El pasado martes, el fiscal de Homicidios de primer turno, Carlos Negro, imputó con 180 días de prisión preventiva al hombre de 27 años que estaba detenido como presunto autor del asesinato de un guardia de seguridad en Carrasco Norte.

Tal como informáramos, el trabajador custodiaba una cantera en Carrasco Norte cuando fue atacado por el homicida. Este le disparó en la nuca y luego prendió fuego la garita de vigilancia con la víctima dentro.

En rueda de prensa, Negro dijo que el móvil del crimen fue el hurto, ya que el atacante se llevó el arma y la moto del guardia y “quizá dinero”.

El fiscal informó que en la mañana del martes el ahora imputado pasó por la pericia psiquiátrica que solicitara su defensa. Esta prueba determinó que el criminal es imputable.

Para Negro, la evidencia del caso deja claro que el atacante procedió a sangre fría, y que su intención en todo momento era matar al guardia para luego despojarlo. “En la filmación se advierte que se dirige a la casilla y sin mediar palabra le dispara”, dijo.

El funcionario agregó que la propia familia del asesino pidió “restricciones” y no desea que regrese a su casa.

“Cuando la familia del imputado reclama que no vuelva a su casa es porque hay un contexto de temor, fundado por las características del hecho que cometió el imputado”, explicó Negro.

Horas antes de cometer el homicidio, el sujeto rompió la puerta de la casa de un tío y robó allí una escopeta, y también había amenazado de muerte a otro familiar.

El criminal fue imputado por “homicidio muy especialmente agravado y hurto”. Se impuso como medida cautelar prisión preventiva por 180 días, plazo en el que se sustanciará el juicio.