Fotos: Javier Noceti / @javier.noceti
Leonardo sabía, desde niño, que de grande sería médico. En algún momento tuvo una duda vital: médico o cura. Pero le tiraba más la túnica blanca que la sotana, inspirado por el Dr. Failache, pediatra de Las Piedras, que lo atendía en su casa, siempre tan engominado, con la túnica inmaculada, y de traje y corbata debajo. Mientras el pequeño Leo -lo imagino de lentes- esperaba su turno en una silla, veía que otros niños entraban a atenderse llorando a mares y salían sonrientes. Al influjo de Failache y un tío médico que vivía en Argentina, él se fue convenciendo que de grande sería doctor.
De adulto se fue especializando en la gestión, y le tomó el gustito a administrar los recursos de mutualistas y policlínicas. Blanco como hueso de bagual, el canario que militó junto al viejo Santoro, era el hombre de consulta de Álvaro Delgado, el senador que se decía sería el hombre más cercano al presidenciable Lacalle Pou. Cuando Lacalle dejó de ser presidenciable para ser presidente, Delgado le ofreció a Leonardo Cipriani (48) conducir el directorio de ASSE, la Administración de los Servicios de Salud del Estado, el principal prestador estatal de atención integral de la salud, que atiende a casi un millón y medio de uruguayos.
Hoy, el titular de ASSE, dice que ha puesto la casa en orden, que los problemas en distribución y entrega de medicamentos ya están en vías de solucionarse y que el mentado “faltante” de fármacos es insignificante. Afirma que la oposición armó un “show mediático” cuando él acompañó al ministro Daniel Salinas al Parlamento, y promete que terminará su gestión -sería algo inédito para el cargo-, que profesionalizará ASSE, llevará un registro electrónico de medicamentos (recién comenzando a operar) y descentralizará el servicio de emergencias móviles conocido como SAME 105.
"Las auditorías las uso como herramientas de gestión. Ves la auditoría y ves qué se hizo mal, y ahí lo cambiás para mejorar. Los equipos de gestión nuestra se enojaron conmigo, lo tomaban como una pérdida de confianza; ahora lo agradecen"
-Era el médico personal del secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, y él fue quien le ofreció llevar el 1 en ASSE. ¿Se tuvo fe de entrada o le temió al desafío? Le pregunto porque de profesión médico, acá asumiría un cargo alto de gestión y como cara visible del Estado.
-Me tuve fe. Yo estudié medicina familiar y comunitaria, que nunca la terminé, no di las pruebas finales. Y después siempre hice administración de salud, que es una especialización médica. También hice cursos, diplomaturas, de economía de la salud, evaluación de tecnología sanitaria, hice otro curso en la UM de programa de dirección de empresas de salud. Siempre me gustó muchísimo la gestión de empresas de salud. Antes era director técnico, y tenía policlínica. Siempre fui blanco, yo trabajé en política con Walter Santoro en Canelones, después con (el extinto diputado canario) Alberto Perdomo, es más, fui edil local en Las Piedras. Y cuando entré en la dirección técnica en la policlínica de Las Piedras dejé toda la actividad política.
Yo a Álvaro siempre lo asesoraba en temas de salud. Cuando él nos hacía una consulta, yo lo asesoraba. Entonces, cuando me lo propuso, me tuve fe. Esto es, como administrador de salud, lo máximo a lo que uno puede acceder. Algo me hizo frenar y pensarlo: mis pacientes. Desgraciadamente y no sé por qué este cargo no te permite ejercer la medicina. Sé que voy a volver.
-Unos 33.000 funcionarios, 900 puntos de atención. ¿Con qué panorama se encontró al asumir en ASSE, etapa que coincidió con la llegada del coronavirus?
-En ASSE me encontré con una institución grande y compleja, pero hermosa institución. Con un carácter social extremadamente bueno, porque nosotros llegamos a los puntos donde nadie está. La salud es un derecho, el Estado tiene obligación de darlo, y por eso nosotros estamos en todas partes. Nos encontramos con una institución poco descentralizada, muy montevideana, sobre todo en el tercer nivel de atención: pocas camas de CTI en el interior, lugares en el interior profundo como Minas de Corrales donde no había un equipo de rayos X. Nos encontramos con una institución muy fraccionada por hospitales, y cierto recelo entre ellos, a la hora de enviar un paciente a otro lado. Ejemplo, pacientes de un hospital de Maldonado venían a un medio privado en Montevideo a hacerse una angiografía, cuando en el Hospital Maciel tenemos a uno de los mejores angiógrafos del país, o un paciente de Rivera en vez de hacerse una resonancia magnética en el Hospital de Tacuarembó, iba a un medio privado a Canelones. Empezamos a trabajar en eso, en la descentralización.
Y empezamos a poner un orden más del estilo comercial, para que le quede mayor plata a la institución, no para devolverla a Economía. Ese fue un concepto que siempre dejé claro. Yo critiqué licitaciones que se producen separadas, cuando vos podés hacer licitaciones en conjunto, y lográs mucho mejor precio, o comprar por tiempos muy largo, cuando en tiempos más chicos hay artículos que van bajando los precios. Eso viene de la experiencia de manejar un sector privado, para que rinda más el presupuesto.
-En el inicio de su gestión prometió que habría auditorías para identificar irregularidades del pasado. ¿Las hizo? ¿A qué conclusiones llegaron?
-Empezamos una serie de auditorías. Se dispuso unas 21 auditorías desde el inicio de esta administración, de las cuales hay 11 resueltas y 10 en trámite. Tenemos 14 denuncias penales que están siguiendo su curso en la Justicia. Nosotros queremos ser muy transparentes con todos nuestros equipos de dirección, que hemos formado, que prácticamente sigue el 90%. Sigue en el cargo la directora del Hospital de la Mujer, que es la doctora Victoria Lafluf, sigue en el cargo (Federico) Martiarena, un médico que había concursado, lo evaluamos y tiene muy buena gestión, después cambiamos casi todos. Nosotros pusimos una gerencia administrativa, que es muy celosa con el control de las direcciones de los hospitales, y tratamos de mantener los procesos regulados. Esto tanto sean licitaciones, o si se hacen compras directas se llama a precio, y enseguida llevarlo a la licitación o hacer convenios cuando podemos. Todo lo ve el Tribunal de Cuentas, entonces queremos que no haya observaciones.
-¿Con qué fin realiza la auditorías?
-Se hicieron auditorías de todo tipo, de centros hospitalarios, de transporte, de todo. ¿Sabés qué? Yo las uso como herramientas de gestión, en su mayoría. Vos ves la auditoría y ves qué se hizo mal, y ahí lo cambiás para mejorar. Eso en salud lo tenés que hacer continuo. Y de hecho, le he pedido auditorías a la OPP, porque no puedo pagar para afuera, porque valen un platal. Pero le he pedido a (Isaac) Alfie y nos ha auditado el SAME 105 (NdeR: Sistema de Atención Médica de Emergencia), que es uno de las cosas que queremos descentralizar y expandir. La OPP me mandó un economista que desarmó todo, lo analizó y nos dio devoluciones, que fueron formidables. De entrada, los propios equipos de gestión nuestra se enojaron conmigo, lo tomaban como una pérdida de confianza; ahora me lo agradecen. Lo mismo hicimos con la Casa de Desarrollo de la Niñez para los niños que tienen una discapacidad o una alteración en el desarrollo y no les corresponde el BPS. Hicimos auditoría interna y una de la OPP. Queremos evaluar, para saber qué se está haciendo mal, y mejorar.
-Al comenzar hizo muchas designaciones por confianza política, sobre todo ante una renuncia masiva de directores que no se sentían identificados con este gobierno. ¿Ya volvieron a ser normales las designaciones de directores de hospitales por concurso?
-Uno de los programas que estamos llevando adelante es el de Profesionalización de ASSE. Pero te digo: la profesionalización real no es la del director del hospital. Está bien, el director puede concursar, pero aparte de concursar tiene que tener la capacidad técnica como en este caso tiene que tener una profesión relacionada a la salud (estar en el ramo de la medicina, ser licenciados, es decir, ser profesional y de la salud), saber administración de salud, que es una especialidad, y tenés que tenerle confianza. ¿Por qué? Porque tienen que seguir una orden y una línea política. Yo llevo adelante una línea política del gobierno nacional: yo creo en lo que Luis Lacalle, en lo que Álvaro Delgado, el gobierno tiene como programa: la descentralización, trabajar en el medio rural… Yo creo en eso. Por eso estoy dirigiendo acá. Y a la vez, los directores de hospitales tienen que tener esa confianza (política). No pueden ir en contra, por ejemplo, a la idea de trabajar en unión con los demás hospitales. Entonces, el director (de hospital) tiene que seguir un lineamiento del gobierno.
¿Qué pasa? Los verdaderos motores de los hospitales son las jefaturas de servicios, los cuales estaban acomodados políticamente. Entró un director nuevo: “Yo conozco a tal médico, entra de jefe de éste servicio y aquel de aquel otro servicio”. Un hospital se maneja por la emergencia, por el laboratorio, por el CTI, por la cirugía, por la pediatría, por la ginecología. Esos cargos de jefatura son los que nosotros estamos llevando a concurso. Ya tenemos 27 cargos en concursos que son abiertos (porque de repente, el mejor está afuera) y tienen que presentar un proyecto, con indicadores tangibles de estructura, de resultado y de proceso. Ya tenemos 27 cargos de jefatura entre jefes de cirugía, jefes de medicina, jefes de emergencia, y ahora vamos a abrir los de jefatura de CTI. Esos cargos, que son los motores de un hospital, tienen que tener garantías. Si alguien se desvía, se cambia y si alguien sirve, sigue. Son cargos a cuatro años, con renovación a cuatro años más, siempre cuando los resultados sean buenos.
"Hay un aumento de casos de Covid, pero se está dando más a nivel comunitario. El coronavirus entró a actuar a un nivel más comunitario, gracias a la vacuna. Pero hay que seguir controlando los pacientes internados"
-¿Cuál es la situación económico-financiera de la institución hoy?
-Nosotros apostamos mucho en el presupuesto nacional, ahí marcamos todo lo que queríamos. En la rendición de cuentas pasada apostamos mucho a la gestión: de pasar plata de funcionamiento a rubro 0. Nosotros hemos mejorado mucho lo que han sido los traslados, se ha comprado mejor (hubo una compra de medicamentos, de retrovirales, que permitió un ahorro de 100 millones de pesos). Es apostar a la gestión. Tenemos el problema del mercado, a nosotros los productos nos aumentaron un 25% de costo. Cuando nosotros entramos, había un déficit en facturas a pagar de casi 1.600 millones de pesos. Hoy estamos casi bien. Hemos puesto la casa en orden.
-En junio de 2020 le dijo a El País que la mala situación financiera se debía a que había demasiados cargos de confianza directos: 396 en ese momento. Prometió que eliminaría muchos de estos, e iría preparando los concursos para los cargos concursables. ¿Qué ha podido hacer?
-Los concursos están en marcha. Vamos a tratar de irnos con todos los hospitales con todos los cargos concursables, de todo lo que te hablé de profesionalización. Hemos suprimido direcciones, o dobles direcciones (una dirección con un director arriba) y tenemos para seguir… Tuvimos que gestionar una pandemia, y nunca dejamos de gestionar lo estructural. Siempre fuimos con el desarrollo del SAME, seguimos con el Programa de Salud Mental. Se generaron 166 cargos de alta función en psiquiatría, llevamos adelante la Casa del Desarrollo de la Niñez, es decir, se siguió gestionando, pero no nos ha dado para todo este tipo de cosas en las que estamos trabajando. Es el proceso que ASSE tiene que empezar a tomarlo como política de Estado.
-¿Le preocupa el aumento de casos de Covid? ¿Cómo ha impactado en los hospitales?
-No, no me preocupa. Hay aumento, como ocurre en las videmias (los virus respiratorios), hay un aumento, pero se está dando más a nivel comunitario. Y si ves, se está dando en gente que no había tenido Covid antes y que la mayoría está vacunada. Anoche cerré números: hay unos 1.400 pacientes internados, y tenemos 66 pacientes con Covid en cuidados moderados. Y muchos ingresaron por otra cosa, y además tienen Covid. Y en CTI tenemos ocho pacientes. El coronavirus entró a actuar a un nivel más comunitario, gracias a la vacuna. Pero no tiramos la toalla porque ya estamos tranquilos: hay que seguir controlando los pacientes internados. Hace dos semanas teníamos tres pacientes en CTI, la semana anterior, teníamos siete en CTI y hoy son ocho. Lo mismo pasó en cuidados moderados: teníamos 30 y pico, después 40 y ahora 66, pero está controlado. El índice de positividad ronda el 20,5%.
"Voy a pedir dinero para la expansión del SAME 105, la emergencia móvil. SAME tenía, cuando ingresamos, 10 ambulancias especializadas y nueve de traslado común. Hoy en día tenemos 46 ambulancias especializadas y 16 comunes. Queremos expandirlo más"
-¿Cuánto dinero piensa pedir en la próxima rendición de cuentas, y para invertirlo en qué servicios?
-En realidad no es mucha plata, para el presupuesto que maneja ASSE… No te voy a tirar acá la cifra, porque la estoy negociando. Será algo normal y aceptable para el crecimiento de la producción que tiene ASSE. Ese dinero será, primero, para la expansión del SAME 105, la emergencia móvil. SAME tenía, cuando ingresamos nosotros, 10 ambulancias especializadas y nueve de traslado común. Hoy en día tenemos 46 ambulancias especializadas y 16 comunes.
Hoy en día SAME está atendiendo entre 4.800 y 5.300 llamadas por día, 600 atenciones domiciliarias por día, hacen 65 traslados especializados por día, y 200 traslados comunes, sociales, por día. Estaba solo en Montevideo y había una base en Las Piedras, pero solo para hacer traslados del hospital, y otra en Ciudad de la Costa. Lo que hicimos ahora fue expandir el SAME a todo Canelones (Las Piedras, Santa Lucía, San Bautista, Migues, Parque del Plata, Monterrey, y reforzamos Ciudad de la Costa) y pusimos ambulancias en donde no hay ni privadas. Pusimos una en Juan Lacaze, otra en Ciudad del Plata, y una en La Capuera, en Maldonado, donde no había móvil ni privado ni público, más la base de Rivera, y otra en Bella Unión, para poder ir a domicilio. Y queremos extendernos para todo Maldonado y todo el eje de ruta 1. El mayor presupuesto será para expandir el SAME 105: o sea, descentralizar.
Otra parte del presupuesto que pidamos será para una política de descentralización de los CTI. Cuando ingresamos había entre 109 y 112 camas de CTI, nosotros las llevamos a 220 y después pusimos 76 camas más, que le pusimos unidades respiratorias de agudos, o sea, casi 300. Queremos dejar toda la región este con 100% de CTI en cada uno de los departamentos, actualmente solo nos falta Rocha y Melo. El CTI de Rocha sale en este año, y estamos pidiendo presupuesto para el de Melo. Y lo mismo para la región norte: queremos dejar todos los departamentos de ASSE en la región norte con CTI. Antes sólo había camas en Rivera, Tacuarembó, Paysandú y Salto. Nosotros aumentamos todas esas camas, duplicamos el CTI de Paysandú, duplicamos el CTI de Salto, queremos aumentar en Tacuarembó y hacer una unidad de cuidados especiales en Rivera. Y en este presupuesto estamos pidiendo para hacer el CTI de Artigas. En la región oeste estamos haciendo el CTI de Mercedes (está en obra), tenemos el CTI de Colonia que está en el presupuesto anterior. Nuestra idea es la descentralización de los centros de terapia intensiva.
Y por la pandemia vimos un gran problema de ASSE: que ASSE casi no tiene atención domiciliaria. Creamos unos grupos para crear pacientes con patologías crónicas en domicilio, estamos pidiendo presupuesto para eso. Y nosotros instalamos 13 laboratorios de biología molecular, y estamos pidiendo presupuesto para dejarlo fijo.
-En abril usted sorprendió al decir en Diamante FM que había falta de medicamentos, que no estaban llegando a todos lados. Dijo: "A los lugares donde no está llegando es porque hay algún tipo de incapacidad en la organización que hay que corregir. Si no se corrige, va a haber que privatizarla para que llegue". Y mucha gente se asombró, porque parecía un mensaje hacia la interna de ASSE. ¿Cuál era el problema concreto con la falta de medicamentos? ¿Para qué gallinero iba ese palo?
-Cuando dije eso habíamos hecho una serie de auditorías internas en distintos depósitos y teníamos un problema en la logística interna. Yo sabía que tal unidad ejecutora había comprado un medicamento, estaba el medicamento en caja, pero no estaba puesto en las farmacias. Pero estaba el medicamento en los depósitos. ¡Eso no te puede pasar! Como a la vez también sabía que teníamos medicamentos comprados, y que hacía una semana que los laboratorios no nos lo entregaban. Ahí teníamos un problema de distribución, que afectaba el 10% de toda la distribución. Pero 10% es mucho, no me puede faltar.
Lo que yo dije es un mensaje, y no es un mensaje, es cómo se administra. Si algo se hace mal, tenés que hacerlo bien. Y dentro de la distribución de fármacos, una opción puede ser la tercerización del servicio, si nosotros lo estamos realizando mal. Es más, yo en ese momento estaba hablando con (Rafael) Navarrine, el presidente del Correo, pensando en solucionar el tema. Fue un mensaje para todos: para los laboratorios si nos demoran en entregar, y para los nuestros que no estén trabajando bien. La Federación (de Funcionarios de Salud Pública) nos da palo, pero eso me sirve mucho para la gestión, porque me da un control cruzado. Ellos tienen una visión, que yo no tengo desde la dirección. Cuando cruzo las dos visiones, quizás en el medio está la verdad. Dijeron que eso no era gestionar. ¡Eso es gestión pura!
Nadie se puede escandalizar porque desde las administraciones anteriores, el laboratorio Dorrego entrega por un medio privado la medicación. Y llega a todos los lugares en tiempo y forma. Como llegan los anticonceptivos, por iniciativa del propio (ex subsecretario de Salud Pública), Leonel Briozzo. O sea, que es una herramienta que ASSE ya la viene usando.
"La Federación (de Funcionarios de Salud Pública) nos da palo, pero eso me sirve mucho para la gestión, porque me da un control cruzado. Cuando cruzo las dos visiones, en el medio está la verdad. Dijeron que eso no era gestionar. ¡Eso es gestión pura!"
-¿Se pudo solucionar?
-Sí, lo corregimos. Se está corrigiendo… Se está solucionando con trabajo de la propia gente que está en los centros, con los propios funcionarios que tenemos a nivel de farmacia, con la gerencia administrativa, con el control de la Dirección de Medicamentos que pusimos arriba. Antiguamente había una encargatura para medicamentos, pero no era una dirección como tenemos ahora. Generamos una dirección, se puso médico farmacólogo, se puso químico, se puso funcionario administrativo, y están trabajando con todos los centros de distribución. Y a la vez se está trabajando con la gerencia administrativa, y nos estamos apoyando en ARCE (NdeR: Agencia Reguladora para Compras Estatales) de Presidencia de la República para la compra de los productos. Ya hay unos 300 artículos que se están comprando centralizadamente. Tratamos de evitar que cada centro compre en forma individual.
-¿Hay un faltante de medicamentos o no?
-Se dice que hay “un faltante” de medicamentos, siempre hay un faltante. Pero el faltante que hay no es por ASSE y no es porque ASSE no lo esté comprando. Es un problema nacional que hay que se debe al incendio que tuvo un laboratorio privado (Fármaco Uruguayo). Se incendió, y era uno de los laboratorios más grandes en materia de productos. Producía casi dos millones de productos por mes. Y eso hizo que existiera un faltante; son medicamentos que faltan en plaza. Le faltan al privado y nos falta a nosotros. Ese tema, que lo tenemos identificado, lo estamos trabajando en conjunto con la Asociación de Laboratorios Nacionales.
Hay un dato (y como dice el presidente: “dato mata relato”): cuando vos ves la compra de medicamentos del Estado hechas en el 2021 es la compra en unidades más grande desde 2007 hasta acá. Y pasamos de 2.900 millones de pesos que se gastaban a 4.100 millones de pesos, y generamos stock y reserva. Ahora tuvimos la desgracia de ese laboratorio que se incendió… eso nos va a levantar el precio.
-La diputada frentista Lucía Etcheverry le hizo un pedido de informes a ASSE, y señaló la falta de medicamentos en centros de ASSE, dijo que a ella le constaba eso, que se lo habían dicho.
-Mirá, cuando fuimos al Parlamento muchísimos legisladores decían: “Me contó Fulana”, “me dijo Zutano” o “lo leí en Facebook”. Esas eran las fuentes. A nosotros nos gustan los datos oficiales. Nuestro director de Farmacias tiene una reunión semanal con todos los químicos de cada lugar para monitorear cada faltante. Es a diario la comunicación, se ve y se trata de solucionar en el momento. Y a la vez estamos haciendo relevamientos en los hospitales. El director del hospital de Melo está siguiendo día a día el faltante. El hospital de Melo entregó la semana pasada 14.000 recetas. Hubo 80 recetas de faltantes: 80 de 14.000. De esas 80 recetas, 35 era porque no había en el stock, pero por el incendio del laboratorio, 27 eran medicamentos fuera de la prestación, y el resto eran recetas mal hechas. O sea que por quiebre de stock fueron 35 de 14.000. Pero de esos 35 te lo ponen en redes.
Hubo un diputado oriundo de un departamento que señalaba un faltante de un medicamento en su departamento, y nombró un posteo en Facebook. En ese mismo instante entré por la web a la farmacia de ese laboratorio, y había 155 cajas, y no había faltante desde hacía tiempo. No es serio que en el Parlamento se hable de que lo leyeron en redes. A veces se hace mucho show con todo esto…
-Sé que ASSE trabaja en la implementación de un sistema informático único para medicamentos. Cuénteme más.
-Acá no había un sistema de control de personal, aunque te parezca mentira, y la parte informática estaba muy desorganizada. No había un sistema GRD de control que usa el resto del Estado, en medicamentos había tres sistemas paralelos, que no se comunicaban entre sí. Había distintos sistemas informáticos para la historia clínica: uno para internación, otro para emergencia. Se creó un programa que se llama E-medicamentos, que engloba todo. Ya se está implementando en Reumatología, y nos pusimos como fecha fin de año para que esté en todo ASSE. Espero que sea antes.
-La diputada Etcheverry cuestionó respuestas "parciales" a varios pedidos de informes -hasta le enviaron seis pendrives, porque las respuestas eran ilegibles, según la bancada del FA- y había molestia por permitir "relaciones familiares" en direcciones departamentales de Salud y en direcciones de unidades ejecutoras de ASSE. Denuncian clientelismo, para hablar claro.
-Mirá, primero tiraron que nosotros no íbamos cuando nos citaban, y siempre que nos citaron, fuimos. Siempre, incluso en plena pandemia. Después, cuando concurrimos es siempre el mismo discurso: “No responden las preguntas, nos quedamos con las mismas dudas”. Lo escuché no solo cuando fue (Daniel) Salinas, también cuando interpelaron a (Azucena) Arbeleche o a otros. Y lo mismo con ASSE. Si ves la versión taquigráfica, como ya sé que después van a decir eso, yo dejo claro: “Respondimos todo”. Pero se ve que es parte del juego mediático decir que no respondimos todas las preguntas. Respondimos todas, y hasta de más les dimos información.
Lo de los pendrives, mirá: entre pedidos de informes y pedidos de acceso a la información pública llevamos respondidos más de 480, según la Unidad de Transparencia. La mayor cantidad de pedidos de informes fueron en los peores momentos de la pandemia. Una vez era tan voluminosa la respuesta (llegaron a ser cajas de papeles) que un día el director de la Unidad de Transparencia le contestó: “Decime a qué correo te lo mando”. No era para hacer ese show de: “Te mando seis pendrive”, cuando saben que siempre se les envió la información. Uno no puede darle corte a esas pequeñas cosas que ocurren, porque para mí fue una pequeñez. Siempre respondimos los pedidos de informes, siempre respondimos las preguntas.
"Un diputado señaló un faltante de un medicamento en su departamento, y nombró un posteo en Facebook. Entré por la web a la farmacia de ese laboratorio, y había 155 cajas. No es serio que en el Parlamento se hable de que lo leyeron en redes. A veces se hace mucho show"
-¿Y lo de las relaciones familiares? Porque se señala amiguismo…
-Ahí se tiró eso… Recuerdo un caso que el diputado (frentista Enzo) Malán tiró por Soriano, corroboramos y sí, hay una adjunta a la dirección (de un hospital), cuya suegra ya trabajaba en el hospital y su esposo ya trabajaba desde mucho antes también. Y hay un hijo que trabajaba en una cooperativa, pero que también, ya venía trabajando de antes. No hemos encontrado irregularidades a grandes niveles. Obviamente, que si encontramos algo, se trata de corregir la situación.
-¿Qué pretende lograr al terminar su gestión? ¿Cuál es su prioridad?
-Ya con el trabajo que venimos realizando, uno se siente satisfecho. Nosotros logrando una buena descentralización, estamos mejorando mucho la calidad en la atención, hemos puesto mucho servicio nuevo, hemos puesto a funcionar estructuras que estaban paradas, como los aceleradores lineales, hemos puesto a funcionar el resonador y los angiógrafos que estaban parados.
Lo que queremos es irnos es con la atención domiciliaria de ASSE, que no estaba, con esta expansión de SAME que estamos logrando porque da tranquilidad al paciente y salva vida, la descentralización que estamos logrando, para que un paciente de Rocha no salga volando al Maciel, y estamos dándole mayor nivel a todas las policlínicas rurales, cuando algunas no tenían ni luz ni agua. Hemos aportado muchísimas ambulancias para trasladar más seguro a los pacientes. Se entregaron arriba de 128 vehículos nuevos, sobre todo en pueblos que no tenían. Y me encantaría terminar el período, porque nunca un presidente de ASSE terminó un período.
-¿Tiene apetencias políticas? ¿Le interesa llegar al Parlamento o ser el próximo ministro de Salud Pública?
-No, no, no… y el Parlamento, menos. Hace poco fui y estuvimos 18 horas… Lo mío es la gestión, me gustan las cosas ejecutivas.
-Ministro de Salud Pública entonces sí, porque es gestión.
-Puede ser, sí, si hay voluntad (del Poder Ejecutivo). Lo mío es la gestión.
-¿Qué hace en su tiempo libre? ¿Con qué se desestresa?
-El campo. Es en el único lugar que pienso solo en eso, en las vacas, en las ovejas. Tengo campo en Aguas Blancas, pasando Solís de Mataojo, en Lavalleja, y voy con mi familia. Tengo ahí unos animales, ando a caballo, atiendo a los animales. Pero tengo poco tiempo libre, porque trabajo 14 horas por día a la carrera.
-¿Es feliz?
-Sí, recontra. Si vuelvo a nacer, haría lo mismo.