Cinco personas fueron detenidas, entre ellas la abogada del narcotraficante Juan Antonio González Bica, por integrar presuntamente una organización que se dedicaba a falsificar documentos y presentarlos, en algunos casos, para obtener condiciones más beneficiosas de reclusión, según informó el director de Comunicación de la Fiscalía General de la Nación, Javier Benech.
“Obviamente todo esto está en investigación, todavía no se puede afirmar como un hecho”, apuntó.
Benech dijo, además, que la fiscal adjunta Gabriela Fernández prevé hacer un corte de plazo con control de detención este viernes y, eventualmente, si se reúnen los elementos necesarios, realizar la formalización este sábado. Las personas detenidas tienen 48 horas de plazo constitucional para saber si las imputan por un delito o no.
El pasado 4 de setiembre, González Bica fue enviado a prisión domiciliaria luego de que su abogada presentara documentos que acreditaban que padece una insuficiencia renal. Como medida de protección, la Justicia determinó que se colocara una tobillera electrónica, pero a las pocas horas de haber llegado a su domicilio, rompió el aparato y se fugó.
La abogada de González Bica presentó ante la Justicia una serie de certificados firmados por un médico del Instituto Técnico Forense, que pertenece al Poder Judicial.
El equipo de la Fiscalía de Estupefacientes, a cargo de la doctora Mónica Ferrero, se opuso a la determinación y uno de los argumentos que presentó fue que la Justicia se estaba basando en certificados puntuales y no en el historial clínico del recluso. Este elemento no fue tenido en cuenta por la jueza de Crimen Organizado de 2º Turno, María Helena Mainard, quien aseguró que los documentos firmados por el profesional bastaban para dar cuenta de su estado de salud.
En su momento, Mainard también argumentó que no tenía conocimiento de que un centro carcelario estuviera en condiciones de atender la situación sanitaria del recluso.
González Bica es un narco que fue capturado en el marco de una operación que llevaba más de 400 kilos de cocaína en una ambulancia. La droga era para abastecer el mercado interno, dado que el delincuente solía operar en diferentes bocas de droga como “distribuidor”. Fue condenado a seis años de cárcel por seis delitos de narcotráfico.