Mitigar el impacto económico de la pandemia es el desvelo de los gobiernos de todo el mundo. Reforzar los sistemas de salud, preservar el empleo y sostener a los más castigados por la crisis suelen ser los objetivos prioritarios. Sin embargo, en la localidad nipona de Noto, la renovación de los espacios públicos se lleva su cuota de atención.
Según informa el periódico La Vanguardia, el gobierno de la ciudad decidió usar parte de las partidas recibidas por el gobierno central en una escultura de doce metros que representa a un calamar gigante.
El costo de la pieza fue de 27 millones de yenes, aproximadamente 250.000 dólares algo que suscitó críticas en parte de la población de la ciudad.
Noto es conocida por la pesca de calamar, por lo que las autoridades entienden quela estatua servirá como símbolo y atractivo turístico. Así, aseguran, el gasto será amortizado con creces.
La prefectura de Ishikawa, donde se encuentra Noto, cuenta 76 muertes por covid-19 desde el comienzo de la pandemia.