Con la mira en octubre, Delgado le habló a su militancia por última vez antes del domingo

Desde lejos sonaba Matías Valdez y, un par de veces, su voz se interrumpió para darle paso a De poncho blanco de la banda Bari. Los blancos bailaban, cantaban y saltaban mientras esperaban que el precandidato Álvaro Delgado se subiera al escenario para dar el último discurso de cara a las elecciones internas del domingo. 

Mientras no aparecía, entre los espectadores circulaban dirigentes como Martín Lema (lista 404), Pablo Abdala (5), Valeria Ripoll (5), Graciela Bianchi (404), Sebastián da Silva (40) y Gustavo Borsari (97), este último pasó gran parte de la previa encima de una silla para bailar al ritmo de las canciones de Valdez.

Tomás Casaretto, presidente de la Juventud del Partido Nacional y una de las personas que recorrió cuatro veces el país junto a Delgado, se subió al escenario y comenzó a presentar a los dirigentes que apoyan la precandidatura del blanco. Algunos, como la vicepresidenta Beatriz Argimón, los senadores Sebastián Da Silva y Graciela Bianchi, fueron especialmente ovacionados al aparecer frente al público. 

Como una especie de escolta, los más de 10 políticos se pararon detrás mientras saludaban al público. 

El que apareció y causó sorpresa fue el senador Juan Sartori, de los últimos dirigentes en oficializar su apoyo a Delgado. “¡Apareciste, Juan! Pensé que estabas haciendo negocios allá en el extranjero”, exclamó uno de los votantes al ver al empresario. Tras pararse sobre uno de los extremos del estrado, Sartori le comentó a Nicolás Olivera, intendente de Paysandú, que en uno de los apartamentos sobre la calle Pimienta había dos banderas del Frente Amplio. 

Finalmente, Casaretto presentó a Delgado y el precandidato apareció —como lo suele hacer— junto a su esposa Leticia y esta vez también estaba acompañado por sus tres hijos. El discurso duró alrededor de 40 minutos y se centró “en el día después” de las elecciones internas, así como también resaltó la unidad del Partido Nacional durante la primera parte de la campaña electoral. 

Le pidió a los presentes que “comparen” su precandidatura con las del Frente Amplio y recordó “el papel” de la oposición durante “las cinco crisis que vivió el gobierno”. “Son cuatro años y medio contra 15, pero comparen, no tenemos problemas en que comparen”, sostuvo. 

Además, volvió a criticar a la coalición de izquierda por tener dos líneas económicas, luego de la polémica que se dio en torno a Gabriel Oddone, posible ministro de Economía de Yamandú Orsi. 

“Hoy en el Frente Amplio aparecen los sectores peleándose por la línea económica y sale Daniel Olesker a reconocer que hay varias líneas. Nosotros somos diferentes porque hay un solo equipo y tenemos certeza y rumbo" añadió Delgado. 

Sobre el final de la oratoria, el público comenzó a corear “presidente, presidente, presidente”. “No solo quiero ser presidente, sino que quiero ser buen presidente”, acompañó el precandidato. 

“Quiero que estén ahí cuando, el 1° de marzo de 2025, Luis nos entregue la banda presidencial. Quiero que estén ahí, los quiero sentir”, agregó.