El laboratorio de Datos y Sociedad, DatySoc, un proyecto incubado por Data Uruguay, reúne un equipo interdisciplinario de profesionales que buscan promover “un marco de referencia sobre la situación de los derechos humanos en la era digital en Uruguay”. En esta línea, cuestionó la incorporación de la cédula de identidad uruguaya en el cuestionario del Censo 2023, que comienza el 29 de abril. Para el laboratorio genera “peligros”; es la primera vez que se incluye la cédula de identidad en el cuestionario censal.
“La incorporación de la cédula en el censo genera una legítima y fundada preocupación sobre la protección de datos personales”, señaló DatySoc. De este modo, argumenta que “la expectativa de anonimato es un pilar fundamental de todo censo”, ya que “permite generar confianza en la población para brindar datos sensibles sobre sí mismas y sus familiares, incluyendo el origen étnico, datos de salud, identidad de género y situación migratoria”.
Según DatySoc, recolectar datos “sensibles”, que están “asociados unívocamente a la identidad de las personas conlleva el peligro del uso indebido o la filtración de los datos”. Afirma que puede afectar la privacidad y seguridad de las personas y reforzar la discriminación de personas vulnerables.
El laboratorio recordó que “repetidos episodios de datos” muestran “deficiencias en las prácticas de seguridad de la información del Gobierno uruguayo”. En los últimos años, sostiene el laboratorio, se han filtrado, entre otros, datos de la Dirección Nacional de Identidad Civil sobre cédulas y datos que tiene el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay de niños, niñas y adolescentes.
La confidencialidad de la entrevista y conservar el anonimato de los datos de las personas censadas “no son suficientes para proteger” la información de las personas, señala. Según DatySoc, la única forma eficaz de evitar filtraciones o usos inapropiados es “no recopilar información innecesaria que identifique a las personas”.
No solo en Uruguay
El laboratorio asegura que la idea de incluir el documento de identidad en el censo generó polémica en otros países. De este modo, ejemplifica con Argentina, donde “la preocupación de la sociedad civil llevó al Gobierno a retirar la pregunta del cuestionario censal”.