El politólogo Daniel Chasquetti fue invitado anoche en el programa Lado B, de TV Ciudad, y allí fue consultado acerca de los escenarios políticos que se plantean de cara al balotaje del 27 de noviembre y sus eventuales resultados.

A la hora de analizar la situación que se configuraría tras un eventual triunfo de Álvaro Delgado, Chasquetti advirtió que la mayoría en la Cámara de Senadores que acaba de obtener el Frente Amplio se convertiría en un dolor de cabeza para el nacionalista, y lo obligaría a negociar fuera de la denominada Coalición Republicana.

“La Constitución dice que para designar directores de empresas públicas tenés que tener tres quintos de los votos” en la Cámara Alta, y recordó que esa norma fue creada con el espíritu de “incentivar la negociación con la oposición”. De no contar con ese porcentaje, “en sesenta días se puede aprobar por mayoría de miembros en la Cámara”, algo que un eventual gobierno del Partido Nacional no poseería.

“En ese sentido, Delgado está muy complicado. Si gana, por más que tenga la vicepresidencia [en el Senado] va a ser una relación de 16 a 15, no va a controlar esa Cámara, que además se va a volver un obstáculo, porque tiene poder de veto”, expresó.

A ese respecto, coincidió con los dichos expresados por su colega Óscar Bottinelli y destacó que “cualquier proyecto que venga de Diputados puede ser bloqueado” por el Frente Amplio en el Senado.

“Creo que Delgado para sortear ese problema tiene que cambiar el marco. Ya no es un problema entre el Frente Amplio y la Coalición. Debería plantearlo en otros términos, porque si efectivamente quiere gobernar tiene que llegar a un acuerdo con el Frente Amplio”, explicó, siempre en referencia a un eventual escenario de triunfo del candidato nacionalista.

“Va a tener que llegar un entendimiento”, insistió Chasquetti. “No creo que lo haga ahora, porque sería reconocer una debilidad, pero desde el punto de vista del proceso legislativo y de la posibilidad de gobernar, no tiene otra opción”, enfatizó.

Además, el politólogo y docente aclaró un malentendido que a menudo surge cuando se analiza el rol presidencial respecto a la creación y aprobación de normas.

“Quiero dejar en claro que el presidente uruguayo no tiene la posibilidad de decreto que poseen sus pares de Argentina y Brasil. Porque veo a algunos en las redes decir ‘bueno, gobernamos por decreto como hizo Lacalle Herrera’: Lacalle Herrera no gobernó por decreto y salió súper frustrado de la presidencia porque varias reformas que intentó llevar adelante fueron trancadas por el Parlamento”, señaló.

“Si un presidente uruguayo quiere cambiar políticas públicas o hacer reformas tiene que pasar leyes, por lo tanto el Parlamento es muy relevante. Además, el Parlamento tiene la capacidad de llamar a los ministros y censurarlos, ese es otro punto”, dijo.