Un total de siete profesionales de la salud están acusados por homicidio en el juicio sobre la muerte de Diego Armando Maradona, que comenzó este martes en San Isidro, una localidad de las afueras de Buenos Aires.
Maradona murió a los 60 años por una insuficiencia respiratoria y paro cardíaco “en una situación de desamparo” y “librado a su suerte”, de acuerdo con los fiscales Patricio Ferrari, Cosme Iribarren y Laura Capra, a cargo de la investigación.
Dalma, Giannina y Jana, hijas del ícono del fútbol argentino, asistieron a la primera audiencia del juicio por la muerte de su padre. El menor de los hijos, Diego Fernando, fue representado por su madre, Verónica Ojeda.
En el juicio se buscará conocer si los acusados incumplieron sus deberes durante los últimos días de vida del astro del fútbol argentino, trascurridos en una casa de la localidad de Tigre, en la provincia de Buenos Aires, donde debía recibir cuidados intensivos bajo una modalidad domiciliaria.
Todos han sido imputados de homicidio simple con cometido mediante dolo eventual.
Leopoldo Luque
Neurocirujano de 43 años y uno de los médicos de cabecera de Maradona. Fue quien insistió en que la modalidad domiciliaria era la mejor para la recuperación del paciente, según declararon los testigos.
Según la investigación, Luque no brindó una atención propicia al paciente ni le realizó un seguimiento, evitó convocar a especialistas e ignoró y menospreció los síntomas y signos compatibles con insuficiencia cardíaca.
Está acusado, también, de “uso de documento privado falso” por haber falsificado la firma de Maradona en un pedido de historia clínica.
Lo comprometen audios presentados como evidencia en los que escatima información sobre el estado de salud de Maradona a sus hijas Dalma, Giannina y Jana.
Lo defienden los abogados Julio Rivas y Mara Digiuni.
Agustina Cosachov
Psiquiatra de 40 años y otra de las cabezas del equipo. Está acusada de no administrar de manera adecuada la medicación a Maradona y desentenderse de los efectos adversos.
También la acusan de haber falsificado el certificado médico de una visita que nunca hizo, por la que fue imputada de forma adicional por “falsedad ideológica”.
De acuerdo con el escrito presentado por los fiscales, omitió “encargarse personalmente de la reanimación del paciente, conforme las buenas prácticas médicas le exigían, debido a haber sido la única médica presente en el lugar”.
La representa el abogado Vadim Mischanchuk.
Carlos Díaz
Psicoanalista de 33 años, especializado en adicciones y quien se integró al equipo médico un mes antes de la muerte del 10.
Los fiscales lo acusan de no haber indicado un ingreso a un centro de rehabilitación acorde y de interferir en las indicaciones de la psiquiatra Cosachov.
Lo acusan, además, de mentir a la familia sobre el verdadero cuadro de salud del paciente.
Pedro Di Spagna
Médico clínico encargado del tratamiento durante los cuidados domiciliarios, acusado de no controlar regularmente el estado de salud del paciente.
De acuerdo con la investigación, Di Spagna fue solo dos veces en 14 días a la casa en la que el futbolista estaba siendo tratado.
La primera vez revisó al paciente y solicitó una serie de estudios, pero nunca corroboró que efectivamente se realizaran.
La segunda, y última vez, alegó que el paciente no permitió ser controlado. El médico nunca cobró sus honorarios.
Ricardo Almirón
Enfermero de 41 años contratado por Medidom, la empresa empleada por Swiss Medical, compañía aseguradora de salud, para cuidados domiciliarios.
En la acusación, se muestran inconsistencias entre lo informado por el enfermero en el grupo de WhatsApp del equipo médico y la efectiva atención brindada.
En su descargo, Almirón dijo: “No obtuve respuesta sobre el estado de salud del paciente. No tenía elementos de chequeo. Siempre estuve en la incertidumbre”.
También declaró que la única instrucción recibida fue la de administrar al paciente la medicación, pero que debía limitarse a preparar las dosis para que se las fueran administradas por terceros, ya que Maradona no lo quería dentro de la habitación.
Mariano Perroni
Empleado de 44 años de Medidom y encargado de coordinar a Ricardo Almirón y al resto de los enfermeros.
Para los fiscales, cumplimentó planillas con información que no se correspondía con “el real estado y atención médica que Diego Armando Maradona recibía”.
La acusación también indica que “demostró un comportamiento desinteresado e indiferente frente a la situación de emergencia”.
Perroni declaró que Nancy Forlini, otra de las imputadas, era su única interlocutora y que acataba sus indicaciones.
Nancy Forlini
Forlini, de 56 años, era la jefa médica a cargo de la gerencia de cuidados domiciliarios en Swiss Medical.
Declaró que recibió una solicitud de “cuidados domiciliarios” para el futbolista, en lugar de una “internación domiciliaria”, como a la luz de los hechos correspondía.
“Nos indicaron que serían los médicos personales quienes tomarían todas las decisiones”, dijo en su descargo.
Perroni —coordinador de enfermeros— indicó que Forlini recibía indicaciones de la psiquiatra Cosachov.
Florencia Pessarini para EFE
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