Los cuerpos de seguridad y los expertos británicos no se ponen de acuerdo sobre si los sangrientos atentados del pasado jueves en Londres son obra de islamistas fanáticos nacidos en el Reino Unido o de terroristas llegados del exterior a esta isla.
La policía británica ha intensificado con ayuda de los agentes de otros países la búsqueda de varios sospechosos, entre los que destaca Mustafá Setmariam Nasar, alias "Abú Musab al Suri", sirio de 47 años casado con una española y con pasaporte también español, de quien se sospecha que se encuentra actualmente en Irak.
Los servicios de inteligencia del Reino Unido recibieron hace algún tiempo informaciones según las cuales Setmariam Nasar, considerado uno de los cerebros de los atentados terroristas de marzo del pasado año en Madrid había estado formando aquí "células terroristas" dispuestas a actuar en cualquier momento.
Otro individuo a quien las autoridades británicas desean interrogar es Zeeshan Hyder Sidiqui, de 25 años ciudadano británico, entrenado en un campamento de Al Qaeda y detenido en Pakistán desde mayo pasado.
Según el dominical "The Sunday Times", la policía cree efectivamente que "una célula terrorista extranjera" está detrás de las cuatro explosiones, que han causado un número superior al medio centenar de muertos y unos 700 heridos de distinta gravedad.
De acuerdo con esa versión, los terroristas entraron en Gran Bretaña con pasaportes falsos en los tres últimos meses, procedentes del continente europeo o del norte de Africa.
Sin embargo, un dossier preparado conjuntamente por los ministerios del Interior y de Asuntos Exteriores y titulado "Los Jóvenes Musulmanes y el Extremismo", indica que miles de simpatizantes de la red terrorista Al Qaeda pueden estar viviendo actualmente en este país.
El informe, filtrado a la prensa, cifra en menos de un uno por ciento el número de musulmanes con pasaporte británico involucrados en actividades terroristas, bien en el Reino Unido, bien en el extranjero.
De ser ciertos esos cálculos aproximados, el número de terroristas potenciales que son ciudadanos británicos sería de 16.000, de una población musulmana total de alrededor de 1,6 millones.
Según ese documento, del que da cuenta hoy el dominical "The Sunday Times", unos diez mil de ellos han asistido a conferencias de extremistas y son varios centenares los que están preparados para cometer atentados terroristas como los de Londres.
El perfil de un potencial terrorista británico es un individuo solitario y frustrado, que se siente de pronto atraído por clubes universitarios de carácter étnico o religioso.
Los terroristas pueden ser de origen extranjero, sobre todo del norte de Africa y Oriente Medio, aunque nacionalizados aquí, o bien británicos de segunda y tercera generación cuyos padres o abuelos llegaron de Pakistán o de Cachemira.
Algunos proceden, sin embargo, de medios liberales y laicos y se han convertido al Islam en la edad adulta: éstos pueden ser británicos de raza blanca o de extracción caribeña.
La guerra de Irak, la falta de solución del conflicto de Oriente Medio y lo que perciben como la "doble moral" en la política exterior de los gobiernos occidentales alimentan la desilusión en muchos y en otros, el fanatismo integrista.
El anterior jefe de Scotland Yard -la policía metropolitana de Londres-, John Stevens señala hoy en otro dominical que los autores materiales de los atentados de Londres son "con casi total seguridad" ciudadanos británicos y advirtió de que hay muchos más nacidos y educados aquí, dispuestos a atacar.
"Me temo que hay un número suficiente de gente de este país dispuesto a cometer actos terroristas y no hacen falta reclutas extranjeros", explica Stevens en declaraciones al dominical "News of the World".
Stevens dice tener informaciones según las cuales hasta 3.000 británicos o individuos con residencia aquí han pasado por los campos de entrenamiento de Osama Bin Laden en los últimos años.
El terrorista potencial medio, explica, es un ciudadano de apariencia normal y vestir conservador, cauto, paciente, capaz de navegar en internet en búsqueda de fórmulas para fabricar explosivos y agentes tóxicos y dispuesto a matar "sin misericordia alguna".
