La denuncia mediática de Romina Celeste Papasso contra el senador nacionalista Gustavo Penadés fue uno de los temas calientes de la semana pasada.
Tras las afirmaciones de la militante, los hechos se precipitaron: el propio denunciado hizo un anuncio público que generó cierta controversia porque remarcó la separación entre su vida privada y su accionar político, pero eligió la sede parlamentaria como espacio para tal declaración.
Durante su breve alocución, y tal como informáramos, Penadés sostuvo su inocencia de los casos de pedofilia que le achacara Papasso, y anunció a su vez que demandará a quienes estén implicados activamente en tales acusaciones, que considera injuriosas.
Por su parte, Fiscalía investigará de oficio el caso.
Durante el fin de semana, y quizá gracias al obligado reposo del comienzo de Semana de Turismo, la información sobre el caso “fermentó” y de ese caldo surgió una curiosa derivación: la posibilidad de que las denuncias contra Gustavo Penadés no fueran una iniciativa de Papasso, enojada por el ninguneo del legislador, sino una maniobra de sus propios correligionarios.
La idea fue vertida en Twitter por el publicista Esteban Valenti, popular en ese foro virtual, y recibió críticas, burlas y nuevas interrogantes.
Posteriormente, la periodista Georgina Mayo se pronunció en similares términos y consideró que tal hipótesis estaba “confirmada”.
La presunta maniobra interna del Partido Nacional contra Penadés fue abordada también —y desacreditada— en el programa de TV Santo y Seña, de Canal 4. Allí se calificó esa posibilidad como “una jugada muy rebuscada” y que había llegado a oídos de “todos los sectores del Partido Nacional”.
De acuerdo con los cronistas del programa, quienes sostienen la existencia de semejante conjura la atribuyen a un retorcido cálculo electoral: sería fruto del entorno de Álvaro Delgado, y tendría como objetivo golpear “por transitiva” las aspiraciones electorales de Laura Raffo, quien cuenta con el apoyo de Gustavo Penadés.
En el mismo programa, y ya al margen de artificiosas suposiciones políticas, se divulgó que existen nuevas denuncias contra el senador, y se detalló que una de las denunciantes es la madre de un varón que hoy tiene 16 años y que —asegura la progenitora— habría sido víctima de abusos.
Y como confirmación de que el caso Penadés fue el tema más manejado de la semana, desde el mundo del fútbol también llegó un “aporte” indirecto y cargado de ironía.
El domingo, la cuenta de Twitter del club Miramar Misiones anunció su partido contra Cerrito e incluyó un recordatorio donde se mencionaba al Parque Batlle —sitio donde está su estadio y en el que presuntamente Penadés contactaba a menores— junto a una cáustica insinuación, que eliminó durante la mañana del lunes.