La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, habló este jueves en un acto en el marco del Día de la Militancia en la ciudad de La Plata ante una multitud expectante de un anuncio electoral de cara a las elecciones presidenciales de 2023.
En medio de tensiones a la interna de su partido, el Frente de Todos, y con el presidente Alberto Fernández en una gira internacional que lo llevó al Foro de París sobre la Paz la semana pasada y a la Cumbre del G20 en Indonesia desde el martes, Cristina Fernández fue la única oradora en un escenario cargado de banderas y pancartas que añoraban su mandato (2007-2015).
“Podemos volver a hacer una gran Argentina, porque una vez lo hicimos”, dijo la líder en el Estadio Único Diego Maradona. Cristina ejerce la Presidencia hasta el regreso de Alberto al vecino país, según consignó La Nación.
Contra la Justicia
La jerarca comparó al sistema judicial argentino con el de “una rémora monárquica” en el que los cargos de los jueces son “eternos”. “¿Cómo puede ser que sus cargos sean eternos? ¿Qué tiene esto de democrático?”, se preguntó. Además, llama al Poder Judicial como “partido judicial”.
“Donde no hay jueces puestos a dedo, eternos en sus cargos, el sistema funciona”, sostuvo la vicepresidenta, que dijo: “No es bueno que los jueces decidan sobre las políticas económicas de un país”, expresó, según recogió el medio anteriormente citado.
“Se confirma la regla. Donde no hay jueces puestos a dedo, presionables y eternos en sus cargos, el sistema funciona", arremetió.
La economía
Cristina sostuvo que durante su gobierno los trabajadores “podían llegar a fin de mes, ahorrar y vacacionar” y comparó esa situación con la de su sucesor, Mauricio Macri (2015-2019), a quien culpó de ser responsable de que se estén tomando “ciertas medidas” después de que “se volvió al FMI”.
“Es necesario acordar políticas porque las elecciones se pueden ganar, pero los condicionamientos son tan profundos que va a requerir que todos los argentinos, o la mayor parte, tiremos todos juntos para el mismo lado. Si no, nuestro país será difícil para cualquiera”, aseveró.
Lo regional
“Evo [Morales] en Bolivia, [Hugo] Chávez en Venezuela. Esa fue la oleada de gobiernos democráticos que mejoraron el empleo", dijo la vicepresidenta. Además, recordó el golpe de Estado en Bolivia de 2019 que terminó con el mandato de Morales. Llamó un "escándalo internacional" el golpe en ese país e interpretó que la razón fue que Morales había incluido en la Constitución la elección de jueces con voto popular.
El discurso finalizó con una Cristina Fernández saludando largos minutos desde el escenario, a la distancia; bañada en serpentinas y con música de los Babasónicos de fondo. "Poco a poco, fuimos volviéndonos locos", entonaba Adrián Dárgelos desde los parlantes. Luego, sonó "La mano de Dios", de Rodrigo Bueno, ya con el escenario vacío.
Al clamor de los presentes por conocer su futuro electoral, la jerarca no se refirió explícitamente a una posible candidatura. Lo más claro que dijo sobre el tema fue cuando la militancia, conformada principalmente por La Cámpora, interrumpió la alocución al grito desaforado de “Cristina presidenta”, según constató Infobae.
Allí, luego de dejarlos un rato vitorear, la ex mandataria citó una frase de Juan Domingo Perón y replicó: “Todo en su medida y armoniosamente”.