El brutal asesinato de Lorena Ferreira Rodrigues, de sólo 2 años, conmovió en las últimas horas a los pobladores de la ciudad de Manaos, en el norte de Brasil.
Según informa el periódico local Em Tempo, la niña fue asesinada y descuartizada porque, según su tía -Ana Beatriz, de 19 años- “lloraba demasiado”.
Tras cometer el asesinato, Ana y su compañero descuartizaron el cadáver, lo colocaron en una maleta y lo trasladaron hasta el municipio de Autazes, a 112 kilómetros de la ciudad. En ese lugar reside el abuelo de la niña, y fue en el patio trasero de la finca donde los matadores enterraron los restos de la niña. Poco después, cuando el dueño de casa trabajaba en el terreno, se encontró horrorizado con los restos mortales de su nieta.
“A mi hija la mataron a golpes, la metieron en una maleta y la llevaron a Autazes y allí la enterraron”, dijo el padre de la niña, notoriamente conmovido, en declaraciones a la prensa local.
En el informe de la autopsia detalla Lorena fue agredida con un objeto contundente y sufrió con hemorragia intracraneal y traumatismo craneoencefálico.
Según el investigador Luiz Carlos Queiroz, a cargo del Distrito Integrado de Policía (DIP) de Autazes, la tía del niño, Ana Beatriz, fue detenida en flagrancia por ocultar un cadáver.
También según el informe, la joven dijo que ella y su pareja “corrigieron” a la niña a través de agresiones físicas. El día 23, la niña se habría “sentido enferma” y murió.
Ana Beatriz y su compañero permanecen detenidos a disposición de la Justicia.