La Exposición Universal de Dubái 2020, el primer gran evento con público a escala global en la etapa pospandemia, culminó este jueves su andadura tras seis meses de intensa actividad turística y comercial marcada por los coletazos de la covid, la invasión rusa de Ucrania y los problemas económicos mundiales.
Casi 25 millones de personas, a falta aún de que se difundan las cifras oficiales, visitaron la muestra en lo que sólo puede considerarse un éxito para los organizadores y las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos (EUA), que acogieron el encuentro con un retraso de dos años y que no escatimaron en gastos para llevar a buen puerto la reunión.
La multitud diversa y entusiasmada que visitó el gigantesco recinto ferial el último día para visitar los 192 pabellones nacionales presentes en Dubái (un récord) y que incansablemente formó fila para entrar en los pabellones bajo el sol implacable del desierto, fue testigo de este triunfo para la imagen de los EUA, y su capacidad para organizar un evento de este tipo, el primero que se desarrolla en un país árabe.
No fue fácil
Los desafíos eran altos y las perspectivas poco halagüeñas en octubre, pero la muestra, como indicó a Efe Carmen Bueno, comisaria ejecutiva del pabellón de España, "logró sobrevivir meses complicados" para convertirse en "una Exposición muy interesante y singular".
El embate de la variante omicrón y las dificultades para viajar dispararon las alarmas en una Expo que vio como la renuencia y las dificultades para viajar, unida a los precios elevados de la entrada, cuyo costo tuvo que reducirse radicalmente para incentivar las visitas, dejó a muchos pensando que se avecinaba "un desastre".
"Pero se ha mantenido toda la Expo operativa, y el sistema organizativo del país ha hecho posible compatibilizar la pandemia con este evento de tal magnitud abierto. Es la primera ocasión real de encuentro físico de la humanidad, que es lo que se ha hecho simbólicamente en este recinto", razonó Bueno.
La invasión rusa de Ucrania también marcó la Exposición, donde han coexistido rusos, bielorrusos y ucranianos en un ambiente de concordia, si perjuicio de que decenas de miles de visitantes aprovecharan para dejar mensajes de apoyo al pueblo atacado y a sus líderes.
Diversidad
La diversidad, tanto de visitantes como de expositores también ha sido un éxito, fruto de los "esfuerzos inmensos" hechos por las autoridades para tener presentes a la mayoría de países posibles."Se ha hecho para que cada país tena pabellón propio, y eso no había ocurrido en Expos anteriores. Fue posible porque hubo mucha ayuda", recordó Bueno.
Eso hizo posible que estuvieran presentes países como Haití, o Guinea Ecuatorial, así como todos los países de América, que tuvieron en la Expo "una gran oportunidad y ventana" para mostrarse al mundo, como indicó a Efe César Vázquez, encargado del pabellón de Perú.
Más allá de la presencia de tantos expositores, Vázquez valoró los esfuerzos que se han hecho "para promocionar cosas, negocios, oportunidades".
"Esto tiene fines comerciales, culturales y turísticos...Luego de la pandemia tanto exportaciones como turismo fueron muy golpeados y esto nos da opción de despegar y poner al país de vuelta en el camino" indicó Vázquez.
Del mismo modo se expresó Carmen Vergara, comisionada general del pabellón de Panamá, cuyo pequeño pabellón fue visitado por algo menos de medio millón de personas, a las que se ha llegado "con nuestra cultura, capacidad de inversión y productos de exportación".
La Expo 2020 culminará en la madrugada, con una fiesta de fuegos artificiales y música protagonizada por Christina Aguilera, Norah Jones y Yo-Yo Ma, y después de una ceremonia en la que se dará el relevo a la ciudad japonesa de Osaka, que acogerá la próxima edición de la Expo en 2025.
EFE