A fines de marzo murió Facundo, el joven de 18 años que fue baleado con una chumbera a fines de febrero por un amigo en un campamento en Tacuarembó. Tal como informáramos, Facundo estaba de campamento junto a otros tres muchachos en el balneario Iporá.
Durante la noche, uno de los acampantes se ausentó y luego regresó con un arma, con la que disparó a dos de sus compañeros. Uno de los jóvenes sufrió lesiones de escasa entidad, pero la peor parte la llevó Facundo, quien recibió un impacto en el tórax. El joven estuvo internado más de un mes en cuidados intensivos en estado de gravedad.
La abogada defensora de la familia del joven, Karen Pintos, dijo que la fiscal del caso debería citar a una nueva audiencia para modificar la carátula del caso, dado que el joven autor de los disparos, de 18 años, fue imputado como presunto autor de un delito de lesiones gravísimas, dado que Facundo todavía estaba internado. Al fallecer, la carátula del caso debe cambiar.
Sin embargo, esta audiencia no se pudo llevar a cabo la semana pasada, fecha en que estaba fijada, por un problema de salud del agresor. La fallida audiencia tuvo una vuelta de tuerca que generó suspicacias en las partes implicadas, y provocó la indignación de Milton Cuadrado, padre del fallecido. Cuadrado redactó al respecto una breve carta que hizo llegar al periodista local Marcos Ademar Pereira, quien a su vez la reprodujo en redes sociales.
Según expresó el padre de Facundo, el autor de los disparos se descompensó un día antes de la audiencia y tuvo que ser internado en COMTA. “Los abogados del asesino no presentaron ninguna prueba de que no tenía la capacidad de entender, sí que estaba deprimido, a raíz de eso Fiscalía y la jueza entendieron que podían realizar la audiencia en la sala, donde se encuentra internado, trasladándose todos los actores al lugar. En ese momento, cuando la jueza dejaba en acta el continuar de la audiencia, los abogados defensores, Dr. Gamba y su adjunta, se retiran rápidamente casi corriendo de la sede judicial”, comunicó el padre de Facundo.
“Para sorpresa de todos nosotros... cuando llegamos al sanitario dichos abogados ya estaban presentes. Valorado el asesino por una médica psiquiatra les informo a todas las partes que el MUCHACHITO se encontraba totalmente sedado y no podía abrir los ojos. ¿QUE RARO NOOO? Como el nene estaba dormido nos trasladamos otra vez al juzgado. La Dra. Karen Pintos solicita saber el tipo de tratamiento y la última dosis suministrada, que OBVIAMENTE fue suministrada minutos antes de que llegáramos a COMTA”, agregó.
“Fue la impresión con la que nos quedamos todos. Cuando estábamos en plena audiencia y la jueza decidió ir a COMTA, los defensores se levantaron y se fueron. Yo no tengo ninguna prueba, pero cuando llegamos, el chiquilín estaba en estado de sedación, dormía profundamente”, relató la abogada a Montevideo Portal.
Luego de toda esta situación, se definió la realización de una nueva audiencia, dispuesta para este jueves. Sin embargo, esta no se pudo realizar porque la jueza solicitó una nueva pericia psiquiátrica para el imputado en Rivera.
La razón que justifica esta acción es porque la anterior pericia había sido realizada por la psiquiatra del Instituto Técnico Forense (ITF) de Tacuarembó, que, a su vez, trabajaba en Comca, el centro asistencial donde estaba internado el imputado.
“Era la misma profesional interviniendo por las dos partes, entonces se solicitó que fuera visto por una médica psiquiátrica del ITF de Rivera”, dijo la abogada a Montevideo Portal, y explicó que la notificación fue presentada el pasado martes. A partir de ahora, las partes aguardan que termine ese estudio para que se lleve adelante una nueva audiencia.
Este nuevo perito que se realizará busca lo único que había solicitado la jueza en una primera instancia, que es saber si el imputado está en condiciones de “entender” y “comprender” lo que pasará en la audiencia, según dijo la abogada.
La defensa de la familia de Facundo, con el cambio de tipificación, busca la modificación de las medidas cautelares, algo que, eventualmente, podría cambiar la condena que se pueda llegar a lograr en el juicio.