Da Silveira: "No se nos puede criticar por poca preocupación por la seguridad sanitaria"

La decisión de recomenzar las clases presenciales en algunas escuelas rurales el 22 de abril despertó resistencias por parte del sindicato de maestros y también de algunos consejeros de Primaria, que plantearon preocupación por el aspecto sanitario.

"Resulta que ahora van a estar 1.500 personas trasladándose desde centros poblados, ciudades, hacia lugares donde hoy no hay infectados", dijo a Sarandí Elbia Pereira, secretaria general de la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM). "No fuimos recibidos ni convocados a ninguna reunión", agregó.

Sin embargo, el ministro de Educación, Pablo Da Silveira, dijo esta mañana a Informativo Carve que antes de la declaración pública el presidente del Codicen tuvo reuniones con el Consejo de Primaria y la FUM. "Por supuesto que las cosas no se hacen sin decir agua va. El Consejo de Educación Primaria estaba al tanto", dijo.

Da Silveira aseguró que la decisión no se toma por "ningún apuro". Señaló que la prioridad número uno es cuidar la salud de los uruguayos. "Uruguay fue el país más rápido en suspender las clases en el mundo, cuando solo había seis casos de contagio. Al gobierno no se lo puede criticar por poca preocupación por la seguridad sanitaria en el terreno de la educación", afirmó.

Dijo sin embargo que por otro lado "está el tema del inmenso costo por haber suspendido las clases presenciales" y las inequidades que se refuerzan debido a ello.

"El gran desafío es que el 2020 no sea un año perdido en materia educativa. Eso se logra con muchas cosas", afirmó.

"Hay que ir pensando en volver as clases presenciales en algún momento del año. Y está bien, porque las medidas tomadas para frenar la expansión de la pandemia están dando buenos resultados", agregó el ministro, que consideró que esta medida es un pequeño paso en esa dirección y que se anunció dos semanas antes porque reiniciar las clases requiere una preparación.

"Nuestra idea es no dar el 2020 por perdido y para eso tenemos hasta marzo del 2021. Es perfectamente factible que para compensar los déficits debamos extender el cronograma educativo y tengamos que hacer cosas en verano", puntualizó.