En Montevideo el Frente Amplio obtuvo casi el 52 % de los votos y la coalición multicolor casi el 40 %. El Frente Amplio además retuvo las intendencias de Canelones y Salto, pero perdió las de Rocha, Paysandú y Río Negro, tres que quedaron en manos del Partido Nacional. También se dieron cambios importantes en algunos municipios. De todos estos temas y otros conversamos con el director de la consultora Factum Eduardo Bottinelli.
¿Es posible ya hacer un análisis de todas las novedades que se han dado?
Probablemente queda bastante por analizar desde el punto de vista geográfico, de la distribución en cada uno de los departamentos, por más que los datos ya están. Falta la definición de Treinta y Tres por ese cabeza a cabeza entre los dos candidatos del Partido Nacional. Pero en términos macro sí se puede hacer un análisis relevante de lo que ha sucedido. Hay dos lecturas sobre lo mismo: una primera mirada es la cantidad de votos obtenidos por el Frente Amplio y la cantidad de votos obtenidos por la coalición en todo el país. Esta primera lectura lo que da es que el Frente Amplio logra votar un poco mejor que lo que votó en octubre, un punto más, y la coalición vota cuatro puntos menos. Esa es una primera lectura de los votos obtenidos. Después claramente está la lectura de cómo queda conformado el país. En esto también hay dos resultados relevantes: el primero es cómo el Frente Amplio en Montevideo y Canelones logra recuperar con respecto a las elecciones nacionales, en Salto y Rocha también. Pero aun recuperando, los resultados son distintos: Montevideo y Canelones los retiene, no los tenía en disputa, y de las cuatro intendencias que sí tenía en disputa pierde tres. Y en la que retiene, que es Salto, el porcentaje que obtiene es muy similar al que obtuvo en Paysandú y Río Negro, la diferencia sustancial pasa por cómo votaron el Partido Colorado y el Partido Nacional en Salto y cómo votaron en Paysandú y Río Negro. El otro resultado importante es lo que ha pasado a nivel municipal, donde aparece claro que el Partido Nacional o la coalición se ha movido mejor a nivel municipal y ha logrado retener en Montevideo los que tenía, avanzó un municipio más, el F, que no estaba dentro de los planes de comportamiento habitual, y el Frente Amplio perdió algunos municipios muy emblemáticos como San Carlos (Maldonado), Piriápolis (Maldonado), el Chuy (Rocha) y Bella Unión (Artigas). Desde ese punto de vista el resultado parece negativo para el Frente Amplio.
¿El Partido Nacional fue el gran ganador de la elección?
Desde el punto de vista lo que está en disputa, concreta o indirectamente, que son las intendencias, las juntas departamentales y los municipios, el Partido Nacional sale bien. Desde ese punto de vista el Partido Nacional es el ganador. Logra en algunos departamentos resultados muy trascendentes, y sobre todo hay un impacto fuerte que es quitarle intendencias al Frente Amplio. Termina teniendo 15 intendencias, es decir, tiene casi todo el país salvo por Rivera y los tres departamentos del Frente Amplio. Esa sería la lectura simple y rápida. La otra lectura es que cuando vamos a los votos no aparece tan rotundo, sino más bien que el Frente Amplio logró avanzar en Montevideo y Canelones con respecto a lo que fueron las elecciones nacionales. Es un inicio para el Frente Amplio de un ciclo que es muy negativo, o por lo menos negativo, porque perdió la mayoría parlamentaria, perdió nueve puntos respecto a cinco años atrás, perdió el gobierno nacional y tres intendencias: el balance crudo es negativo. Lo que de alguna forma atempera muy levemente es que en Montevideo y Canelones logra recuperar y mantener los niveles de votación similares a los que tuvo cinco años atrás en las departamentales.
¿Qué pasó con el Frente Amplio en el interior, donde perdió tres intendencias?
Ya se vio en octubre. Hay alguna explicación por lo menos inicial para profundizarla después con el paso del tiempo. Hay un primer elemento que tiene que ver con que justamente entre 2009 y 2014 el Frente Amplio sacó la misma cantidad de votos, porcentajes muy similares, y sin embargo la estructura del voto fue muy distinta: votó mejor en el interior en 2014 que en 2009, votó mejor en los sectores más bajos en 2014 que en 2009, y cuando miramos el avance de 2014 a 2019 los sectores que el Frente Amplio pierde fundamentalmente son esos mismos sectores que había conquistado entre 2009 y 2014. Es decir, es un voto que no lo fidelizó. Y la base que perdió entre 2009 y 2014, más vinculada a las clases medias más urbanas, no la recuperó tampoco. Y además, lo otro que el Frente Amplio ha tenido es una dificultad para lograr la reelección, es decir, ya gobernó en Montevideo y Canelones y los sostiene, Maldonado en dos períodos, logró la reelección pero ya lo perdió, Rocha lo tuvo tres períodos y lo pierde, y Salto es la primera vez en donde logra la reelección consecutiva. Pero tuvo Florida, tuvo Treinta y Tres, tuvo Artigas, tuvo Paysandú y tuvo Río Negro, cinco departamentos más que los tuvo solamente por un período y que no logró la reelección inmediata. En Paysandú lo tuvo, lo perdió, lo volvió a ganar y lo volvió a perder. Entonces, el Frente Amplio está teniendo una dificultad para entender o para dar respuesta a lógicas que lo acerquen más a la posibilidad de reelección.
Podría decirse que los municipios son creación del Frente Amplio y sin embargo incluso dentro de un bastión como es Montevideo sigue perdiendo terreno en esos gobiernos de cercanía.
Sí, es creación del Frente Amplio y la propia creación del Frente Amplio no la logró entender en su funcionamiento. No digo que pudiera ganar el CH, por ejemplo, pero hay una participación baja en los municipios y aumenta más fuertemente la participación de la coalición que del Frente Amplio. Eso en parte explica el resultado del F. Pero el Frente Amplio, que fue el creador, no ha logrado aplicar la lógica municipal, es decir, lograr crear una conciencia desde las propias dirigencias hacia el electorado de la importancia de la participación en esa instancia. Y eso ha quedado demostrado con los resultados, porque si nosotros miramos el municipio F en octubre el Frente Amplio sacó el 49 %, no tengo el dato de cuánto sacó ahora, pero perdió el municipio, es decir, tuvo una baja participación de los electores en la elección municipal.
¿Qué pasó con Daniel Martínez? ¿Por qué votó tan bajo?
Creo que hay una acumulación de temas. Hay temas desde el punto de vista personales políticos en los que no ha consustanciado con los votantes del Frente Amplio y que han sido una acumulación. Las decisiones políticas, por lo general, salvo que sean muy relevantes, no tienen impacto directo en el electorado, pero la acumulación termina teniendo impacto. Esa acumulación arranca desde el propio comienzo de la carrera hacia la elección nacional donde la elección de la vicepresidenta generó algún tipo de cortocircuito en el Frente Amplio, donde la campaña electoral hacia las elecciones nacionales generó disconformidades dentro del Frente Amplio, donde los debates dejaron heridas con la militancia, el festejo del propio 24 de noviembre generó también un tipo de recelo en la militancia porque fue un festejo muy personalista, y después el decir que no iba a ser candidato y después que sí. Hay toda una acumulación de hechos que terminan decantando. Y el otro es el político, y desde el punto de vista político no tuvo los apoyos más relevantes en términos de peso electoral. Incluso el propio Partido Socialista definió el apoyo a la candidatura de Carolina Cosse. Es un cúmulo de elementos, los personales y los políticos, que terminan en este resultado que es francamente negativo.
¿La postura que tomó Cosse de posicionarse bien definidamente contra las políticas del gobierno nacional la benefició a costa de Martínez, que no mostró esa cara política de confrontación con el gobierno?
Ahí hay otro elemento. Cuando a Cosse la pusieron en el paredón, cuando la oposición en Montevideo y el gobierno nacional salieron con las auditorías, con las dudas sobre Antel, el cuestionamiento al Antel Arena, y empezó a ser muy fuerte, en realidad lo que hicieron fue poner a Cosse en el centro de la escena, y pegarle a Antel, que es una de las empresas públicas con mejor imagen del país. Y pegarle a la gestión de Antel era pegarle a los gobiernos del Frente Amplio. Esa misma acción llevó a Cosse a ponerse en un lugar que quizás lo hubiese elegido igual, pero claramente fue ayudada por la propia estrategia desde la coalición atacándola. Ante los ataques, lo que hizo fue responder y posicionarse en un lugar firme. De Martínez no quedó claro cuál era su posición. Sí fue más dialoguista, pero no fue firme, tuvo una campaña bastante desdibujada, con poca presencia, muy anclada en lo que hacía la intendencia. Es un cúmulo de elementos, no solamente el posicionamiento que Cosse eligió, que también la pudo haber favorecido porque claramente hay un gobierno y una oposición, y Cosse se posicionó en el lugar de ser oposición, y eso a las vistas en parte le ha favorecido.