En la jornada del miércoles se produjo un nuevo movimiento en la investigación acerca del narco uruguayo Sebastián Marset y el modo en el que en 2021 obtuvo un pasaporte uruguayo cuando estaba en presidio en Dubái. El 7 de marzo de 2022, Interpol emitió una orden de captura para el narco, quien permanece prófugo en paradero desconocido.
Tal como informáramos, en los próximos días el fiscal de Delitos Económicos de Primer Turno, Alejandro Machado, citará a declarar como indagados en la causa al ministro del Interior, Luis Alberto Heber, y al ministro de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo.
El magistrado también citará a declarar, una vez terminada la Feria Judicial, al subsecretario de Interior, Guillermo Maciel, y a la exvicecanciller Carolina Ache, quien renunció por este caso en diciembre de 2022.
Pocas horas después de conocerse la noticia acerca de las citaciones previstas por Machado, el semanario Búsqueda divulgó nuevos detalles sobre el proceso que permitió que Marset se hiciera con su pasaporte en tiempo récord y que lo tuviera en sus manos en Emiratos, en vísperas de su salida de la cárcel.
En un informe a cargo de los reporteros Juan Francisco Pittaluga y Guillermo Draper, se revela una pieza hasta ahora desconocida en el puzle de ese complejo proceso. En concreto, se informa que una acción discrecional llevada a cabo por Fiorella Prado, a la sazón consulesa de Uruguay Abu Dabi, facilitó la obtención del documento.
El artículo detalla que, a lo largo de su vida, Marset no tuvo nunca pasaporte uruguayo hasta que se le entregó uno en la prisión de Emiratos Árabes, país en el que fue detenido por exhibir un pasaporte paraguayo legalmente tramitado, pero impreso de manera apócrifa.
En el informe se detalla que en 2020 Marset había intentado tramitar su pasaporte uruguayo en Asunción, pero el trámite cesó cuando se negó a aportar su domicilio en la capital paraguaya. El narco hizo un nuevo intento al año siguiente en Bolivia, y el expediente quedó suspendido porque tenía una solicitud de averiguación y paradero librada por el Juzgado de Crimen Organizado.
Ese trámite trunco en Bolivia resultó un escollo cuando Marset hizo su tercer intento en Emiratos Árabes, ya que al iniciar la nueva solicitud surgió el pedido inconcluso de Bolivia, que impedía seguir adelante con el nuevo. Fue entonces cuando Prado realizó “por decisión propia, sin consultar previamente a sus superiores ni a los funcionarios del Consulado en Santa Cruz de la Sierra”, una modificación. Según Búsqueda, cambió el trámite de “suspendido” a “anulado”, lo que permitió que el pedido comenzado en Dubái prosiguiera.
De acuerdo con la citada crónica, la intervención de Prado está consignada en mensajes escritos y de audio remitidos por la funcionaria a diferentes destinatarios. En una de esas grabaciones, Prado detalla su accionar y cuenta cómo intervino tempranamente para destrabar la situación documentaria del solicitante.
“Él tenía un trámite iniciado en Santa Cruz de la Sierra y nunca había sido anulado. Entonces, como ya había un trámite pendiente, no me dejaba seguir. Lo que hice para ganar tiempo [fue], en vez de esperar a que se despierte Bolivia [por la diferencia horaria entre ambos países], hacer la consulta, esperar que ellos lo anulen, y empezar otro acá de nuevo. Fue tomar ese y a partir de ese cambiar todos los datos, actualizarlos, y me dejó”, dice Prado en el mensaje.
En otro mensaje de la funcionaria se menciona la prisa que el abogado Alejandro Balbi, patrocinador de Marset, tenía por la obtención del documento. El 18 de noviembre, en comunicación vía WhatsApp con Fernando Pereda, integrante del Departamento de Documentación de Viaje de Cancillería, dice: “Lo vimos con el embajador al caso, porque Balbi nos está escribiendo bastante seguido, poniendo bastante presión para que se le entregue el pasaporte lo antes posible. Pero no veíamos el apuro de que una persona con esos antecedentes lo tuviera ya ya ya el pasaporte. Le quería dar una respuesta a Balbi, un poco diciéndole si lo íbamos a tramitar ahora o no, porque es lo que pregunta él. Pero quería hablarlo con ustedes primero y aguardar sus instrucciones. Si ustedes nos dicen que lo empecemos a tramitar ya, bueno, empezamos”.
Ese mismo día, el Departamento de Documentación de Viaje informó al Consulado de Uruguay en Emiratos Árabes Unidos que no existían impedimentos legales para otorgar el pasaporte de Marset, y ordenó que se le tomaran la foto y firma de rigor.
El 24 de noviembre de madrugada, Prado le mandó un audio de WhatsApp a Balbi y le contó que ya había resuelto el “problemita” que obstaculizaba el trámite, detalla el semanario.
La anulación llevada a cabo por Prado en Bolivia permitió que el pedido en Dubái siguiera su curso y que Marset recibiera en la cárcel el primer pasaporte uruguayo de su vida. Todo el proceso de emisión y entrega del documento generó un escándalo que sacudió a los ministerios de Interior y de Relaciones Exteriores, y cuyas derivaciones a nivel judicial —tal como se detalla líneas arriba— están lejos de finalizar.
Nota: en una primera versión de este artículo se informaba erróneamente que Fiorella Prado era consulesa de Uruguay en Santa Cruz de la Sierra, y no en EAU. Ofrecemos las disculpas del caso.