La semana pasada la periodista Patricia Madrid en Así Nos Va y el semanario Búsqueda informaron de investigaciones sobre presuntas irregularidades en los cinco viajes en misión oficial al exterior realizados en los años 2019 y 2020 a Roma y Washington DC por el exsecretario de Presidencia Miguel Toma.
El objetivo de la indagatoria era establecer si se justificaba la presencia de una contadora integrante de la Secretaría Nacional para la Lucha contra el Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo (Senaclaft) y una escribana que oficiaba como técnica de contralor de toda la documentación aportada por Presidencia.
Según la denuncia que llegó a la Junta de Transparencia y Ética Pública (Jutep), algunos integrantes de esa misión habían "ido a pasear", haciendo hincapié en la contadora.
La investigación fue archivada con los votos del entonces vicepresidente Daniel Borrelli y la exvocal Matilde Rodríguez Larreta, debido a que el presidente Ricardo Gil Iribarne se encontraba de licencia. Al volver, Gil estuvo en desacuerdo con el archivo de la causa, ya que a su juicio se debió pedir más información.
Ayer Matilde Rodríguez Larreta dijo a En Perspectiva que si bien han surgido ahora elementos que exigen una "reconsideración", en su momento pareció un "caso más", por lo que le llamó la atención la repercusión que tuvo ahora. Además, dijo que la denuncia parecía más una vendetta política que otra cosa.
Esta mañana, Borrelli contó la historia completa de cómo fue la investigación, al ser consultado por Informativo Carve.
"Me llegó a mi mail particular un mensaje anónimo", dijo, lo que le llamó especialmente la atención, ya que no fue dirigido a la Jutep. "Decía (la persona) que había trabajado conmigo en el Ministerio del Interior, que quería denunciar los hechos, que sabía que era honrado y no me gustaban esas cosas, y me pedía investigar", apuntó Borrelli.
En el mail "hablaba sobre viajes del doctor Toma, decía que había ido gente a pasear y nombraba a una contadora y una escribana sin dar los nombres". "Lo llevé al directorio, se analizó y se pidió prueba a Presidencia de la República", dijo.
El exjerarca explicó que el denunciante "mandó algo muy confuso, sin elementos claros para investigar un punto determinado". "Nosotros, dando palos de ciego, pedimos informes a Presidencia, pero muy general, porque no había datos concretos", puntualizó.
"A la semana nos contesta el secretario general de Presidencia y nos pasa viáticos, pasajes, etcétera. Y lo que más me termina de convencer es que intervino el gerente financiero del inciso de Presidencia, un contador que da cuenta al Tribunal de Cuentas de la República. Me dio tranquilidad que el gerente financiero haya aprobado lo que nos mandó. Decidimos archivarlo y nos dimos por satisfechos con la información", agregó a Carve.
El exvicepresidente de la Junta agregó que luego, "con el diario del lunes", la cosa es distinta, pero que en su momento no había elementos para seguir la investigación. "Ahora pienso que si hubo nuevos elementos, la Jutep podría reinvestigar los hechos. Entiéndanme, el doctor viajó también a fines de enero, y eso no vino a la Jutep, y también en febrero cuando yo no estaba ya en la Junta. Si hay una duda, lo más conveniente es que la Jutep actúe de nuevo con más elementos. Pero con los elementos que yo tuve me parece excesiva una investigación administrativa. Habrán encontrado algo distinto, no van a hacer una investigación administrativa porque sí", comentó.
Sobre las críticas de Gil Iribarne, Borrelli dijo que no era lógico esperar veinte días a que volviera de su licencia. "Yo le dije a Ricardo que pidiera la reconsideración el tema y yo le decía que sí. Si tenía elementos nuevos, yo no tenía ningún problema, no quiero dejar dudas sobre esto. Y me dijo que no, porque estaba firmado. No obstante, le insistí en que lo pidiera y no quiso. Con el diario del lunes, bueno, pero con los elementos que teníamos no daba ni para una semiplena prueba, para decirlo en términos judiciales", puntualizó.
De viajes y más
Para Borrelli, no es irregular o extraño per se que Toma se haya acompañado de dos personas, ya que es común que los jerarcas viajen con personas especializadas en algún asunto. "Hay que preguntarle a él si era necesario llevar una contadora y una escribana", manifestó.
También dijo que a él se le adjudica una amistad con Toma o se ha dicho que ambos son masones, lo que no es cierto. "Yo soy masón, no tengo ninguna vergüenza y es un orgullo, pero Toma nunca tuvo que ver con la masonería. Éramos compañeros de trabajo, ambos éramos fiscales de Gobierno, cada uno en su Fiscalía. Si yo quería proteger a Toma no llevaba el mail que recibí en forma particular al directorio", remarcó.
"Ahora sale que (la contadora) no tenía misión concreta, pero una denuncia anónima tenía muy pocos datos. Lo único que podíamos hacer era pedir informes", afirmó.
Aclaró que el asunto no se archivó el mismo día sino a la semana. "Si carecemos de prueba, no tenía sentido. Teníamos tan poca información, en una denuncia anónima y confusa", manifestó.
Con respecto a la aparición de Toma y la contadora en un partido de la Roma, Borrelli dijo que el partido fue de noche. "Cuando un funcionario va a trabajar, por ejemplo en este caso, el Tribunal a las cinco de la tarde ya cierra. De noche puede hacer lo que quieran hasta el otro día. O van a cenar, o ven un espectáculo o van el fútbol, como en este caso. Si Toma pagó de su bolsillo la entrada al estadio, en eso no lo alcanza ninguna irregularidad", concluyó..