Colombia definirá el próximo domingo 19 de junio quién será el sucesor del presidente Iván Duque, marcando también cuál será la visión política que se aplique en las decisiones que se tomen en la Casa de Nariño, los próximos cuatro años. En un país cuya historia política ha estado ampliamente dominada por la derecha tradicional y la centro-derecha, los dos candidatos que se enfrentarán en la segunda vuelta, Gustavo Petro y Rodolfo Hernández, representan visiones con una fuerte impronta anti-establishment pero a su vez, con discursos políticos en muchos puntos antagónicos.
En representación de la coalición de izquierda conocida como “Pacto Histórico Colombia Puede”, Petro alcanzó en la primera vuelta el 40,34 % de los votos, que lo llevaron al primer lugar rumbo al balotaje. El actual senador es líder y fundador del partido político Colombia Humana, el movimiento de izquierda que logró la votación más alta en la historia del país, con más de 4,8 millones de sufragios en la primera vuelta en 2018, año en el que se midió ante Duque en el balotaje.
En las elecciones pasadas, en mayo de este año, superó su propio récord, al obtener 8,5 millones de votos. Aunque esto fue en el marco de la plataforma Pacto Histórico, respaldado ya no con los votos de su propio partido, sino de otras 16 fuerzas integrantes de la coalición y otros 13 sectores que apoyaron su candidatura.
“Queremos que aparezca el cambio, la transformación”, dijo tras conocer los resultados, en la noche del domingo 29, según consignó CNN en Español. Con esta idea en mente Petro busca sacar a Colombia del tradicional eje ideológico de la derecha y apostar a un viraje luego de las manifestaciones sociales que paralizaron al país en 2019.
Los inicios de “Aureliano” en el M-19
El Movimiento 19 de Abril, conocido usualmente como M-19 o “El Eme”, fue una organización de guerrilla urbana en Colombia, que operó entre enero de 1974 y marzo de 1990 y que surgió en respuesta a las irregularidades en las elecciones presidenciales de 1970, en las que Misael Pastrana Borrero, candidato del Frente Nacional —coalición entre los partidos tradicionales de Colombia, el Liberal y el Conservador—, le ganó a Gustavo “Gurropin” Rojas Pinilla, fundador de la Alianza Nacional Popular (ANAPO) y militar que en 1953 dio el único golpe de estado exitoso en el país durante el siglo XX.
Del ala socialista de la ANAPO, llamada originalmente “Comuneros” surgió el M-19, luego de que sus fundadores fueran expulsados del partido y conformaran la organización que llevaría por nombre la fecha de las elecciones de 1970.
En los años siguientes, “el Eme” se haría conocido por el secuestro y asesinato de José Raquel Mercado, presidente de la Confederación de Trabajadores de Colombia; el secuestro del exministro y gerente de la empresa Indupalma, Hugo Ferreira Neira en apoyo a las huelgas de sus empleados; la toma de la embajada de República Dominicana en Bogotá; el secuestro de Martha Nieves Ochoa, hermana del clan Ochoa, miembros del Cártel de Medellín; la toma del Palacio de Justicia en 1985 y el robo de la espada del prócer colombiano Simón Bolívar, el 17 de enero de 1974.
El día del hurto, el grupo dejó un mensaje que rezaba: “Bolívar, tu espada vuelve a la lucha. Con el pueblo, con las armas, al poder. Bolívar no ha muerto. Su espada rompe las telarañas del museo y se lanza a los combates del presente. Pasa a nuestras manos. Y apunta ahora contra los explotadores del pueblo".
Petro se unió al M-19 en 1977, donde se lo conocería con el pseudónimo de Aureliano, en honor al nombre de pila del coronel Buendía, personaje de Cien Años de Soledad, de Gabriel García Márquez.
En 1984, el movimiento se encontraba en tregua con el gobierno de Belisario Betancur tras la firma de una serie de acuerdos entre ambas partes y el Ejército Popular de Liberación (EPL), guerrilla de inspiración marxista-leninista. Ese año, “Aureliano”, siendo ya concejal de la ciudad de Zipaquirá (departamento de Cundinamarca), reveló públicamente su militancia en una de “las más grandes manifestaciones en la historia del municipio”, según recordó el propio Petro en el perfil que escribió en 2018 sobre su figura el diario El Espectador.
En ese mismo artículo, Pacho Paz, amigo y compañero en “el Eme” de Petro, decía esto sobre el hoy candidato a presidente: “Gustavo era el hombre político, como dicen hoy los milicos: el ídeólogo. No todos los guerrilleros echaban tiros. Había unos que tenían la tarea de hacer trabajo de masas y proselitismo: ese era Gustavo”.
En 1985, Petro fue capturado por el Ejército en el barrio Bolívar 83 de la ciudad, disfrazado con una peluca y un vestido de mujer. Durante diez días, recuerda El Espectador, lo torturaron e interrogaron en la XIII Brigada de la fuerza, para luego pasar 18 meses en la cárcel La Modelo, hasta marzo de 1987. En los años siguientes, aún en las filas del M-19, participaría del llamado “proceso de desmovilización” y comenzaría su carrera política fuera de la guerrilla.
La tercera, ¿es la vencida?
Fue cofundador de la Alianza Demócratica M-19, sucesora política del movimiento, con la que llegó a la Cámara de Representantes en 1991. Tres años después, buscaría ser reelecto, sin lograr conseguir los votos suficientes.
Luego un exilio obligado tras ser amenazado de muerte —en el que el gobierno de Ernesto Samper lo nombró agregado diplomático en Bruselas—, en 1997 fue el candidato de la AD M-19 a la alcaldía de Bogotá, obteniendo 7000 votos, lo que le dio el octavo puesto en las elecciones locales.
En 1998 vuelve a la Cámara de Representantes, impulsado por el Movimiento Vía Alterna, del cual también fue fundador, para cuatro años más tarde ser reelecto, esta vez, con la más alta votación, según recuerda El Tiempo.
Accede al Senado en 2006, como candidato del Polo Democrático Independiente, coalición conformada entre la Vía Alterna y el Frente Social y Político. Durante sus años en el senado, consigna la revista Semana, destapó el escándalo conocido como “parapolítica”, al demostrar vínculos entre políticos colombianos y grupos paramilitares.
Gozando de un pico de popularidad luego de esa actuación, en 2008 Petro anuncia su candidatura presidencial, de cara a los comicios del 2010, en los que obtuvo 1.331.267 votos, un 9,1 % del padrón, quedando en cuarta posición en las elecciones que ganó Juan Manuel Santos.
Entre 2012 y 2015, Petro fue electo Alcalde de Bogotá, impulsado por su nuevo partido, el Movimiento Progresistas, obteniendo el 32,22 % de los votos. Durante su gestión tomó medidas como la prohibición al porte de armas de fuego y la conservación de los humedales de Bogotá, esta segunda en el marco de otras iniciativas dentro de su política ambiental, que hoy en su tercera campaña esgrime como uno de sus estandartes de batalla.
En las elecciones de 2018 alcanza la segunda vuelta, que finalmente pierde ante Iván Duque, por lo que luego ocupó una banca en el Senado, por los resultados de los comicios legislativos.
Es en estos años que, con el apoyo de Colombia Humana, emprende la conformación de una nueva coalición, de cara a las corrientes elecciones de 2022: el Pacto Histórico.
La visión de Petro
Fuerte opositor a los gobiernos de Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos e Iván Duque, el candidato del “Pacto” ha dicho que el principal problema de Colombia es la “desigualdad social” que se ha dado por la “corrupción que lleva años en Colombia y que aumentó en los dos gobiernos de Uribe”, según consigna el medio local W Radio.
También vincula esa corrupción estructural al “feudalismo asociado al narcotráfico” que “ha llevado a la pobreza a más del 80 % de los ciudadanos de Colombia”. Para enfrentarse a eso, el político busca un “gran pacto social”, que concentre los esfuerzos de todos actores ciudadanos, políticos y privados para llevar adelante reformas en Colombia, apuntando a una “era de paz”, a una economía productiva y una “era del saber”.
“El instrumento fundamental para la igualdad social es la educción, el saber. El saber hace parte de lo fundamental. El saber no se quita, al contrario es ilimitado y este es el principal factor de la construcción de una clase media mayoritaria. El concepto no tiene que ver con que se acaban los ricos y lo he dicho explícitamente en mis discursos que nosotros no venimos aquí para empobrecer ricos, vinimos para enriquecer pobres. Si la pobreza se supera, se disminuye la desigualdad social”, dijo en entrevista con esa emisora en 2018.
En la misma, el candidato aseguró que ha sido “de izquierda” y que no se arrepiente de ello, pero que no propone un programa de izquierda, ni “socialista”.
“El problema de Colombia es que no se ha desarrollado el capitalismo”, aseguró y agregó que lo que proponen desde su partido es “el desarrollo de un capitalismo democrático”.
“Expropiar es a una compra obligada. Eso pasó en Venezuela donde creen que los medios de producción son del Estado. Allá no viven de medios de producción sino del petróleo. Viven de la renta”, dijo, al ser consultado sobre su visión del modelo chavista.
Dentro de su coalición, Petro impulsó la creación de una lista cerrada que tuviera igual número de mujeres y hombres de cara a las elecciones parlamentarias, que logró ser la más votada al Senado el pasado 13 de marzo de 2022.
Dentro de sus objetivos, busca “hacer girar la economía alrededor de la vida”, según cita CNN en Español, así como apostar a una reestructura del modelo productivo que simultáneamente garantice la protección del medioambiente, buscando que la economía se base en “la producción y no en la extracción”.