Jerry Whitt, de Somerset, Kentucky (EEUU) murió de forma repentina en mayo de 2018. Mary, su viuda, quiso honrar el espíritu aventurero de su compañero de un modo singular. Lanzó sus cenizas al mar en un recipiente que contenía dos frascos. En uno se depositaban los restos mortales, y en el otro había una foto de Jerry y una carta con información de contacto de la familia.
Según informa la agencia noticiosa RT, el recipiente inicio entonces una larga travesía que culmino el 11 de agosto de 2020, cuando unos jóvenes surfistas lo hallaron en la playa de Razo, en la provincia española de La Coruña.
"Jerry solía atar a globos los nombres de los niños y nuestra dirección para ver cuán lejos irían y si recibiríamos una respuesta" cuenta Mary, explicando las características de la personalidad de su compañero que le hicieron tomar su decisión.
Tras un viaje de más de dos años y casi 6.500 kilómetros, la familia gallega Álvarez encontró las cenizas y el mensaje. Así, lo Álvarez entraron en contacto con los Whitt, en un encuentro virtual emotivo del que surgió una singular amistad.
La familia gallega preguntó a Mary qué destino querían dar a las cenizas de Jerry. Ella les pidió que volvieran a lanzarlas al mar, algo que hicieron días después. Los españoles grabaron la breve ceremonia y la compartieron con sus nuevos amigos al otro lado del Atlántico.
"Fuimos con unas flores, el bote con las cenizas, y leímos un escrito que hicimos en inglés para que sus familiares pudieran entenderlo. Grabamos todo en un video y lo enviamos, están muy contentos", dijeron en declaraciones al periódico La Voz de Galicia.
"Nos tocó el corazón", reconoció por su parte Mary, entrevistada en EEUU por el periódico Commonwealth Journal. "Es bueno saber que la gente cuida a otros, a medio mundo de distancia", dijo.
La travesía (casi) final de Jerry ha servido para unir a dos familias separadas por un océano. Ahora, los Whitt esperan la ocasión de visitar Galicia.
"Quieren venir aquí, sobre todo por sus nietos, para poder ver la playa de donde salió la botella. A medida que continuamos hablando con ellos, es posible que puedan viajar más adelante", dijeron los Álvarez.