La intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, fue entrevistada este domingo en Página 12 y aseguró que la actual crisis del agua es “consecuencia de la improvisación” de las autoridades, aunque reconoció que el cambio climático “afectó muchísimo”. También dialogó sobre otros temas, como el “retroceso” en “varios aspectos”.
Consultada sobre si la Ley de Urgente Consideración generó atrasos en los derechos de las personas a nivel general, la jefa departamental respondió afirmativamente y dijo que lo principal es el que gobierno “no tiene un rumbo estratégico” y que eso es lo “primero que un país necesita”, consideró.
“Cualquier ciudadano tiene que saber los dos o tres principios básicos de para dónde va el país. Se desmantelaron algunos pilares de nuestra esencia. Nosotros logramos acceso universal a la salud y de calidad; logramos una matriz de telecomunicaciones de primer nivel mundial; cambiamos la matriz eléctrica a fuente renovable prácticamente en su totalidad e invertimos en educación”, afirmó, y agregó que, en la medida de que las empresas públicas no fueron invirtiendo y se mantuvo un rumbo de “piloto automático”, “las cosas se fueron deconstruyendo”.
En este sentido, se refirió a la crisis del agua, donde habló de improvisación y de la inversión que se hacía cuando gobernaba el Frente Amplio y lo que se destina actualmente, que, según sus cálculos, descendió 20 millones de dólares, ya que antes se invertían 90 millones en promedio anual y actualmente son 70 millones, algo que catalogó como “golpe importante”.
“Esto es lo que va a enfrentar en Uruguay el próximo gobierno, que a mi juicio tiene que ser del Frente Amplio porque el país no puede soportar otros cinco años del ‘sálvese quien pueda’”, indicó.
En otros temas, fue cuestionada sobre si el Frente Amplio intentará cambiar la reforma jubilatoria en caso de ser gobierno y respondió afirmativamente, aunque no explicó qué cambios harían. Comentó que deberán tener un diálogo “profundo” con toda la ciudadanía y plantear un cambio íntegro de todo el sistema provisional.
También le preguntaron sobre la política exterior del actual gobierno, que calificó como “neutra”, y aclaró que para ella la “neutralidad” no es “buena palabra”. En esta línea, agregó que Uruguay no avanzó en “ningún aspecto sustantivo” de su política exterior y que no se “aportó nada” en lo que refiere a la profundización del Mercosur.
“Al Mercosur lo vamos a tener que hacer andar porque es nuestro barrio. Y para cambiar algo hay que quererlo”, aseguró, y agregó que no le parece mal la postura de Lacalle de cuestionar al bloque, pero, a diferencia del mandatario, ella lo haría de modo “constructivo”. Cosse afirmó que las asimetrías son “innegables” y que Brasil y Argentina deberían tener “otras reglas” con los países más pequeños.
Finalmente, habló sobre el caso de Alejandro Astesiano, excustodio presidencial, y expresó que “es de no creer” lo que pasó. “En Torre Ejecutiva, la sede de la presidencia, funcionó una oficina de expedición de pasaportes falsos. Es una barbaridad por semana. Me da vergüenza”, dijo.
“Si me preguntas qué pasó hace dos semanas, tengo que hacer un esfuerzo porque la realidad supera todo: le entregaron un pasaporte a un narcotraficante que estaba preso en Dubai [Sebastián Marset] por no tener pasaporte, es absurdo. Me duele mucho porque Uruguay tiene un prestigio que no se logró con técnicas de marketing, sino en función al respeto del derecho internacional, seriedad, vocación por la transparencia, apego al estado de derecho. Hay que retomar ese camino”, concluyó.