Condena de 24 años de prisión por transfemicidio a hombre que mató a pareja en 2018

La jueza María Laura Sunhary determinó una condena de 24 años de penitenciaría en el primer caso de transfemicidio en Uruguay.

Se trata del agravante del artículo 312.8 que es femicidio, pero en este caso al ser la víctima una persona trans se cataloga el delito como transfemicidio, informó Subrayado (Canal 10) y confirmaron fuentes fiscales a Montevideo Portal.

El fiscal del caso, Raúl Iglesias, apelará la sentencia porque había pedido 28 años de cárcel para el ahora condenado.

El fiscal también busca obtener la condena como coautor del crimen del otro imputado, que fue absuelto porque la jueza consideró que no había pruebas suficientes.

La víctima tenía 37 años y mantenía una relación afectiva con un hombre de 21 años desde hacía dos meses, conviviendo en una casa ubicada en La Comercial desde hacía 15 días al menos. El hogar era mantenido por la víctima, mientras que el joven no trabajaba y presentaba consumo problemático de drogas.

La pareja habitualmente tenía discusiones que eran escuchadas por los vecinos del edificio. El 15 de noviembre de 2018, el indagado concurrió a una boca de venta de drogas en Piedras Blancas, y estuvo consumiendo con el que posteriormente fuera cómplice del homicidio hasta el mediodía.

En virtud de que querían seguir consumiendo, el joven le propone al cómplice concurrir al domicilio de su pareja a buscar dinero; se toman un taxi y arriban al domicilio de la víctima.

Una vez dentro del domicilio se da una discusión entre el primer imputado y su pareja, por lo que R.A.B toma un cuchillo y le da al menos dos puñaladas a la víctima, retirándose del lugar; luego, el joven toma el cuchillo y continúa apuñalándola hasta darle muerte.

Su cómplice se retira del lugar con dinero, quedando registrado en las cámaras de seguridad a las 14:05 cuando sale del edificio. Se dirige al taxi (que aguardaba para cobrar) y le pide que lo lleve nuevamente a Piedras Blancas, pero el taxista se niega y observa que tiene sangre en la mano. El hombre huye.

Mientras tanto el joven se mantiene en la finca, y minutos después, cuando pretendía irse con una garrafa de 13 kilos, es detenido por dos policías, quienes acudieron al llamado del 911. Confiesa allí mismo el crimen de su pareja.