“Vamos a movilizarnos”: la oposición de Venezuela llama a salir a la calle para reclamar su victoria en las cuestionadas presidenciales, en medio de masivas detenciones y amenazas de cárcel para sus principales dirigentes.
La autoridad electoral no presentó aún el detalle de los resultados del domingo, según los cuales Nicolás Maduro fue reelecto con el 51% de los votos, a medida que crece la presión internacional por un escrutinio transparente.
La oposición, liderada por María Corina Machado, publicó en un sitio web copias de las actas de votación que prueban la victoria de su candidato, Edmundo González Urrutia, con amplia mayoría, lo que el chavismo tachó de montaje.
Maduro, por su parte, pidió a la Corte Suprema pronunciarse sobre las elecciones, y dijo igualmente tener la evidencia de su triunfo.
“Le ofrecimos al régimen que aceptara democráticamente su derrota y avanzar en una negociación para asegurar una transición pacífica. Sin embargo, han optado por la ruta de la represión, la violencia y la mentira”, escribió Machado en X. “Ahora nos corresponde a todos hacer valer la verdad que todos conocemos. Vamos a movilizarnos. Lo lograremos”, agregó.
Tras la proclamación de Maduro, el lunes estallaron protestas en Caracas y otras ciudades, con 11 civiles muertos, según ONG de derechos humanos, y más de 1.000 detenidos.
“Ustedes tienen las manos manchadas en sangre”, dijo Maduro el miércoles en una rueda de prensa, al referirse a González Urrutia y a Machado. “Deben estar tras las rejas”, resaltó.
“Esto no es sostenible”
Este jueves, Brasil asumió la custodia de la Embajada argentina en Caracas, cuyos diplomáticos tuvieron que salir del país, y donde permanecen bajo protección seis colaboradores de Machado.
“Hubo mucho asedio en la sede diplomática”, dijo a periodistas Pedro Urruchurtu, uno de los refugiados. “No hemos cometido ningún delito y estamos protegidos porque nos están persiguiendo”, agregó.
En los últimos días le cortaron la electricidad a la legación argentina, según denuncias de opositores.
“A la fuerza, a los golpes, esto no es sostenible”, afirmó a la prensa Magalli Meda, mano derecha de Machado, también refugiada en la residencia argentina, sobre la situación política de Venezuela.
Temor a delaciones
Caracas ha retomado a medias su normalidad. Los comercios comienzan a abrir y el transporte público a funcionar después de días de mucha zozobra por las protestas que convirtieron a la capital en una suerte de pueblo fantasma.
“La vida se está normalizando, ya hay bastante gente en la calle”, indicó a la AFP Reinaldo García, de 55 años, en la gigantesca barriada de Petare.
Sin embargo, el ambiente en general es de temor. En un edificio de un barrio de clase media, los vecinos se hacen señas para callar cuando el tema de las elecciones surge: temen ser delatados y arrestados.
Maduro ordenó un despliegue de seguridad para evitar lo que consideró como un golpe de Estado por parte de la oposición “fascista”. Incluso habilitó dentro de una aplicación de programas sociales una sección para denunciar “a los delincuentes que han amenazado al pueblo” para “ir por ellos, para que haya justicia”.
Por su parte, la Fuerza Armada se ha mostrado monolítica en su posición de “absoluta lealtad y apoyo incondicional” a Maduro, “legítimamente reelecto”.
El fiscal general, Tarek William Saab, informó que en las protestas también murió un militar, 77 funcionarios han resultado heridos y más de mil personas han sido detenidas.
“Conversaciones constantes”
La reelección de Maduro ha encendido alarmas en el mundo, entre llamados a mayor transparencia en la presentación de los resultados y el temor de que se repita una nueva ola migratoria, que aumente la diáspora de 7,5 millones de personas que, según la ONU, salieron del país desde 2014 huyendo de la crisis.
“Está claro que Edmundo González Urrutia derrotó a Nicolás Maduro por millones de votos […]. El Consejo Nacional Electoral de Maduro necesita tiempo para preparar resultados falsificados”, dijo el jefe de la diplomacia estadounidense para el hemisferio occidental, Brian Nichols.
Los presidentes Andrés Manuel López Obrador (México), Gustavo Petro (Colombia) y Luiz Inacio Lula da Silva (Brasil), los tres de izquierda y cercanos a Maduro, tienen previsto hablar por teléfono este jueves, según el mandatario de México.
“Es probable que hoy hablemos por teléfono con el presidente Lula y con el presidente Petro […] Vamos a platicar sobre las posturas que se tienen en el caso de Venezuela”, afirmó López Obrador por la mañana.
El miércoles, la Cancillería de la vecina Colombia anunció en un comunicado “contactos permanentes con los gobiernos de Brasil y México, para crear las condiciones necesarias” en busca de “un acuerdo de convivencia” en Venezuela.
“El presidente Petro [es] un hombre honorable, serio, lo escucho mucho, estoy en diálogo con él”, dijo Maduro, luego que su par colombiano pidiera igualmente un “escrutinio transparente”.
Javier Tovar / AFP