El economista Javier de Haedo analizó la situación económica y política de Uruguay durante este 2023 y aludió, entre otras cosas, al posible impacto de lo que sucede en la vecina orilla para el año próximo.

De Haedo consideró que Argentina hoy “está procurando salir de la mayor crisis de estos últimos 40 años”. En entrevista con Radio Sarandí este miércoles, dijo que el gobierno anterior construyó “un complejísimo castillo de naipes”, en el que “ante cada problema se generaba una traba, una regulación, una restricción, un cepo”.

“Ahora Milei está trabajando de bombero. No le pidas que lustre los muebles en medio de un incendio; no le pidas que arregle la estructura de la casa: primero hay que apagar el incendio”, ilustró. “Está sentando las bases sobre los escombros que encontró. De todos modos, ya está dando señales de una agenda reformista”, afirmó después.

Sobre las promesas de campaña, mencionó el llamado “teorema de Baglini” en Argentina, que alude al diputado radical Raúl Baglini, quien enunció que la seriedad de las promesas de los políticos es directamente proporcional a sus posibilidades de acceder al poder.

“Milei es un ejemplo más: decía cosas extremas, incompatibles en materia económica cuando no se veía presidente, desde el momento que se acercó al sillón de Rivadavia empezó a volverse sensato, y cuando se sentó, ni les cuento; ahora es ‘La realidad avanza’, no ‘La Libertad Avanza’”, dijo en referencia al presidente argentino.

Sobre Uruguay, ponderó que, bajo su visión, “los dos mejores gobiernos” desde “el punto de vista de reformas y políticas económicas”, fueron el de Luis Lacalle Herrera y el primero de Tabaré Vázquez.

“Ahora están diciendo el mismo verso de siempre, de no suba de impuestos. Suben la apuesta los que menos chances tienen de llegar”, afirmó después.

Igualmente, destacó que el presidente Luis Lacalle Pou había prometido en campaña no subir impuestos y lo cumplió. “No hizo ningún ajuste, pero eso generó que hoy tiene el mismo déficit que heredó”, explicó.

Consultado sobre la quita del descuento de puntos de IVA en pagos con tarjetas de débito, admitió que “técnicamente” es una suba de impuestos, aunque añadió: “Pero yo ni lo cuento, son moneditas”.

“En un sector público que tiene 15 mil millones de presupuesto, 30 millones no existen, eso es fuegos de artificio de la política”, expresó.