La Justicia condenó a 22 meses de prisión bajo el régimen de libertad a prueba a uno de los imputados por retener y torturar a un actor argentino en una panadería en el barrio Sayago.
La condena se logró mediante un proceso abreviado por “un delito de lesiones graves en concurrencia fuera de la reiteración con un delito de justicia por la propia mano en calidad de coautor”. Según informó Fiscalía, el hombre es la persona que tuvo menor participación en los hechos.
El condenado tendrá que fijar domicilio, presentarse una vez por semana en la seccional policial de su domicilio, prestar servicios comunitarios (por el plazo de seis meses) y no podrá acercarse a la víctima en un radio de 500 metros.
El caso
El actor argentino de 22 años conoció a uno de los imputados, un hombre de 27 años, en Buenos Aires mientras filmaba una serie para Amazon, a mediados de 2021.
El imputado era conocido, a su vez, de un cantante uruguayo que participó en una serie junto a la víctima. A mediados de enero de este año, surgió la posibilidad de que el joven actor viajara a trabajar a Montevideo, a una de las empresas del imputado, por la “mala situación económica que atraviesa Argentina”, una acción a la que la víctima terminó accediendo. Llegó a Uruguay el 6 de julio.
De esta manera, pasó a trabajar en una panadería en Sayago y, esporádicamente, en un boliche ubicado en Cordón, también propiedad del imputado. “Además, pasó a residir junto al imputado en un apartamento en la planta alta de la panadería en Sayago”, señaló la versión de Fiscalía divulgada en julio de este año.
Sin embargo, todo cambió el jueves 14 de julio de 2022. El fiscal Morosoli indicó que, próximo a la hora 19, el imputado dijo que le faltaba una caja en la que había cinco pistolas, balas y dinero, entre otras pertenencias. Le preguntó a la víctima si sabía algo al respecto, pero este negó haber tomado la caja, por lo que comenzaron a buscarla.
Luego, la víctima se fue al boliche en la zona de Cordón para asistir en las tareas en dicho lugar. Salió con una amiga a otro local y regresó al apartamento de Sayago en la madrugada. Unas horas después, próximo a las siete de la mañana, lo despertaron y lo invitaron a pasar a una habitación donde estaba otro de los imputados y una persona más.
Entre los tres lo interrogaron sobre la caja, lo golpearon con los puños y con la mano abierta “indistintamente”, además de amenazarlo de muerte y exigirle que dijera quién era el amigo que lo había visitado y dónde vivía.
“El imputado le dijo que si lo ayudaba a recuperar la caja lo dejaba ir a Argentina y, en caso contrario, lo enterraría vivo. Agobiado por los golpes y amenazas, el imputado dio finalmente la dirección de su amigo. Mientras los agresores intentaban llamar a esta persona por teléfono, la víctima pretendió huir escaleras abajo, pero fue detenido y regresado al apartamento”, informó el Ministerio Público.
“Allí le ataron las manos con un cable y siguieron golpeándolo. Además, enchufaron una plancha doméstica de ropa y cuando estuvo caliente, la aplicaron en las piernas de la víctima, generando quemaduras de 2º y 3º grado. No contentos con ello, le cortaron el pelo, sacándose fotos y videos tipo selfie diciendo ‘a los rastrillos los tenemos así’. Luego tomaron unas varas de hierro y le golpearon las manos con ellas. Nuevamente, para salir de la situación, la víctima ofreció llevarlos a la casa de su amigo para recuperar la caja con su contenido, a sabiendas de que este no la tenía, pero desesperado por escapar”, agrega.
Luego, el imputado llevó a la víctima a la casa en cuestión en su vehículo. Cuando entró, pidió auxilio a los familiares de su amigo. Estos le desataron las manos, le dieron un pantalón y le permitieron escapar por la parte de atrás. Aturdido, optó por caminar hasta Buceo rumbo a la casa de una amiga que vivía allí. No obstante, los agresores se anticiparon y fueron hasta el lugar al que iba a ir, teniendo en cuenta que tenían su celular y conocían a los pocos contactos que tenía.
La víctima se escondió dentro del edificio, pero el imputado y otra persona lo interceptaron y le volvieron a propinar una serie de golpes que lo dejaron inconsciente. “Esta situación fue advertida y filmada por varios vecinos, quienes llamaron a la policía y lograron que los atacantes se retiraran, no sin antes amenazarlos que se meterían en problemas si llamaban a la policía. Finalmente, fue asistido por la policía y, minutos más tarde, el victimario “fue aprehendido frente a su vivienda, con el auto utilizado y con rastros de sangre en sus manos”, concluye el texto de Fiscalía.