El Poder Judicial condenó a una pena de nueve años y cuatro meses de prisión al expolicía Alejandro Ferreira por cuatro delitos: tortura, abuso de autoridad contra los detenidos, lesiones graves y privación de libertad. Si bien el fiscal especializado en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, no había solicitado la condena por tortura, dado que el delito no estaba tipificado en el momento en que sucedieron los hechos, el juez a cargo de la causa entendió que hay pruebas para condenarlo también por ese motivo.

Se trató del primer juicio oral que se realiza por delitos de lesa humanidad, destacó el director de comunicación de la Fiscalía General de la Nación, Javier Benech.

El fiscal destacó que quedó acreditado “un plan sistemático de persecución” en Canelones, inicialmente contra integrantes del Partido Comunista del Uruguay (PCU) y de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), y luego también contra otros militantes del Frente Amplio, quienes fueron encarcelados y torturados en vagones de la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE).

Entre las víctimas de estos delitos se encuentran Víctor Rossi, exministro de Transporte y Obras Públicas, y Luis Gallo, diputado por Canelones de Asamblea Uruguay. Ambos declararon en el marco de esta causa.

El fiscal informó a Montevideo Portal que presentó pruebas de que, entre los años 1975 y 1980, dos vagones de carga de AFE fueron trasladados a una unidad de la fuerza de choque de la Policía de Canelones, donde las víctimas fueron recluidas de forma clandestina y torturadas. En ese lustro, vagones y detenidos fueron trasladados a la ruta 5, en la zona del barrio Olímpico de Canelones, donde se consumaron más delitos y sitio histórico que hoy se recuerda con el nombre de Los Vagones.

Ferreira, el expolicía condenado este lunes, era agente de segunda y había sido imputado junto con otros dos efectivos que fallecieron: Hugo Guillén, director de Investigaciones de la Policía de Canelones durante la dictadura, y Winston Vitale, por entonces oficial de Policía.