Hace poco más de una semana, una delegación parlamentaria israelí fue recibida en el Parlamento por el Presidente de la Cámara de Representantes Gerardo Amarilla y miembros del Grupo de Amistad entre Uruguay e Israel. Tanto los huéspedes como los anfitriones representaban a diversos partidos, de gobierno y oposición, lo cual destaca más aún los fundamentos fuertes de la amistad entre ambos países.
En la ocasión se firmó un acuerdo de cooperación en ciertas áreas de la actividad parlamentaria, que ambas partes sostienen no es mero protocolo sino una herramienta práctica y positiva en el trabajo de sus respectivas cámaras.
Para entrar en detalles al respecto, solicitamos esta entrevista al Presidente Amarilla.
Leía estos días las declaraciones que usted pronunció y de las que se hizo eco el portal del Parlamento y pensaba que no era mero protocolo de bienvenida a sus huéspedes sino la expresión de sus ya conocidas convicciones de amistad y cercanía con Israel. ¿Qué significó para usted ese encuentro?
Esta visita tiene mucha significación porque es una delegación de primer nivel, que demuestra la importancia que Israel a través de la Knesset, le otorga a América Latina en general y a Uruguay en particular. Y la gira es importante no solamente por la relevancia de los integrantes de la delegación sino por la agenda que han realizado y en particular el convenio que hemos firmado entre los dos parlamentos.
¿Y qué importancia tiene para el Parlamento uruguayo? ¿Aportan algo concreto estas visitas o son simplemente parte de la rutina entre países amigos?
Aportan y mucho. Hemos firmado un convenio de cooperación institucional que incluye, en particular, el compartir las experiencias en las áreas de organización y administración, así como el uso de nuevas tecnologías para el desarrollo institucional, y en especial el desarrollo de tecnologías de información y el intercambio y entrenamiento de expertos y personal administrativo.
Pero además de la firma del convenio también mantuvimos una reunión muy productiva con los grupos de amistad, que incluye a legisladores de todos los partidos y quedaron varias iniciativas de trabajo en la agenda.
Está claro que la amistad con Israel cruza fronteras partidarias. ¿Diría, sin embargo, que las palabras tan claramente cercanas y amistosas que usted pronunció al recibir a los parlamentarios israelíes, representaban a toda la casa?
Yo creo que representan a la gran mayoría. Hicimos referencia además a valores y a fundamentos que son comunes a toda la sociedad y que provienen de una civilización que tiene sus raíces en el judaísmo. Hemos recibido conceptos y valores que tenemos que agradecer, resaltar y reafirmar ´porque tienen que ver con los cimientos mismos de nuestra civilización judeo cristiana. Y resulta importante cuidar y reforzar a esos cimientos porque si no, como cualquier edificio cuyos cimientos se debilitan, el edificio se puede caer.
LA BÚSQUEDA DE LA PAZ
Usted comentó que Nava Boker, la diputada del Likud, que encabeza el grupo de Amistad con América Latina en el parlamento de Israel, la Kneset, llegó a Montevideo con un mensaje de paz. Y no es secreto que dentro del propio Israel hay discusiones acerca de cómo lograr esa paz tan escurridiza. Y estamos hablando del conflicto con los palestinos por supuesto. ¿Escuchó de ella algo nuevo?
Escuché de ella el mensaje que nos trasmitió de compromiso con la paz pero también pude apreciar una mujer con gran sensibilidad y dispuesta a defender la plena vigencia del estado de Derecho. Una nota que también nosotros quisimos resaltar con relación al Estado de Israel, que es muy criticado y cuestionado por sus políticas, es que nos gustaría que los que los critican tuvieran al menos un porcentaje del respeto por los derechos humanos de sus ciudadanos y el pleno ejercicio de una democracia con un parlamento como el de Israel.
Los israelíes, como usted sabe, son muy discutidores. Me imagino que sus propios visitantes no habrán escondido las diferencias entre sí acerca de cómo solucionar los temas más urgentes, ni siquiera estando en Montevideo. ¿Vio un común denominador entre todos o resalaron más las diferencias?
Creo que lograron mantener un denominador común en los temas que abordamos y mantuvieron una posición como Nación frente a los grandes temas. Cuando uno sale del país en delegaciones multipartidarias, a pesar de tener diferencias y de mantenerlas, cuida mucho el sentido de hacer énfasis en las posiciones que tiene como "país". Eso también pasa con las delegaciones de uruguayos y dice mucho de la madurez política de los gobernantes.
APRENDIENDO EN URUGUAY
¿Qué les interesó a los israelíes conocer de Uruguay, su parlamento, su sistema de gobierno?
Tuvimos la oportunidad de analizar cómo funciona nuestro parlamento y las diferencias que tenemos entre nuestro sistema presidencialista o cuasi presidencialista y el netamente parlamentarista de Israel. Creo que también se llevaron una muy buena impresión de Uruguay cuando les explicamos el régimen de presidencia de la Cámara de Diputados que cambiamos todos los años la presidencia y se distribuyen las mismas proporcionalmente y otorgándole participación a las minorías.
Me animo a adivinar que les impactó el Palacio Legislativo...
El Salón de los Pasos Perdidos sin duda que impacta a cualquier visitante. No se explican cómo un país tan pequeño tiene una joya de la arquitectura como nuestro Palacio Legislativo y una sala de la magnificencia como el Salón de los Pasos Perdidos.
ENTRE GRITOS Y DEMOCRACIA
¿Tuvo oportunidad de conversar algo con los israelíes sobre la idiosincrasia, la cultura política digamos? Creo que también el comportamiento en un parlamento, la medida de respeto entre adversarios políticos, de gritos o discusiones a viva voz, dependen de la cultura política...Y sería interesante saber si entraron en comparaciones.
Sí, hicimos algunas comparaciones y comentamos las diferencias de las diferentes culturas que tienen sus consecuencias en la conducta política. Era muy gracioso cuando analizábamos la forma de hablar en el seno del plenario y les comentábamos que aquí cada legislador habla desde su banca. Nos decían que en la Knesset hablan desde un podio y eso es muy positivo y ordenador, porque si pudieran hablar desde su banca como aquí, seguramente un gran porcentaje de los 120 miembros del parlamento hablarían a la misma vez.
La verdad es que a veces parece eso...no los 120, pero sí los numerosos que interrumpen y comentan. Las situaciones de ambos países son muy distintas en muchas cosas y la distancia geográfica, considerable. Aun así, se puede hablar claramente de varios elementos en común. ¿Qué es lo que usted destacaría, que une a Uruguay e Israel?
Creo que tenemos muchas similitudes en torno al relacionamiento maduro, civilizado y respetuoso entre los diferentes partidos políticos que integran el parlamento. Eso es fiel reflejo de una sociedad tolerante, donde existe un debate de ideas con libertad de expresión y pleno ejercicio de derechos políticos, pero con mucho respeto y con mucha tolerancia.
Podemos resaltar esa virtud que compartimos y que no es muy común encontrarla en los vecindarios donde ambos vivimos.
Le agradezco mucho por su tiempo y estas declaraciones.
Gracias a ti.
Por Ana Jerozolomski
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