La campaña, denominada "la verdad desnuda" y producida conjuntamente por la agencia parisina BETC y la organización no gubernamental Reporteros sin Fronteras (RSF), defiende que "la cruda realidad" sea mostrada tal cual, sin afirmaciones "fantasiosas o manipuladoras".
De acuerdo con la organización, "es una forma simbólica de confrontar al presidente Bolsonaro con la cruda y desnuda realidad de los hechos, mientras él acusa a la prensa por el caos que vive el país para desviar la atención de su desastrosa gestión de la crisis sanitaria".
La campaña también busca destacar la importancia de conocer los hechos para entender la pandemia y poder enfrentarla, información que llega a la población brasileña gracias al trabajo de los periodistas.
Con más de 246.000 muertos y más de 10 millones de contagios, Brasil es uno de los países más azotados por la pandemia en el mundo.
El gigante suramericano es la segunda nación con mayor número de víctimas mortales por covid, detrás de Estados Unidos, y el tercero en cantidad de casos confirmados, después del país norteamericano e India.
Pese a las cifras, Bolsonaro es uno de los pocos líderes negacionistas sobre la gravedad de la covid, a la que ha tachado en reiteradas ocasiones como "gripecita".
El mandatario brasileño llegó a ser contagiado por el virus el año pasado, pero no cree en la vacuna y en cambio ha defendido pública y reiteradamente el uso de la cloroquina, una droga contra la malaria de la que no se ha comprobado eficiencia científica alguna contra la enfermedad.
"Esta campaña intencionalmente impactante tiene como objetivo despertar conciencias para reaccionar a los ataques permanentes del sistema Bolsonaro a la prensa", señaló Christophe Deloire, secretario general de RSF, citado en un comunicado.
Según Deloire, los ataques del líder ultraderechista no solo son "moralmente intolerables", sino "peligrosos" para la población brasileña que se ve "privada de información vital" sobre la pandemia.
De acuerdo con la organización defensora de la libertad de prensa, desde que el líder ultraderechista fue elegido presidente en 2018, el trabajo de los medios de comunicación brasileños se ha vuelto "particularmente complejo" y desde entonces, la prensa ha sido objeto de "insultos, difamaciones, estigmatizaciones y humillaciones".
Solo en 2020, la mayoría de las 580 agresiones que sufrieron los medios de comunicación en Brasil provinieron del presidente Jair Bolsonaro y sus hijos, según RSF.
Con información de EFE