En la madrugada del pasado domingo, una mujer de 22 años fue violada luego de quedar sola en la calle, ebria e inconsciente, frente al condominio donde vive en la ciudad brasileña de Belo Horizonte.
Según explicó la Policía Militar, la joven habría ido en la noche del sábado a un concierto en el estadio Mineirão. Luego, alrededor de las 2:00 del domingo, decidió irse y un amigo contrató un auto de aplicación para que la llevara. Cuando la mujer subió al auto, el amigo compartió el trayecto con el hermano de la joven, quien luego explicó que no contestó ninguna de las llamadas porque estaba durmiendo.
Una hora más tarde, el vehículo llegó a destino y la pasajera, al parecer muy ebria, se encontraba inconsciente e incapaz de bajar por sus propios medios. El chofer llamó dos veces al timbre de la casa y no obtuvo respuesta, y lo mismo sucedió cuando llamo por teléfono al hermano de la mujer.
Así las cosas, el conductor pidió ayuda a un transeúnte para sacar a la mujer del auto y dejarla en la acera.
Poco más tarde, las cámaras de vigilancia de la zona muestran la aparición de un tercer hombre, quien se acerca a la joven y luego la carga en hombros. Luego lleva a la víctima a una cancha de fútbol cercana, perteneciente al club Grêmio Mineiro, donde comete la violación. Sobre las 7:00 horas, las cámaras lo muestran salir solo del recinto.
La víctima recién despertó alrededor de las 8:00, cuando personal del servicio público de asistencia médica la atendía, todavía en la cancha. Estaba con la ropa bajada y envuelta en una manta. Los exámenes médicos confirmaron que había sufrido una violación. Más tarde, cuando logró regresar a su hogar, la joven continuaba en shock y sin recordar lo sucedido durante las horas anteriores.
Ese mismo día, la Policía Civil informó que el sospechoso de cometer el crimen, un hombre de 47 años, ya había sido detenido en el acto. Según informa el portal noticioso Universa, fue acusado de violación de persona vulnerable, y en la mañana del lunes ingresó a prisión preventiva.
En su declaración, el hombre negó haber violado a la joven y afirmó que trató de ayudarla. También dijo que al llegar a su casa lavó la ropa que tenía puesta porque la mujer le había vomitado encima. Ahora, la investigación está en curso, a cargo de la Comisaría Especializada en Combate a la Violencia Sexual de Belo Horizonte.
Omisiones y culpas
El comisario Saulo de Tarso Castro, de la Policía Civil, explicó al portal G1 que el conductor del vehículo no actuó como debería haberlo hecho.
“En casos como este en los que el pasajero se siente mal, los conductores, como ciudadanos, deben llamar a una emergencia médica o llevarlo a un centro de atención. En este caso, aceptó el transporte de la pasajera y ella colapsó en el auto. Nunca debió abandonarla a su suerte, en una acera, de madrugada”, aseveró.
El uniformado agregó que se debe responsabilizar al conductor del vehículo, ya que la víctima no pudo responder por sí misma, y la familia de la joven puede presentar una demanda civil tanto contra el conductor como contra la empresa.
Para la investigadora Lívia de Souza, integrante del grupo Violencia, Género y Salud de la Fundación Oswaldo Cruz, hubo una sucesión de graves errores que terminaron en el crimen ocurrido el domingo.
“Hubo muchas negligencias, empezando por el amigo que no debió dejar sola a la mujer, seguido por el chofer de la app, que debió llevarla a una unidad de salud o al menos donde la Policía Militar, no dejarla en medio de la calle”, expresó.
Según la investigadora, no basta con que el hombre no sea violento, también debe haber empatía para que el cuerpo de la mujer esté a salvo.