El pasado martes, una mujer de 46 años fue condenado en Brasilia por utilizar la jubilación de una anciana para pagar gastos personales, incluida la matrícula universitaria de su novio.

El caso ocurrió en octubre pasado en Asa Sul, un suntuoso municipio de la capital brasileña. La mujer, que trabajaba cuidando a la jubilada, hizo uso indebido de cheques y tarjetas.

Según informaron medio locales, además de pagar la matrícula y las cuotas de la universidad de su novio, la cuidadora gastó el dinero de la pasiva en perfumes, restaurantes, gimnasio y viajes en autos por aplicación.

En el informe del Ministerio Público se lee que, además de incurrir en delito de apropiación indebida, la cuidadora administró a la víctima un medicamento de forma incorrecta, lo que perjudicó su salud.

Testigos informaron que la anciana, anteriormente lúcida y activa, comenzó a mostrar confusión mental y signos de debilidad. La defensa intentó argumentar que no había pruebas del saqueo y que la cuidadora pretendía “ayudar”, pero el Tribunal de Justicia de Brasilia confirmó la condena.

La decisión se basó en extractos bancarios, testimonios e informes médicos, que comprobaron los delitos antes descritos y también fraude en el traspaso de una propiedad. La pena de prisión fue sustituida por servicios comunitarios y la obligación de compensar económicamente a la víctima.