La intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, anunció la semana pasada el proyecto de construir una ciclovía que conecte el Obelisco con la plaza Independencia con un tramo de 3,5 kilómetros que iría por el medio de la avenida 18 de Julio (hasta Yaguarón) y luego por la calle San José, hasta la zona de la Torre Ejecutiva.
Luego de varias críticas desde la oposición y de la posterior defensa de la jefa comunal, algunos colectivos ciclistas se manifestaron al respecto del proyecto con visiones tanto positivas como negativas al respecto.
Uno de los grupos fue el Colectivo Ciudad Abierta, que apunta a proponer “cambios factibles y necesarios para genera ciudades más humanas y sostenibles”.
Uno de sus integrantes, el ingeniero en movilidad alemán Tim Voßkämper, habló en entrevista con Viva la tarde (Radio Sarandí) y dijo que “en 18 de Julio, claramente hay muchos autos, muchos ómnibus” y que en “el medio ahí no es muy seguro”, pero que “a la vez necesitamos incentivar el uso de la bicicleta dentro de la población, porque nos conviene a todos”.
“Nos conviene a la sociedad. Por lo tanto, que por lo menos haya ideas y que haya proyectos en ese sentido, lo valoramos y lo vemos positivo si bien en lo técnico tenemos algunos matices”, sostuvo.
Consultado sobre si la iniciativa de la intendencia de poner una ciclovía en el medio de 18 de Julio es la mejor idea, el ingeniero dijo: “No, seguramente no, pero es la más fácil de implementar porque no hay que reubicar paradas”.
“No hay que hacer mucha obra, es lo más barato. Claramente no es lo mejor, porque ¿cuál es la idea de una ciclovía? Atraer nuevos usuarios”, afirmó.
Voßkämper dijo que su preocupación es que “si haces eso, esa solución que es la más fácil de implementar, la más rápida”, si no funciona bien “después puede generar mucho rechazo dentro de la sociedad”.
“Mucha gente va a pensar: ‘no, las ciclovías no funcionan, son malas, son inseguras’”, sostuvo.
“Una ciclovía físicamente segregada y más ancha genera que cualquier persona pueda andar en bicicleta, niños, gente que no está en un estado físico muy bueno, gente que no anda mucho en bicicleta, que no tiene experiencia. Si una persona se cae, no le pasa más nada que en esa caída”, explicó.
Pero afirmó que, a diferencia de en esas situaciones, “en el medio de 18, si alguien se cae, corre un gran riesgo de vida”.
Expresó que la postura de la propuesta es “mientras nadie cometa un error, no va a pasar nada”.
“Puede ser, pero la gente comete errores, y por eso la infraestructura debería acompañar eso”, afirmó Voßkämper.
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