El pasado sábado, una mujer de 74 años fue hallada muerta “con su cuerpo parcialmente quemado” en su casa de Rocha.
El cuerpo tenía “un pañuelo aparentemente en forma de mordaza en su boca”, decía el parte policial entonces. La mujer estaba sentada en una silla de plástico que se derritió a causa del fuego.
Asimismo, se divulgó que en la habitación se encontraba un dispositivo de monitoreo para la tobillera que usa su excompañero, a quien ella denunciara por violencia. Las pericias demostraron que ambos equipos funcionaban bien y no se hallaron indicios de incumplimiento de la medida cautelar.
Fiscalía dispuso diversas diligencias, incluyendo relevamiento por parte de Policía Científica, autopsia con examen toxicológico, obtención de historia clínica de la fallecida, informe de bomberos, acta a testigos y amigos cercanos y relevamiento de cámaras. También se analizaron los mencionados equipos de seguimiento.
El caso fue caratulado en primera instancia como “muerte dudosa”. Sin embargo, según un nuevo parte de la Jefatura de Policía de Rocha, se confirmó que se trató de un caso de suicidio.
De acuerdo con el mencionado reporte, las investigaciones mostraron “diversos indicios y elementos que permitieron establecer que se trató de una autoeliminación, información que se presentó a la Justicia competente”.
La fallecida era una maestra jubilada.
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