Claudia Sheinbaum, ganadora de las elecciones en México por una amplia mayoría, se convertirá en la primera presidenta de México en un mundo donde más de una veintena de países están actualmente gobernados por mujeres.
Hija de padres científicos, de origen judío, Sheinbaum, de 61 años, tuvo la oportunidad de elegir entre el ballet o la física, según cuenta en un documental sobre su vida, y apostó por la ciencia en un país donde las brechas de género en ese sector eran entonces más pronunciadas.
Cuando asuma el cargo, comenzará su contribución a la “cuarta transformación”, como se llama el movimiento político iniciado por el actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
En las elecciones de este domingo, Sheinbaum obtuvo cerca del 60 % de los votos y alrededor de 30 puntos de ventaja sobre su rival más cercana, Xóchitl Gálvez, de la coalición opositora Fuerza y Corazón por México, según el conteo rápido del Instituto Nacional Electoral (INE). El resultado fue mayor al obtenido por AMLO.
Sheinbaum se suma así en América Latina a la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, esposa del expresidente Manuel Zelaya, la cual asumió en 2022 como ganadora de las elecciones del año anterior, y a la de Perú, Dina Boluarte, quien llegó a la Presidencia también en 2022 en este caso por sucesión constitucional, después de que el Congreso destituyera a Pedro Castillo por un autogolpe.
Pero también otras mujeres son las principales líderes políticas en países de otros continentes. En Italia, por ejemplo, Giorgia Meloni fue la primera mujer en la historia de Italia en acceder a la jefatura del Gobierno. Asumió el cargo el 21 de octubre de 2022 tras ganar su partido las elecciones en setiembre anterior. En Grecia, Katerina Sakelaropulu es presidenta desde enero de 2020. Draupadi Murmu es presidenta de la India desde el 25 de julio de 2022.
De investigadora en la UNAM a heredera de López Obrador
La próxima presidenta de México estudió física en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde lideró movimientos estudiantiles en la década de 1980.
Luego, se especializó en ingeniera ambiental y fue investigadora en el Instituto de Ingeniería de la UNAM, antes de incursionar en la política.
En un video producido por su partido, el gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Sheinbaum se llama a sí misma “hija del 68” y recuerda que tenía seis años cuando fue la masacre del Gobierno contra estudiantes en Tlatelolco, lo que impulsó su activismo, al ver a sus padres participar en el movimiento.
Sheinbaum cuenta que conoció a López Obrador en una reunión en su casa, una semana después de que en el año 2000 se anunciara su candidatura como jefe de Gobierno del Distrito Federal, por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), al que ella se adhirió en 1989.
Días después, López Obrador la invitó a sumarse a su Administración como secretaría de Medioambiente con el objetivo de atender la crisis de contaminación ambiental.
Así, de 2000 a 2006, Sheinbaum se encargó de encabezar la construcción del metrobús y las primeras ciclovías en la capital mexicana.
Luego, fue vocera de la campaña presidencial de López Obrador, quien perdió las elecciones en 2006 y 2012, tiempo en el que fue construyendo su movimiento, que finalmente se convirtió en el partido Morena y del que Sheinbaum también fue fundadora.
Tras una campaña “casa por casa”, como ella presume en varios videos, en 2015 ocupó el cargo de delegada de Tlalpan, distrito del sur de la capital mexicana.
En 2018, se convirtió en la primera mujer electa como jefa de Gobierno de la capital mexicana, cargo del que se separó en 2023 para ir por la presidencia.
De la mano del presidente, Sheinbaum recibió el año pasado el “bastón de mando”, un símbolo de Morena que representa que ella ahora sostiene el movimiento de López Obrador.
Ahora, la ganadora de las elecciones presidenciales de este 2 de junio será la cara de esa 'cuarta transformación'.
Los compromisos: de la pobreza a la seguridad
Luego de su elección como primera presidenta de México, Sheinbaum delineó algunos de sus compromisos de gobierno para enfrentar problemas como la pobreza y la violencia del narcotráfico.
En línea con el mandatario saliente, aseguró que su gobierno será “austero, honesto, sin influyentismo, sin corrupción”, al tiempo que aseguró que no habrá aumentos a los combustibles y la electricidad.
“Vamos a garantizar todos los programas del bienestar del presidente López Obrador”, dijo al referirse a las múltiples ayudas económicas para ancianos, discapacitados y jóvenes.
Durante el actual gobierno, 8,9 millones de personas salieron de la pobreza, situación en que aún se encuentra un tercio de la población de 129 millones de habitantes.
La violencia deja unos 450.000 muertos y cerca de 100.000 desaparecidos desde 2006, cuando los militares fueron incorporados a la lucha contra los poderosos cárteles del narcotráfico.
Sheinbaum ratificó que mantendrá el enfoque del actual gobierno de atacar la violencia desde las raíces, a su entender pobreza y marginación.
“Llevaremos a México por el camino de la seguridad, avanzaremos con la atención a las causas, el fortalecimiento de la Guardia Nacional”, dijo.
También apunta a reducir la violencia contra las mujeres, así como impulsar leyes en su apoyo.
La nueva presidente también afirma que dará seguridad a la inversión extranjera y que mantendrá la autonomía del Banco Central.
En el plano de la política exterior, el vínculo con su vecino Estados Unidos siempre ha sido clave.
México es el principal socio comercial de Estados Unidos, tras desplazar a China en 2023. El país del norte es el destino de 80% de las exportaciones mexicanas.
La relación bilateral también está marcada por la incesante migración de personas indocumentadas y el tráfico de fentanilo, potente opioide que mata a miles de personas por sobredosis en Estados Unidos cada año.
“Con Estados unidos habrá una relación de amistad, respeto mutuo e igualdad como hasta ahora ha sido, y siempre defenderemos a las y los mexicanos que se encuentran del otro lado de la frontera”, señaló.
Con información de EFE y AFP.