En las últimas horas se difundieron en las redes sociales videos y fotos donde se ve al delantero Edinson Cavani luego de participar, aparentemente, de una partida de caza.

El futbolista posa junto a algunos compañeros y una de las piezas cobradas: un jabalí de considerables dimensiones. Al lado de ellos se ve un pequeño helicóptero usado para rastrear los animales. De hecho, el jabalí aparece colocado sobre uno de los soportes de la aeronave y quien acompaña al futbolista le hace mover las mandíbulas a modo de broma.

En otro de los videos se ve al helicóptero a la distancia, en el aire. Si bien no consta que el animal haya sido abatido desde la aeronave, ello tampoco sería excepcional, ya que en otros países esa modalidad se usa cuando se trata de controlar grandes poblaciones de estos animales dentro de terrenos cultivados.

La organización animalista For The Animals Uruguay manifestó su "repudio" al delantero uruguayo. A través de un mensaje en su página de Facebook, escribieron: "Ojalá nuestros niños y niñas no tomen como ‘referentes' a este tipo de personas. #NoALaCaza".

Legalidad y algo más

El futbolista salteño, a priori, no está cometiendo ningún delito al cazar jabalíes, ya que el jabalí -Sus scrofa, especie foránea introducida en el país- fue declarado plaga nacional por decreto 463/982 de 15 de diciembre de 1982. Su caza se permite todo el año, sin restricción de ejemplares, ya que tiene un efecto perjudicial sobre animales domésticos, algunos cultivos e incluso genera problemas en especies autóctonas con las que compite. No se necesita permiso de caza.

Sin embargo, sí se aplican algunas restricciones de carácter general. Por ejemplo, no se puede cazar "por la noche, desde vehículos, con armas de fuego dentro de un radio de tres quilómetros de centros poblados o escuelas rurales, en caminos públicos o sin consentimiento del propietario y ocupante de predio rural". Es decir, si se comprueba que Cavani disparó desde el helicóptero, se habría cometido una irregularidad. La reglamentación completa sobre la caza deportiva puede leerse en este enlace.

Desde la Dirección Nacional de Medio Ambiente informaron a Montevideo Portal que se contactaron con el entorno del futbolista, ya que el episodio se produjo dentro de una reserva de fauna nativa que el propio Cavani tiene en Salto, y que fue autorizada recientemente por la Dinama.

Alejandro Nario, titular de la Dinama, explicó a Montevideo Portal que el encargado de la reserva señaló que no era Cavani quien estaba cazando, sino que sobrevolaba la zona porque había un equipo de control de especies exóticas trabajando en la reserva. Allí fue cuando vieron al equipo, tras cazar el jabalí, bajaron y filmaron. "Según nos dicen, no habría estado cazando desde el helicóptero ni él habría estado involucrado", contó Nario, que agregó que no tienen evidencia de que haya sido de otra manera. "Sin otras pruebas, no tenemos cómo asumir que no fue así ni tenemos más capacidad de actuación", apuntó.

Nario dijo que la caza de jabalíes es una práctica habitual para controlar plagas. "Estaría en el marco legal, pero lo que podemos transmitir es que hay varias sensibilidades al respecto de estos casos. Más allá de que esté permitido por ley, a muchas personas no nos gusta la apología de la caza, más allá de que sea necesario en estos casos. No está buena la exhibición. El Uruguay ha cambiado y hay otras culturas, otras sensibilidades", reflexionó.

Libre pero no tan libre

Nario explicó a Montevideo Portal que la Dinama trabaja desde hace meses en la evaluación de una nueva regulación de caza, en especial la destinada al control de especies exóticas.

"Queremos regular de qué manera, con qué armas, qué perros, para tener más control de que quien va a cazar jabalíes no termine cazando otra cosa", señaló.

La Dinama ya ha realizado varios talleres de intercambio con cazadores, científicos, conservacionistas y activistas en general, del que surgirán insumos para una nueva regulación.

Sobre el jabalí como plaga

Según el trabajo Mamíferos invasores en Uruguay, historia, perspectivas y consecuencias, realizado por los biólogos y especialistas Ramiro Pereira, Juan Manuel Barreneche, Gabriel Laufer, Federico Achaval y Matías Arim, esta especie "ha llamado la atención de las autoridades nacionales debido a sus efectos directos sobre actividades productivas, destruyendo plantaciones e incluso depredando sobre las majadas, especialmente de corderos recién nacidos".

Además, "fue identificada recientemente como vector de Mycobacterium tuberculosis Koch y es considerada un importante vector de aftosa". "Se ha propuesto que pudo afectar negativamente a especies nativas por depredación, como las poblaciones silvestres del venado de campo (Ozotoceros bezoarticus Linnaeus) y carpinchos (Hydrochoerus hydrochaeris)", agrega el trabajo.