"Para proteger sus vidas, hemos decidido que todos los adultos mayores de 80 años deberán permanecer en sus casas, donde tendrán los cuidados que necesitan", dijo en cadena nacional el presidente chileno, el conservador Sebastián Piñera.
Chile registró en las últimas 24 horas 95 nuevos casos, lo que eleva la cifra total a 632, la mayoría de ellos en la capital y de los cuales una treintena se encuentran hospitalizados.
Una mujer de 83 años con patologías respiratorias previas y de la comuna de Renca, a las fueras de la capital, se convirtió el sábado en la primera fallecida por COVID-19 en el país, tras haber sido contagiada días antes en una reunión familiar.
El Gobierno decretó asimismo la mañana del domingo un toque de queda desde las 22.00 horas hasta las 5.00 del día siguiente para toda la población, y miles de agentes de las fuerzas de seguridad se desplegaron en distintos puntos del país para hacer cumplir la medida.
Piñera reconoció haber recibido presiones e incluso "ultimátum" en las últimas horas para decretar la cuarentena preventiva en todo el país, como han hecho naciones vecinas como Argentina, Bolivia, Colombia y Perú, pero aseguró que esta se hará "de manera progresiva" y que se están siguiendo "todas las recomendaciones de los organismos internacionales"
"Cada medida tiene su tiempo. Igual que es dañino atrasarse, también es dañino adelantarse", afirmó el mandatario.
El país austral, que registró su primer caso de COVID-19 el pasado 3 de marzo, se encuentra desde este jueves bajo el estado de excepción por catástrofe, con las clases suspendidas y las fronteras, los centros comerciales, los cines, los restaurantes y los comercios que no sean de primera necesidad cerrados.
"La vacuna más afectiva para detener este virus somos nosotros mismos, por eso es fundamental que cumplamos las recomendaciones sanitarias", pidió Piñera, que también pidió a los empleadores "facilitar y flexibilizar los horarios y las condiciones" de sus trabajadores para evitar su contagio.
El confinamiento de la población sí se ha decretado en poblaciones específicas como Puerto William (sur), Chillán (centro), la remota Isla de Pascua y en pequeño pueblo de la Patagonia chilena, por donde paseó un turista infectado que viajaba en un crucero.
"Sabemos que las próximas semanas serán duras, muy duras para todos. El mundo entero, y también Chile, estamos enfrentando la peor catástrofe sanitaria de los últimos 100 años", alertó el gobernante.
Con información de EFE