Las elecciones en Paraguay de este domingo tuvieron como vencedor con 42,74 % de los votos a Santiago Peña, del Partido Colorado, quien asumirá en agosto en lugar de Mario Abdo Benítez.
Los comicios tuvieron como principal competidor a Efraín Alegre, que obtuvo el 27,48% de las adhesiones, pero además otros 11 candidatos compitieron por la presidencia de Paraguay. Uno de ellos fue el exarquero de Peñarol y excapitán de la selección paraguaya de fútbol, José Luis Chilavert.
Distinto a lo que pasaba cuando estaba en la cancha o atrás de un micrófono en una conferencia de prensa, la participación de Chilavert en las urnas estuvo lejos de trascender. El candidato obtuvo 24.284 votos, lo que representó el 0,80% del total, según datos de la Justicia Electoral de Paraguay.
En materia política, Chilavert se ha proclamado como liberal capitalista, y además en más de una ocasión fue crítico con los gobiernos de Venezuela o de Cuba.
En la noche del domingo, Chilavert le escribió un mensaje a Peña, donde le pidió que priorice a “la gente humilde que pasa hambre”.
@SantiPenap felicidades por el éxito del Partido Colorado,deseo que tengas un excelente gobierno y No te olvides de la gente humilde qué pasa hambre en nuestro País.??????
— José Luis FelixChilavert Gonzalez (@JoseLChilavert_) April 30, 2023
El dominio del Partido Colorado en Paraguay
El holgado triunfo este domingo de Santiago Peña, candidato del Partido Colorado a la Presidencia de Paraguay, consolida a esta formación política nacida en 1887 y que se declara nacionalista, republicana y conservadora, como la fuerza hegemónica en un país que ha gobernado durante 71 años, tanto en democracia como en dictadura.
La Asociación Nacional Republicana (ANR), nombre oficial del coloradismo, es el segundo partido de América Latina con más tiempo en el poder, sólo superado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que ha gobernado México durante 77 años.
Tras su triunfo electoral, Peña, un economista de 44 años, arrancó su discurso en la noche de este domingo dando las gracias al presidente del partido, Horacio Cartes, un acaudalado empresario que presidió Paraguay entre 2013 y 2018 y que sigue manejando los resortes del poder, como quedó demostrado con el triunfo de su delfín político.
A pesar de que el pasado 27 de enero Estados Unidos le sancionó por corrupción, un mes antes Cartes había conseguido hacerse con la presidencia del partido, y logró que su candidato se impusiera en las elecciones primarias.
El rotundo triunfo de Peña sobre el opositor Efraín Alegre, junto con el importante apoyo obtenido tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, y la victoria en quince de las diecisiete gobernaciones dibujan un cómodo escenario para un partido acostumbrado a ejercer el poder sin apenas oposición, salvo la de sus propias filas.
Éste ha sido el caso del actual gobernante, Mario Abdo Benítez, enfrentado a su antecesor en la presidencia, y quien se impuso hace cinco años en las elecciones internas a Santiago Peña, apoyado precisamente por Horacio Cartes.
Esta alambicada construcción política explica que esta misma noche, Peña dirigiera sus dardos hacia la gestión del actual mandatario, a pesar de ser correligionario de su mismo partido.
Con información de EFE.