Tras su "bautismo de masas", el Comité Uruguayo Antimperialista de Solidaridad con Cuba y los Pueblos del Mundo emitió un comunicado donde "condenó" las violentas acciones que son "promovidas y financiadas" por Estados Unidos contra las misiones de Cuba en distintos países del mundo.
Asimismo, en el comunicado de la organización -que es integrada, entre otras organizaciones, por el Frente Amplio y el PIT-CNT- "rechazó enérgicamente" las maniobras ilegales que ordena el gobierno de Joe Biden y cumplen sus "obsecuentes lacayos", en un "vergonzoso servilismo a los mandatos del imperio".
"La noche del 26 de julio, la Embajada de Cuba en Francia fue víctima de un atentado terrorista con ataque de tres cohetes molotov. Este acto deplorable es, entre otros, resultado de las campañas anticubanas lanzadas desde Washington y es parte de la violencia que genera EE.UU., promoviendo el odio y aumentando las tensiones", señala el comunicado.
En el comunicado, el Comité Antimperialista apuntó contra el representante del gobierno uruguayo ante la Organización de Estados Americanos (OEA) quien, según dicen en el comunicado, "generó un hecho político y mediático" al que catalogaron como un acto "irresponsable, intencional y funcional a los intereses anticubanos".
"A poco de asumir la presidencia del Consejo Permanente de la OEA, el Sr. Washington Abdala, quien, formando parte de la guerra mediática desatada contra la mayor de las Antillas, sostuvo desacertadas y ofensivas palabras para Cuba. Convocó a una reunión incluyendo en el orden del día la presentación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, su relator para Cuba, y el relator especial para la Libertad de Expresión. La maniobra fue frenada por muchos países del continente, pues ni enterado parece haber estado de que Cuba no pertenece a la OEA desde 1964, haciendo el ridículo ante la región y el mundo", añade.
Finalmente, destacan que la iniciativa de Abdala, además de ser "improcedente e infundada", es "escandalosamente malintencionada y pone de manifiesto una política servil al imperialismo norteamericano", que, a su vez, está en "contraposición con las mejores tradiciones del país". "Respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos y la no injerencia en sus asuntos internos", reza el texto.
"Uruguay tiene una gran trayectoria en la defensa de la no injerencia y el derecho a la autodeterminación de todos los pueblos de reivindicar la paz en la región. Un gobierno de turno y sus personeros serviles a intereses de las grandes potencias no podrán doblegar la historia ni nuestro espíritu solidario y antiimperialista", finaliza.