Caro Ache Batlle, abogada, Prosecretaria de Derechos Humanos del Partido Colorado, activa en Ciudadanos, el sector de Ernesto Talvi, Master en Derecho Internacional, es también madre de dos varones. Fue un gusto conversar con ella de cara al Día Internacional de la Mujer.

La entrevista fue publicada en el portal www.semanariohebreojai.com

P: Caro, es un gran gusto estar en contacto contigo y poder conversar, aunque preferiría hacerlo personalmente cafecito de por medio. Estaba pensando cómo es mejor presentarte...puedo dar los datos biográficos, contar que sos abogada, que pertenecés a Ciudadanos, el sector de Ernesto Talvi en el Partido Colorado, familiar directa del ex Presidente Jorge Batlle, de bendita memoria, que tenés Master en Derecho Internacional, esposa, madre de dos varones... Y me pregunto cómo resumirías tú el significado de todo eso. ¿Cómo te presentarías?

R: Ana, todo lo que dijiste es verdad. Soy madre, soy esposa, soy dirigente política, soy familiar del Presidente Batlle, tengo esos estudios que mencionas, y tal vez algunas cosas más, como que soy Prosecretaria de Derechos Humanos del Partido Colorado. Todas esas realidades, que llevo con orgullo, me parece que se conjugan armónicamente en mí. Al menos yo me siento cómoda, no me siento tironeada por algún lado, obligada a elegir, a dejar algo de lado. No considero que ser madre esté en oposición a los deberes cívicos, no creo que el servicio a mi Partido discrepe con mi identidad como persona del Derecho; al contrario: entiendo que la condición de mujer, de madre me vuelve responsable como ciudadana, y eso me lleva, por mandato familiar y por profunda convicción, a la compenetración con los valores del Partido de la Defensa, el partido de Rivera , del partido de José Batlle y Ordoñez, del partido al que Jorge contribuyó e ennoblecer con su agitación fermental, con sus estímulos con la moralidad de sus conductas y de sus generosos sacrificios.

De modo que si tengo que presentarme ante tus numerosos lectores y digo simplemente "una mujer de esta época agradecida de haber nacido en el país que nació y agradecida al legado de sus mayores que siente como propio el compromiso de transmitirle ese legado a sus hijos y a los hijos de sus hijos", habré dicho bastante. Así que, para facilitar el trámite, con que digas que soy una mujer de este tiempo vas a estar diciendo mucho de mí. De todas maneras nos queda pendiente ese cafecito..

P: Linda deuda nos tenemos pues. Caro... ¿Es anacrónico preguntar hoy en día si te requiere un esfuerzo especial ser madre de hijos chicos, profesional y también estar en la política? ¿O realmente, aunque tengas claro que siempre harás todo junto, es difícil congeniarlo?

R: Si me preguntas por la agenda en época de campaña se hace muy difícil estar en todas partes como quisiera. Pero yo lo asumo midiendo bien la asignación correcta de ese recurso escaso que es el tiempo. Sea donde sea que esté, se trata de estar con calidad; para mí esto es muy importante. La cantidad de horas tiene menos relevancia que la calidad del compromiso. Como madre estoy enteramente comprometida con los detalles y los temas de mis hijos, y como política que tiene que articular el trabajo de campaña y participar de reuniones y de mesas redondas y escribir editoriales me tomo en serio todas esas tareas, las cumplo con sinceridad, con convicción. Yo estoy donde quiero estar de modo que no me pesa el tiempo, lo aprovecho, lo intento manejar de tal manera que cada instante tenga la calidad que merece.

P: Antes de pasar al análisis general, algo más en tono personal. De niña ¿qué soñabas para ti como mujer?

R: ¡Qué pregunta! Me lleva a mirarme con una perspectiva como hace mucho no hacía, y que sin embargo me pone frente a la realidad de lo que fui en diálogo con la persona que hoy está aquí, escribiendo esto y preparándome para ir a la papelería a ocuparme de los útiles de los chicos, que ya empiezan las clases.
Te cuento: uno de los recuerdos más perdurables que tengo es una reunión en casa con mis padres, mis tíos, mi abuelo, donde todos hablaban al mismo tiempo. Yo quería saber de qué hablaban tan apasionadamente y por qué a mis primos y a mi cada tanto nos señalaban y seguían hablando y gesticulando. Esa noche le pregunté a mi madre y me dijo: "Caro, hablamos de política, de lo que va a pasar con el país". A lo que enseguida le pregunté: "¿qué es política?"Y ella me miró un rato, eligiendo las palabras porque la pregunta la había tomado por sorpresa, y me dijo: "la política es cuando te interesás por lo que le pasa a los demás y querés ayudar".

P: Qué belleza tu madre...

R: Así es. Para la niña de cinco o seis años que yo era, y que vivía en una casa donde uno de los retratos que había era el de Luis Batlle Berres con la banda presidencial, estas palabras quedaron fijadas. Luego fui creciendo y pensé en lo que piensan todas las chicas: fiestas, noviazgos; más tarde matrimonio y maternidad. Pero aquella revelación tenazmente se quedó en mí; me vi novia, me vi esposa, me vi abogada, me vi madre y me vi fatalmente política. Hoy pienso que en un hogar como el mío era una posibilidad muy grande; la política era parte de la mesa familiar, de mañana y de noche, era parte de la rutina. Así que aquí estoy; con aquel sueño a cuestas...

P: Esto me lleva a una pregunta sobre tu familia materna, los Batlle.¿Cómo ves el significado en tu vida de esa gran presencia? Lo que aportaron los Batlle al país es difícil de describir en palabras y por otro lado, quizás el nombre pesa cuando una s quiere abrir sola su camino. ¿Cuál es tu resumen al respecto?

R: Así como no es justo que se condene a alguien por los errores que cometieron sus antepasados o familiares, tampoco corresponde atribuir ipso-facto lo positivo. Dicho esto, estoy muy orgullosa de llevar un apellido que significa tanto para el Uruguay. Es un honor y una gran responsabilidad.

P: Me imagino que por cuestión de edad, sentirás que aún estás en camino, en marcha hacia la realización de muchas metas y sueños. En esta marcha ¿te parece que como mujer has tenido que toparte con obstáculos especiales o si una empuja hacia adelante, las puertas seguro se abren?

R: Mirá, Ana, en este país los obstáculos para hacer, para crecer no son tanto a causa del género sino a causa de la envidia, de la idiotez, de la ignorancia, del resentimiento, de la irresponsabilidad. Actualmente estas cosas son mil veces más dañosas que la famosa discriminación de género que hoy felizmente ya no es tanta en términos de extensión ni tampoco tan intensa. Cualquier persona honesta que quiere hacer en el Uruguay de estos años que estamos viviendo se choca con muros mil veces más invencibles que aquellos que pone el prejuicio de género. Los uruguayos nos hemos acostumbrado, a reducir todo a una sola causa, que parecería encerrar todos los demonios. Y no es así: la ignorancia hace mucho daño, y a veces mata; el resentimiento cercena carreras, corta alas, arrincona talentos, expulsa aportes.
De modo que, para decirlo bien claro: La discriminación de género es mala, hay que luchar contra ella y merece todas las condenas. Pero que esa lucha no esconda debilidades que deberían tratarse cuanto antes.

P: ¿La mujer que va a la política, está necesariamente en desventaja en comparación con el hombre, porque quiere también estar en la casa y con los hijos?

R: Más que nada porque llegamos tarde, porque fuimos demoradas en nuestros derechos y la realidad viene detrás, pero la lucha es franca o es ruin no por razones puramente de género, sino por razones de moral.
En cuanto al género, depende de las familias, de los esquemas de cada hogar. Creo que hoy los hombres y las mujeres en el hogar se ayudan, reparten tareas, eso es bueno, cada pareja encontrará en libertad la fórmula que los haga felices. En casa mi marido y yo, cada uno en su rol cumple con los deberes de la familia y con los deberes del trabajo.

P: Sé que te gustaría ver más mujeres en la política, en todos los partidos. ¿Por qué? ¿Es meramente una cuestión de decir "nosotras también podemos" o porque te parece que las mujeres tienen algo especial que aportar?

R: Lo que me gustaría es que en una sana competencia existan los suficientes estímulos como para que más mujeres se comprometan con los destinos del país a través del servicio cívico. El punto de vista de la mujer es distinto en muchos aspectos al del hombre, son naturalezas diferentes, perspectivas y modos de ver que complementan la mirada tradicional de los hombres sobre algunos temas. Por eso es bueno que más mujeres estén presentes; y no por aquello solamente de la justicia para con el género que antes estuvo discriminado, sino porque enriquecen el debate, ensanchan la mirada sobre la realidad, muestran otros ángulos.

P: ¿Creés en cuotas reservadas para mujeres en puestos políticos, quizás porque la sociedad tiene aún prejuicios machistas, o la competencia debe ser plenamente igualitaria?

R: Me parece que es una combinación de ambos aspectos. Te confieso que soy una conversa en el tema de la cuota. Las mujeres fuimos muy demoradas en nuestros derechos y la cuota tiende a acelerar a que se corrija una situación injusta. Las mujeres deben ganar su derecho y los hombres no pueden tener privilegios por encima de esos derechos.

P: ¿Cómo ves a la sociedad uruguaya hoy en cuanto al papel de la mujer? ¿Es una combinación de logros y desafíos aún pendientes?

R: Creo que se avanzó mucho en la dirección adecuada; también estimo que se avanzó mal en algunos puntos críticos. Una cosa es el reconocimiento del derecho y otra muy distinta es satanizar cualquier seña de lo masculino. El machismo al revés no me parece que sea una salida digna para la condición de la mujer; es un error que puede engendrar un desagradable efecto pendular; un retroceso.
Estoy convencida que hay que pensar en una legislación más orgánica tomando el problema en distintas dimensiones y no a impulsos de presiones y de oportunismos demagógicos. Esto es muy delicado, muy gravitante y hay que hacerlo bien para que genere buenos resultados. No me gusta mucho de lo que veo; me parece que inventaron una guerra donde debería haber un diálogo valiente y sin prejuicios.

P: ¿Te parece que hay diferencias de enfoques en los distintos partidos respecto a estos temas, al rol de la mujer en la vida pública?

R: Sí, felizmente. Pertenezco a una colectividad que es pionera en la defensa de los derechos de la mujer, que ha sido vanguardia en el país y aun en el mundo para situar las cuestiones básicas que hacen a la igualdad necesaria para competir en la vida profesional, económica, social, política y cultural. Los colorados no le reconocemos a nadie más claridad ni más coherencia moral sobre este tema que la que nos acompaña desde hace ya más de cien años; y que en cada generación se ha ido perfeccionando. Hoy toca a mi generación mantener, adaptar y proyectar ese legado. Otros partidos van por donde van; en algún punto nos encontramos, en otros no visiblemente congeniamos.

P: ¿Qué es para ti una mujer realizada?

R: Una mujer en armonía con sí misma. Alguien que puede mirar a sus hijos a la cara con alegría y paz de espíritu; alguien que contribuye al bien de su familia; alguien que vive como propia la suerte de su país y de las personas más desvalidas y se compromete a no permitir que en el lugar donde está criando a sus hijos prevalezca el fanatismo, la violencia, el desprecio o la indiferencia.

P: ¿Y tenés claro ya ahora qué tendrás que haber logrado en tu vida para decir en el futuro "lo logré"?

R: El camino siempre está abierto. No hay metas finales, toda meta es un nuevo punto de partida. Vivir es estar exigiéndose; no conformarse. Nunca voy a llegar. Alcanzaré logros, espero que muchos, pero nunca llegaré a un punto desde el que ya no moverme. Eso no lo quiero para mí ni para nadie.

P: ¿Qué transmitís a tus hijos para que de grandes sepan abrirse camino?

R: Precisamente que se autoexijan, que no se resignen a nada; que no den ninguna verdad por buena sin someterla a una revisión crítica. Y que sepan siempre que no hay por encima de la moral. Que todo logro que no está amparado y sostenido por la moral no tiene ningún valor y debe ser vivido no como logro sino como fracaso.

P: ¿Algo más que quisieras agregar? ¿Algo que te extraña que no te haya preguntado?

R: No me preguntaste nada sobre Israel, y me parece curioso. Así que te tomo la invitación: como batllista y liberal y republicana, como uruguaya, siento muy cerca la causa de Israel en su derecho a construir un hogar nacional judío en paz y con seguridad. Israel es un ejemplo admirable para el mundo de la libertad, para el mundo del trabajo y para el mundo de conocimiento. Hasta donde pueda influir en mi quehacer político y ciudadano lucharé siempre para consolidar y ampliar cada vez más los lazos que desde antiguo vinculan en una amistad que nadie debería poder manchar con oportunismos subalternos a Uruguay con Israel.

P: Hermoso Caro, gracias.

R: Gracias a ti, Ana.