Sudáfrica informó este sábado que el presidente Cyril Ramaphosa será investido para un segundo mandato de cinco años el próximo miércoles en Pretoria, después de ser reelegido por el Parlamento para encabezar una coalición inédita de unidad nacional.

“La sección 87 de la Constitución de la República de Sudáfrica indica que el presidente debe prestar juramento en los cinco días posteriores a su elección por la Asamblea Nacional. (...) Por lo tanto, su investidura ocurrirá el miércoles, 19 de junio de 2024”, dijo la portavoz interina del Gobierno de Sudáfrica, Nomonde Mnukwa, en una rueda de prensa en Pretoria.

“La investidura nos ofrece una oportunidad de celebrar nuestros valores democráticos y nuestro sistema de gobernanza”, añadió.

Así, Mnukwa “animó” a “todos los sudafricanos” a seguir este evento tanto por los medios de comunicación como en persona, “sobre todo los niños y los jóvenes, que pueden observar este evento como parte de la construcción de la cohesión social que nos hace especiales como nación”.

También participó en la rueda de prensa la ministra de Relaciones Internacionales y Cooperación, Naledi Pandor, que forma parte del comité designado por el presidente para organizar su investidura.

“Se han enviado invitaciones a un buen número de jefes de Estado y de Gobierno y estamos empezando a recibir sus respuestas”, indicó, sin revelar aún la cifra de dignatarios que acudirán al evento.

“Esperamos que sea un evento maravilloso al que asistan tantos amigos de Sudáfrica como sea posible”, añadió.

El pasado viernes, la Asamblea Nacional (Cámara Baja) de Sudáfrica reelegió a Ramaphosa para liderar el país pese a perder la mayoría absoluta en las elecciones del 29 de mayo, horas después de que John Steenhuisen, el líder del principal partido opositor, la Alianza Democrática (AD, centroderecha liberal), afirmase en un mensaje a la nación haber alcanzado un acuerdo con la organización del mandatario para un “Gobierno de unidad nacional”.

El partido de Ramaphosa, el histórico Congreso Nacional Africano (CNA), cosechó el 40,20 % de los votos y 159 de los 400 escaños del Parlamento, mientras que la AD, heredera de la dirigencia política blanca que se oponía al “apartheid”, se llevó el 21,81 % de los votos y 87 asientos.

De esta manera, el CNA perdió la mayoría absoluta por primera vez desde los comicios de 1994, cuando Nelson Mandela se convirtió en el primer presidente negro del país y se abolió el régimen segregacionista del “apartheid” (1948-1994).

Tras desempeñar un importante papel en las negociaciones que permitieron desmantelar el “apartheid”, ser un líder sindicalista y prosperar en el sector privado, Ramaphosa, de 71 años, llegó en 2018 a la Presidencia con la promesa de cambio para acabar con la corrupción que empañó el mandato de su antecesor, Jacob Zuma (2009-2018).

Sin embargo, su popularidad decreció por la persistencia de problemas como el desempleo (32,9 %), la criminalidad, la crisis energética con constantes apagones y la extrema desigualdad que todavía pesa sobre la población negra.

Además, debió enfrentarse en las últimas elecciones al nuevo partido de Zuma, el uMkhonto weSizwe (Partido MK).

El Partido MK irrumpió en sus primeros comicios generales con casi el 14,60 % de los votos (58 escaños) y trató sin éxito de impugnar ante la Justicia la celebración de la primera sesión parlamentaria este viernes, si bien sus parlamentarios boicotearon el acto.

Ramaphosa promete unidad

Ramaphosa, prometió a su país “trabajar juntos” con otros partidos y buscar el “bien común”, después de ser elegido este viernes por el Parlamento sudafricano para un segundo mandato de cinco años pese a perder la mayoría absoluta en las últimas elecciones generales.

“Los resultados (electorales) han dejado claro que el pueblo de Sudáfrica espera que trabajemos juntos para satisfacer sus necesidades, encontrar puntos en común y superar nuestras diferencias por el bien común del país”, dijo Ramaphosa ante la Asamblea Nacional (Cámara Baja), al término de una sesión que duró catorce horas, con pausas protocolarias y para comer.

“Este es un nuevo capítulo histórico en la vida de nuestro país”, añadió el mandatario, después de que 283 de los 339 diputados que votaron este viernes lo hiciesen a su favor en la primera sesión del Parlamento tras los comicios generales del pasado 29 de mayo, celebrada en Ciudad del Cabo (suroeste), sede del Poder Legislativo.

Ramaphosa, de 71 años y el quinto presidente de Sudáfrica, se impuso en la votación de este viernes al otro nominado, el líder de los Luchadores por la Libertad Económica (EFF, de extrema izquierda y cuarto partido del país), Julius Malema, de 43 años.

“Esta es una era de esperanza. También es una era de inclusividad”, subrayó el jefe de Estado electo.

Malema, por su parte, aceptó su derrota, pero criticó a Ramaphosa por haber pactado con lo que describió como “el monopolio blanco” que controla la economía de Sudáfrica.

En las elecciones del pasado mayo, el CNA cosechó el 40,20 % de los votos y 159 de los 400 escaños del Parlamento, mientras que la AD, heredera de la dirigencia política blanca que se oponía al “apartheid”, se llevó el 21,81 % de los votos y 87 asientos.