, quien había asistido a una boda tras haber contraído la enfermedad en Europa.
“En la conducta no solo se observa la intención de dañar al sujeto pasivo de la noticia, sino también la intención de engañar a la comunidad que necesita estar debidamente informada”, dice una parte de la denuncia y agrega que “la notoria indiferencia por la verdad también tiene consecuencias no queridas en un sistema democrático”.
“La noticia es totalmente falsa y demostrativa de la real malicia al reportar de Fernández que buscaba con esto un verdadero linchamiento público de su persona”, agrega.
Pero antes de detallar las partes de los textos que escribió Fernández como corresponsal de La Nación que considera falsos y publicados con “real malicia”, la denuncia ahonda en la historia de vida de Carmela Hontou.
Trabajar desde los 14
Así, bajo el subtítulo “Antecedentes personales y profesionales. Acreditante de la legitimación activa”, se narra que la denunciante “comenzó a trabajar a los 14 años” en una boutique de vestimenta femenina.
Asimismo, cuenta que “a sus 22 años contrajo matrimonio y formó su familia”. Y da cuenta de los nombres de los dos hijos que tiene. En adjunto, en esta línea, presenta las partidas de nacimiento de ambos.
A continuación, se detallan distintos emprendimientos y trabajos que tuvo Hontou, todos vinculados con la venta de indumentaria y el diseño.
“Para el año 1995 se da el ingreso de la señora Carmela al mundo de la moda, especializándose en el área del cuero”, dice la denuncia y destaca: “A cierto nivel de consumidores, son determinantes para la contratación de un servicio las características personales y profesionales de quien deberá prestar el servicio, siendo estos muy exigentes a la hora de la elección y Carmela comenzaba a colmar las expectativas del mercado internacional al más alto nivel, abriéndose sola las puertas de la moda”.
A partir de allí se cuenta de la apertura de varios locales en Montevideo y Punta del Este y de la internacionalización de su marca personas (Carmela) desde su llegada a la Fashion Week de Milán en febrero de 2018.
“Eso catapultó a Carmela a llegar a Los Ángeles y Las Vegas, donde comenzó a codearse con figuras de la talla de Jenifer López, a quien tuvo el honor de vestir”, cuenta el escrito y adjunta una foto de Hontou abrazada de la actriz y cantante estadounidense.
Para la defensa de la denunciante, por ese entonces “el vínculo cliente-consumidor era tan estrecho que los clientes, más allá de concretar la compra de la prenda que pretendían, lo que querían era ser atendidos por la mujer de carne y hueso que estaba detrás de la marca”. Y enfatiza: “Querían que los atendiera Camela, querían conocerla, esto generaba casi un trato intuitu personae”.
“Siempre su carrera como empresaria se desarrolló en línea ascendente, a finales del 2019 la diseñadora se encontraba en la mejor etapa de su carrera, con las mejores expectativas desde el punto de vista contractual, las mejores chances estaban por venir”, considera.
Luego, viene un nuevo subtítulo en la denuncia llamado: “Inicio del calvario y muerte civil de la persona y empresaria”.
“Hasta marzo de 2020 en que todo cambio para la vida de Carmela, habiéndose decretado su muerte comercial y civil de la persona y de la empresaria”, continúa.
Y sumó en el relato: “El día que estaba sufriendo las consecuencias de la enfermedad, tuvo que soportar ser considerados como culpables por la población entera, situación que se mantiene incambiada hasta hoy”.
“Luego del estado público que tomo la causa ya nada fue igual para ella, todo el país dicto sentencia fallando la muerte civil de Carmela y la condeno al aislamiento, al trato con frialdad, a la mirada cargada de desprecio”, añade y asegura que por este hecho “la señora” tiene “secuelas psicológicas de importancia”.
“Carmela Hontou es comerciante en el área de manufactura de vestimenta y nunca será tenida en cuenta nuevamente por el público de la misma manera anterior a la pandemia”, expresa.