Por The New York Times | Katie Glueck
El presidente Joe Biden nombró el martes a Julie Chávez Rodríguez como jefa de campaña para su iniciativa de reelección. La decisión eleva a una importante asesora y la latina de más alto rango en la Casa Blanca a uno de los puestos más intensos y analizados en la política estadounidense.
Chávez Rodríguez, de 45 años, funcionaria veterana del gobierno de Obama y parte de la órbita política de la vicepresidenta Kamala Harris, también trabajó en la campaña presidencial de Biden para 2020 antes de convertirse en directora de la Oficina de Asuntos Intergubernamentales de la Casa Blanca. Es nieta de César Chávez, el icónico líder sindical.
A continuación, cinco cosas que hay que saber sobre el nombramiento de Chávez Rodríguez:
Ha transitado por el mundo de Biden...
Biden tiene un pequeño círculo de colaboradores cercanos, algunos de los cuales lo conocen desde hace años. Irrumpir en ese mundo puede ser un reto, y muchos demócratas esperan que asesores clave de la Casa Blanca supervisen la operación.
Pero varios demócratas afirmaron que Chávez Rodríguez había impresionado a Biden, de 80 años, y a sus principales asesores, y agregaron que suele ser percibida como una colaboradora confiable con sólidas relaciones políticas.
Chávez Rodríguez “no comenzó siendo una persona asociada a Biden, pero siempre ha sido una intermediaria honesta”, dijo Cristóbal Alex, quien trabajó en la campaña de Biden de 2020 y en la Casa Blanca. En ambos lugares, afirmó, algunos llegaron a adoptar el lema “en Julie confiamos”.
Chávez Rodríguez no ha dirigido nunca una campaña, lo cual representa un cambio en relación con los currículos de algunos jefes de campañas presidenciales anteriores que habían dirigido contiendas para el Congreso o habían estado inmersos en el trabajo del comité del partido.
Sin embargo, fue una de las asesoras principales durante la campaña de Biden en 2020. En la Casa Blanca, lidió regularmente con gobernadores, alcaldes y otros líderes estatales y locales, y dirigió los esfuerzos de coordinación de respuesta a emergencias.
“La capacidad de realizar varias tareas al mismo tiempo, de moverse con rapidez, de poder dar un paso atrás y asimilar la complejidad y luego gestionar esa complejidad; no puedo imaginar un trabajo más desafiante que el que ha tenido”, afirmó el gobernador Phil Murphy, demócrata de Nueva Jersey y presidente de la Asociación Nacional de Gobernadores. “No estoy subestimando lo que significa dirigir una campaña presidencial ni por un segundo. Es un trabajo enorme. Pero ella ya ha lidiado con un trabajo enorme”.
… y la órbita de Harris.
Chávez Rodríguez también está estrechamente relacionada con Harris, quien podría llamar la atención particular de los votantes debido a la edad de Biden.
Chávez Rodríguez, californiana, se desempeñó como directora estatal de Harris cuando esta era senadora por California, así como en su campaña presidencial.
“Creo que sus profundas relaciones con el equipo central de Biden y una profunda relación con el despacho de la vicepresidencia la convierten en la candidata ideal”, aseveró Juan Rodríguez, un estratega que trabajó con ella (no son familia, aseguró) bajo el liderazgo de Harris.
Una mujer de color es ahora el rostro de la campaña de reelección de Biden.
Durante la última campaña presidencial, Biden enfrentó críticas en varias ocasiones por la blancura de su círculo íntimo.
Ahora que Biden trabaja para energizar los elementos centrales de la coalición multirracial que le hizo ganar la presidencia, algunos demócratas afirman que Chávez Rodríguez ofrece una representación vital en los niveles más altos de la política estadounidense.
“Los miembros de la comunidad hispana sienten eso”, afirmó Cecilia Muñoz, quien dirigió el Consejo de Política Nacional durante el gobierno de Obama, y fue la primera persona hispana en ocupar ese puesto.
Tuvo un comienzo temprano en el activismo político.
Chávez Rodríguez, quien fue arrestada a los 9 años durante una protesta, ha visto cómo en ocasiones su vida familiar y profesional han coincidido.
Valerie Jarrett, quien se desempeñó como asesora principal del expresidente Barack Obama, recordó que Chávez Rodríguez trabajó en la creación de un monumento nacional en honor a su abuelo, pero se mostró reacia a salir en una foto familiar, alegando obligaciones profesionales. (Dolores Huerta, quien trabajó de cerca con Chávez, insistió en que saliera en la foto, contó Jarrett).
Ese momento demostró una “cualidad sin ego que es, digamos, frecuentemente inusual en los altos niveles”, dijo Jarrett.
Si ese legado familiar es significativo para los votantes ya es otra cuestión, afirmó Matthew J. García, un profesor del Dartmouth College que ha escrito sobre Chávez y que señaló que la Unión de Campesinos (UFW, por su sigla en inglés), el sindicato que cofundó el líder sindical, ha perdido influencia.
“Podría funcionar con los ‘baby boomers’, pero la generación más nueva tiene ideas distintas sobre la UFW, si es que acaso tiene alguna”, afirmó.
Sin embargo, Biden colocó un busto de Chávez en el Despacho Oval.
Va a encargarse de un trabajo difícil.
Aunque Biden, como presidente en funciones, tiene muchas ventajas, también tiene desventajas evidentes. Y en un país profundamente polarizado, las primeras encuestas muestran una contienda electoral general competitiva.
En ese contexto, Chávez Rodríguez debe rápidamente ayudar a construir una gran operación y equilibrar las responsabilidades de gobierno de Biden con la campaña, al tiempo que se adapta a liderar una campaña por primera vez.
“El currículo tradicional de un jefe de campaña para un candidato a la presidencia de Estados Unidos por lo general es ser blanco y varón”, dijo Muñoz. “Si eres una mujer de color, casi por definición, tienes que subir por una ruta no tradicional. Pero les diré una cosa: el presidente sabe lo que ella puede hacer”. Julie Chávez Rodríguez, una de las principales asesoras de la campaña de 2020 de la senadora Kamala Harris, en Las Vegas, el 1.° de marzo de 2019. (Bridget Bennett/The New York Times).