La Justicia suele investigar decenas de siniestros de tránsito fatales que se desarrollan en contextos poco claros, lo que impulsa una serie de pericias e indagatorias que tienen el objetivo de echar luz sobre los hechos. Por lo general, no resulta demasiado complejo gracias a la tecnología disponible.
Este no fue el caso de Facundo (nombre falso) y su novia, que viajaban en moto por la ruta 3 —a la altura de San José—, y a quienes por el lado derecho los rebasó otro birrodado que rozó el vehículo en el que iban.
Producto del toque, Facundo y la mujer cayeron al suelo. Ella fue la que se llevó la peor parte, dado que su cabeza se golpeó contra una columna y falleció a raíz de las lesiones cerebrales.
Al comienzo de la investigación, la Fiscalía tenía como principal hipótesis que los involucrados estaban corriendo picadas, por lo que la velocidad habría sido un factor determinante bajo ese escenario.
Sin embargo, eso se descartó con el correr de las indagatorias. Más allá de las declaraciones de algunos testigos, uno de los argumentos fue el peso corporal, tanto de Facundo como de su novia, una razón que impediría circular a alta velocidad si se tiene en cuenta la cilindrada de la moto en la que viajaban.
Con el correr de las semanas —el siniestro fue en julio de 2023— el caso dio un giro inesperado cuando la defensa de la familia del conductor, a cargo del penalista Rafael Silva, pidió a la Fiscalía que periciara el celular del hombre que había provocado el siniestro.
La Justicia accedió a la solicitud del equipo de abogados hecha en 1º de agosto de 2023, pero cuando la Policía Científica comenzó a analizar los mensajes del teléfono, se dio cuenta de que la madre del involucrado había advertido a su hijo que se investigaría el celular. La mujer es una funcionaria policial que trabaja en San José y que, por razones que aún no se saben, se enteró de la decisión judicial.
Montevideo Portal accedió a los mensajes que forman parte de la investigación, y allí se puede ver que la mujer le adelanta a su hijo: “Van a periciar tu celular”. Esto fue dos días después de que la Justicia habilitara el permiso, es decir, el 3 de agosto.
Además, hay una serie de mensajes que dan cuenta de que el acusado y otro conductor estaban corriendo picadas, lo que provocó que rebasaran a Facundo y a su novia de manera imprudente, impulsando así el siniestro fatal.
El 26 de marzo de 2024, la mujer le pide a su hijo la cédula, con el fin de ingresar al Sistema de Gestión de Seguridad Pública (SGSP) y ver el legajo policial. Ese día le advierte que tiene un antecedente por fuga en el departamento de Canelones.
“Acá figura que te fugaste en Canelones, como que te fuiste. Y esas cosas te suman a vos. Es lo que yo vi tuyo, el 20 de enero cero [sic] que fue”, le dice la policía al hijo, que niega que haya sido así y responde: “¿Cómo que fuga? Si en Canelones fui a la cosa nomás, nunca me dijeron que pare ni nada”.
Además, la funcionaria policial le adelanta al acusado algunos avances en la investigación, como por ejemplo que los vecinos de la zona donde se dio el accidente habían aportado las grabaciones de las cámaras.
“Ayer de tarde fueron los vecinos a aportar cámaras de seguridad. Pero yo no te puedo creer que vos anduvieras con esos traperos, te juro que no puedo creer que anduvieras con esos traperos. No sé qué te enseñé, un hombre de bien abriendo la boca… tu madre policía”, indica el mensaje.
Del celular también se desprende que la mujer recibía información de alguien que, presumiblemente, trabaja en la Jefatura de Policía de San José. El 30 de marzo a las 8:23 horas la madre le reenvía un mensaje que dice: “Buenas, mañana tu hijo hora 14:30 tiene forense”.
A las 8:25, dos minutos después del primer texto, la mujer agrega: “Mañana tenés forense en el Juzgado, te van a ir a citar”.
La funcionaria tuvo acceso a las evidencias que fue recogiendo la Policía, por ejemplo, algunos videos del momento del accidente. Este material la mujer se lo mandó al mail del acusado, quien a su vez le solicitó que se lo enviara por WhatsApp.
“Mándamela a ese wpp también, que es el otro teléfono mío, porque en este tengo llena la memoria y no me descarga”, dice el mensaje.
Una causa quieta
Ante esto, la defensa de la fallecida realizó otra denuncia en contra de la funcionaria, porque de los mensajes se desprende que benefició a su hijo, o intentó hacerlo. Además, la mujer filtró información al acceder a lo que recabó la Policía.
Sin embargo, la Fiscalía no ha avanzado lo suficiente y el caso aún permanece inconcluso. Fuentes de la causa explicaron que es “extraño” que no se haya tomado ninguna determinación, sobre todo porque la adjudicación de responsabilidades está bastante clara, producto de la contundencia de los mensajes que arrojó la pericia telefónica.
“En los mensajes está todo: que venían corriendo carreras y eso terminó en el siniestro que mató a la joven. Y también está detallado cómo la mujer, que es policía, filtró y ayudó al acusado casi que constantemente”, añadió el informante.