Florencia Cabrera, la cajera de supermercado que fuera asesinada días atrás por Christian Damián Pastorino Pimentel -quien a la postre acabaría suicidándose- dejó un hijo huérfano en edad escolar.
El niño era alumno del Colegio santa maría, situado a pocas cuadras del lugar donde Florencia fue muerta. El crimen conmovió a las autoridades de la institución y también a las familias de los alumnos.
Por ese motivo, la institución decidió actuar para "generar todas las facilidades del caso para garantizar el curso lectivo" del niño. Asimismo, abrió una cuenta en Ábitab para recaudar fondos para asistir a la familia de la infortunada joven, según se lee en un comunicado del colegio que fue publicado en Facebook por la comunicadora Noel Durán.